Conducir un autob¨²s para vivir en un coche
Las grandes tecnol¨®gicas de Silicon Valley se enfrentan a un conflicto con sus conductores
La distancia comprendida entre San Francisco y San Jos¨¦ es tan solo de 67 kil¨®metros. En una tierra en la que hace 50 a?os se recolectaban manzanas, melocotones y albaricoques, hoy florecen los chips, aplicaciones y redes sociales de moda. Dos ciudades que rozan y superan respectivamente el mill¨®n de habitantes. Un recorrido que en coche solo llevar¨ªa una hora puede extenderse a m¨¢s de tres.
La autopista 101 ¡ªjalonada cada 2,5 kil¨®metros con una campana para recordar el Camino Real creado por Fray Jun¨ªpero Serra para conectar las misiones de California¡ª no da abasto. A ambos lados de ese recorrido se encuentran las empresas conocidas en conjunto como Silicon Valley. El Caltrain, el ferrocarril que une ambos puntos, lo hace en 1,5 horas; su frecuencia, solo uno por hora, lo hace ineficiente.
Ante este panorama, las grandes tecnol¨®gicas hace a?os que decidieron contratar autobuses para trasladar a sus empleados de casa a la oficina y viceversa. Paran cerca de los buses municipales, varias veces por hora, tienen asientos de cuero, cristales tintados, bebidas, aseos y, cosas de la productividad, conexi¨®n wifi y mesas plegables para trabajar durante el trayecto.
Los conductores no forman parte de las empresas, no tienen bonus en forma de acciones que se convierten en fortunas al salir a Bolsa. Compass, la subcontrata que traslada a los empleados de Apple, Zynga, eBay, Yahoo, Paypal y Genentech, paga 18 d¨®lares por hora a los conductores. Una cifra que no permite abonar los 3.313 d¨®lares de media que seg¨²n Zillow, una web especializada en el mercado inmobiliario, cuesta el alquiler en San Francisco. La semana pasada se manifestaron frente al Ayuntamiento. Un grupo confes¨® dormir en su coche. Scott Peebles, que dej¨® que se publicasen fotos de su hogar m¨®vil, se ha convertido en s¨ªmbolo de esta desigualdad.
Mientras, Google y Apple trabajan en poner en el mercado coches sin conductor.
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