?Para qu¨¦ nos sirve dormir?
Pasamos un tercio de nuestra vida durmiento. El neur¨®logo y neurocient¨ªfico Facundo Manes explica por qu¨¦
Si llegamos a vivir hasta los 90, habremos logrado dormir alrededor de ?30 a?os! Adem¨¢s de que resulte placentero, alguna funci¨®n importante debe cumplir el sue?o en los seres humanos para que nos ocupe un tercio de nuestra vida. ?Cu¨¢l es?
La mayor¨ªa de los animales, y probablemente la mayor¨ªa de los organismos vivos, presentan un ritmo biol¨®gico de descanso-actividad. El sue?o tuvo una implicaci¨®n crucial en el proceso de adaptaci¨®n y puede haberse originado por la necesidad de los animales de protegerse y para permitir que los organismos conservaran y restauraran su energ¨ªa. Muchas especies buscan alimento y agua durante el d¨ªa porque es m¨¢s f¨¢cil ver cuando sale el sol. En cambio, cuando est¨¢ oscuro, es el mejor momento para ahorrar fuerza, evitar ser devorados o caer en un precipicio. El sue?o mejorar¨ªa la supervivencia mediante la optimizaci¨®n de los tiempos de actividad y ocio, adem¨¢s de permitir mantener los cerebros m¨¢s ¨¢giles.
El sue?o, lejos de ser una actividad pasiva, es sumamente activa, ya que el cerebro sigue trabajando toda la noche. Durante el sue?o ocurren varios fen¨®menos en nuestro cuerpo: se produce una relajaci¨®n postural caracter¨ªstica, se elevan los umbrales sensoriales para desvincularnos del medio ambiente y aparece un patr¨®n distintivo de actividad el¨¦ctrica cerebral. El sue?o posee dos grandes etapas: una llamada NREM (por su sigla, en ingl¨¦s, de Non-rapid eye movement sleep) y otra etapa llamada REM (Rapid eye movement sleep). La etapa NREM tiene, a su vez, diferentes fases basadas en el tipo de actividad en el cerebro. Durante la noche, una persona atraviesa las diferentes etapas, alternando sue?os livianos y m¨¢s profundos. En las primeras horas de la ma?ana, el sue?o se vuelve m¨¢s liviano y pasamos m¨¢s tiempo en sue?o REM, lo que significa que ¡°so?amos¡± m¨¢s.
El sue?o mejorar¨ªa la supervivencia mediante la optimizaci¨®n de los tiempos de actividad y ocio, adem¨¢s de permitir mantener los cerebros m¨¢s ¨¢giles
?Para qu¨¦ le sirve al ser humano dormir? Aunque quedan numerosos interrogantes, s¨ª sabemos que el sue?o est¨¢ asociado con funciones inmunes, endocrinas, de aprendizaje y memoria. Tambi¨¦n juega un rol esencial en nuestro bienestar emocional y puede conducir a ideas creativas. El sue?o ayudar¨ªa a consolidar los nuevos recuerdos y a actualizar los antiguos sobre la base de lo que acabamos de aprender. Tambi¨¦n a forjar nuevas conexiones neuronales filtrando de estas las que no tienen importancia. El cerebro dormido sabe qu¨¦ informaci¨®n nueva es lo suficientemente significativa como para mantenerla y, por el contrario, qu¨¦ puede atenuarse o desaparecer. Cient¨ªficos han descubierto recientemente que los buenos h¨¢bitos de sue?o tambi¨¦n fortalecen el cerebro a largo plazo y auxiliar¨ªan al cerebro en tareas de autorreparaci¨®n. Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison realizaron un estudio por el que concluyeron que durante el sue?o aumenta la actividad en los genes involucrados en la producci¨®n de ¡°oligodendrocitos¡±. Estas c¨¦lulas son fundamentales ya que son responsables de recubrir las neuronas de mielina, que es el ¡°material aislante¡± del cerebro. Por el contrario, la privaci¨®n de sue?o produce una mayor actividad en los genes implicados en el estr¨¦s y la muerte celular.
