Una presencia extra?a en una estrella lejana desata las especulaciones
Descubren una estrella con una serie de objetos orbitando a su alrededor que no tienen explicaci¨®n con los modelos habituales y se habla incluso de vida inteligente
KIC 8462852 es una estrella extra?a, o al menos ahora lo parece. Est¨¢ a 1.480 a?os luz, muy lejos, pero se encuentra en nuestra propia galaxia. El Telescopio Espacial Kepler, pese a la distancia, ha recogido informaci¨®n que nos cuenta que a su alrededor orbitan una serie de objetos que no parecen exoplanetas. Kepler, que ya ha descubierto m¨¢s de 4000 mundos fuera del Sistema Solar, es capaz de detectar min¨²sculas variaciones en el brillo de estrellas remotas. Si se observa un oscurecimiento que se produce a intervalos regulares, se puede interpretar que ha pasado un planeta por delante de la estrella. Despu¨¦s, una precisa medici¨®n del parpadeo permite realizar estimaciones sobre el tama?o del objeto.
En el caso de KIC 8462852, las oscilaciones de la luz sugieren que a su alrededor no orbitan uno o varios planetas corrientes. M¨¢s bien, parece que su entorno es un desbarajuste de objetos de distintos tama?os, que viajan a diferentes velocidades y no lo hacen en un plano m¨¢s o menos fijo como en los sistemas planetarios comunes.
Un astr¨®nomo plantea que se haya descubierto una estaci¨®n solar orbital extraterrestre
Las noticias que nos trae Kepler desde aquella estrella singular tendr¨ªan una explicaci¨®n relativamente sencilla si se tratase de un astro joven. Cuando un sistema solar se encuentra en formaci¨®n y el tir¨®n gravitatorio de la estrella a¨²n no ha metido en vereda la materia que se acumula alrededor para organizarla en forma de planetas, se puede esperar un desorden como el observado. Sin embargo, las mediciones de radiaci¨®n infrarroja son menores de la esperada en una estrella joven.
Esta es una de las hip¨®tesis descartadas por un grupo de astr¨®nomos en un art¨ªculo publicado hace un mes. En ¨¦l, van desechando varias explicaciones para justificar las rarezas de KIC 8462852 y se quedan con una que, aunque a¨²n con limitaciones, consideran la m¨¢s plausible. Si fuese cierta, los objetos desorganizados que se ven en aquel sistema planetario ser¨ªan una familia de cometas empujados hacia la estrella por el tir¨®n gravitatorio de un segundo astro cercano.
Toda esta informaci¨®n, fruto del trabajo de voluntarios integrados en el proyecto Planet Hunters, ha tenido una segunda explicaci¨®n m¨¢s improbable, pero que ha causado mucho m¨¢s revuelo. Seg¨²n se explicaba esta semana en un art¨ªculo en The Atlantic, pr¨®ximamente, Jason Wright, un joven astr¨®nomo de la Universidad Penn State, va a publicar una interpretaci¨®n alternativa a los gui?os encontrados por los voluntarios en las im¨¢genes recogidas por Kepler. Desde su punto de vista, las observaciones se podr¨ªan explicar por la presencia de megainfraestructuras creadas por alg¨²n tipo de civilizaci¨®n para aprovechar la energ¨ªa de la estrella. Adem¨¢s, tanto Wright como Tabetha Boyajian, la investigadora de la Universidad de Yale responsable de Planet Hunters, quieren solicitar tiempo de uso del gran radio telescopio VLA, en Nuevo M¨¦xico (EE UU) para buscar ondas de radio originadas en alg¨²n artefacto creado por seres inteligentes.
La explicaci¨®n m¨¢s plausible hasta ahora habla de una familia de cometas
A David Barrado, investigador del CSIC y experto en mundos extrasolares, el planteamiento le parece ¡°un ejercicio intelectual interesante¡±. Sin embargo, cree que es muy poco probable que esa explicaci¨®n se ajuste a la realidad. ¡°Las observaciones de Kepler son muy delicadas y, aunque son precisas, el an¨¢lisis es complicado y puede haber muchos errores¡±, explica. ¡°Por ejemplo, siempre se asume que las estrellas observadas en principio tienen una forma esf¨¦rica, o que no tienen manchas, o que los planetas a su alrededor tambi¨¦n son esf¨¦ricos¡±, a?ade. Todas estas limitaciones hacen necesario mucho trabajo de an¨¢lisis para interpretar bien los datos.
Barrado plantea adem¨¢s otra pregunta interesante. ?De d¨®nde sacar¨ªa aquella supuesta civilizaci¨®n extraterrestre la cantidad de materia necesaria para construir una planta de energ¨ªa solar orbital tan grande como para verse a casi mil quinientos a?os luz de distancia? Como recuerda el investigador del CSIC, si fu¨¦semos capaces de recoger toda la masa acumulada en el cintur¨®n de asteroides, solo se contar¨ªa con un 3% de la masa de la Luna. Despu¨¦s de convertir la materia en una infraestructura descomunal, habr¨ªa que ponerla en ¨®rbita, algo que requiere cantidades ingentes de energ¨ªa, y despu¨¦s contar con que los efectos gravitatorios de la estrella o de otros planetas no hiciesen zozobrar semejante construcci¨®n.
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