Antes del invento de la electricidad, el ser humano dorm¨ªa unas tres horas m¨¢s que en las condiciones actuales
El ciclo sue?o-vigilia posee un equilibrio que se autorregula espont¨¢neamente desde nuestro nacimiento. Sin embargo, una vez alterado, resulta muy dif¨ªcil de recuperar. Se estima que antes del invento de la electricidad el ser humano dorm¨ªa unas tres horas m¨¢s que en las condiciones actuales. La iluminaci¨®n artificial y la posterior implantaci¨®n del trabajo por turnos nos ha separado progresivamente del ciclo natural de luz y oscuridad. Los horarios tempran¨ªsimos de la escuela o el trabajo, las programaciones de televisi¨®n que desplazan m¨¢s y m¨¢s los horarios centrales a horas avanzadas de la noche, la consulta permanente de redes sociales y el desproporcionado estr¨¦s cotidiano son algunos de los factores que atentan contra nuestro descanso. El uso de aparatos tecnol¨®gicos en horas cercanas al momento de dormir puede dificultar la conciliaci¨®n y el mantenimiento del sue?o porque provocan una activaci¨®n de la atenci¨®n. Asimismo, la alerta y la luz de sus pantallas funcionan como estimulantes y reducen el nivel de melatonina (hormona que se encarga, entre otras cosas, de regular nuestro reloj biol¨®gico). Como consecuencia de esta situaci¨®n, hemos ca¨ªdo en un bucle estimulaci¨®n-sedaci¨®n, donde se utilizan estimulantes como la cafe¨ªna y la nicotina para la vigilia durante los d¨ªas y sedantes tales como hipn¨®ticos y alcohol en la noche para inducir el sue?o.
No todos tenemos id¨¦ntico reloj biol¨®gico. Hay personas que prefieren despertarse en la madrugada y comienzan el d¨ªa muy temprano con energ¨ªa y otras que necesitan varias horas para ponerse en funcionamiento luego de apagar el despertador en reiteradas oportunidades, se sienten mal apenas se levantan y no pueden comer nada hasta media ma?ana. Lo m¨¢s probable es que estas mismas personas s¨ª puedan quedarse estudiando o trabajando hasta altas horas de la noche. Es as¨ª que existe un porcentaje de hombres y mujeres que califican como ¡°alondras¡± o ¡°amantes de la ma?ana¡± y otro como ¡°b¨²hos¡± o ¡°amantes de la noche¡±. El resto nos hallamos en alg¨²n punto intermedio. El estado de b¨²ho o alondra es llamado ¡°cronotipo¡±. Los cronotipos est¨¢n asociados a variaciones gen¨¦ticas, ¨¢nimo, funci¨®n cognitiva y riesgos de problemas de salud. Algunos neurocient¨ªficos aseguran que es importante descubrir a qu¨¦ grupo cronobiol¨®gico pertenece una persona y as¨ª adaptar sus horarios de trabajo a su patr¨®n de sue?o natural. Sin embargo, otros especialistas mostraron que los ¡°b¨²hos¡± que suspendieron su exposici¨®n nocturna a la luz artificial y aumentaron su exposici¨®n a la luz solar lograron desplazar sus relojes biol¨®gicos hacia el despertar temprano y el dormir nocturno.
Por qu¨¦ no dormimos
Uno de los trastornos m¨¢s frecuentes del sue?o es el insomnio. Se habla de insomnio cuando tardamos m¨¢s de 30 minutos por noche para empezar a dormir, los despertares nocturnos son repetidos o se prolongan por m¨¢s de media hora, existe baja eficiencia del sue?o, o cuando dormimos aproximadamente menos de 6 horas y media. La presencia del insomnio por tiempo prolongado provoca consecuencias negativas en la calidad de vida y, en particular, se asocia con peor rendimiento cotidiano, cambios en el estado de ¨¢nimo, irritabilidad y una mayor probabilidad de sufrir accidentes. Algunas de las causas comunes de insomnio son: el estr¨¦s, la ansiedad y la depresi¨®n; medicamentos recetados, incluyendo varios para el coraz¨®n y la presi¨®n arterial; la cafe¨ªna, el alcohol y la nicotina; condiciones m¨¦dicas subyacentes; malos h¨¢bitos de sue?o; y el envejecimiento.
Aunque quedan numerosos interrogantes, s¨ª sabemos que el sue?o est¨¢ asociado con funciones inmunes, endocrinas, de aprendizaje y memoria
Es importante destacar que las preocupaciones y las creencias sobre el sue?o y sus posibles consecuencias juegan un papel central en la gravedad y el mantenimiento del insomnio. Los insomnes suelen presentar un estilo de personalidad ansioso y perfeccionista, por lo que intentan controlar el proceso del sue?o. Parad¨®jicamente, cuanto mayor es el intento de control, mayor es la dificultad para conciliar el sue?o. Las personas con insomnio cr¨®nico suelen presentar problemas en la atenci¨®n y la memoria, disfrutan menos de las relaciones sociales y familiares, y exteriorizan m¨¢s quejas f¨ªsicas que las personas que no sufren de este problema. Asimismo, suelen irritarse m¨¢s f¨¢cilmente y refieren estar tensas. Estudios longitudinales mostraron que la privaci¨®n de sue?o aumenta la mortalidad causa de accidentes y exacerbaci¨®n de enfermedades. La falta de sue?o afecta al sistema endocrino, al sistema inmune y al metabolismo. Por lo tanto, puede convertirse tambi¨¦n en un factor de riesgo para la obesidad, la diabetes y la falla card¨ªaca.
Resulta clave conocer pautas para la higiene del sue?o, que buscan desarrollar h¨¢bitos compatibles con el buen dormir. Por ejemplo, asociar el dormitorio con esta actividad, eliminando de esta manera las conductas incompatibles con el sue?o, como ver TV, escuchar radio, leer libros o revistas, etc. Adem¨¢s, este ambiente debe tener una temperatura adecuada y niveles m¨ªnimos de ruido y luz. Tambi¨¦n debe evitarse beber alcohol dos horas antes de acostarse porque, pese a ser depresor del sistema nervioso central, da lugar a un sue?o poco reparador. Act¨²an como estimulante las bebidas, alimentos y medicamentos con cafe¨ªna, por eso no hay que consumirlos seis horas antes de dormir. Fumar y consumir grandes cantidades de az¨²cares tienen el mismo efecto. Otro consejo es no comer si se interrumpe el sue?o, ya que generar¨ªamos la costumbre de despertarnos cada vez que tenemos hambre.
Se habla de insomnio cuando tardamos m¨¢s de 30 minutos por noche para empezar a dormir
Pero todas estas respuestas a la pregunta inicial sobre las funciones del sue?o, que ya de por s¨ª parecen suficientes, est¨¢n obviando una fundamental para los seres humanos. Porque tambi¨¦n el sue?o ha servido de inspiraci¨®n a una de las tradiciones m¨¢s bellas de la literatura popular a lo largo de la historia: las nanas infantiles. A esas justamente se refiri¨® Federico Garc¨ªa Lorca cuando dijo que ¡°para provocar el sue?o del ni?o intervienen varios factores importantes si contamos, naturalmente, con el benepl¨¢cito de las hadas. Las hadas son las que traen las an¨¦monas y las temperaturas. La madre y la canci¨®n ponen lo dem¨¢s.¡±
Facundo Manes es neur¨®logo y neurocient¨ªfico (PhD in Sciences, Cambridge University). Es presidente de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders y Profesor de Neurolog¨ªa y Neurociencias Cognitivas en la Universidad Favaloro (Argentina), University of California, San Francisco, University of South Carolina (USA), Macquarie University (Australia).
@ManesF
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