Nuevas ciudades inteligentes: ?un nuevo fracaso del racionalismo planificador?
El dise?o, planificaci¨®n y construcci¨®n de ciudades enteras se ha convertido en un negocio global con altas promesas de rendimientos econ¨®micos, un negocio enfocado a las clases medias-altas de pa¨ªses en desarrollo. Este modelo de urbanizaci¨®n es la plasmaci¨®n espacial y la ¨²ltima realizaci¨®n de la ciudad liberal como ideolog¨ªa pol¨ªtica de un mundo urbano
Hoy nos encontramos con que el modelo de construcci¨®n de nuevas ciudades altamente equipadas con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas digitales y de sostenibilidad se dirige a las clases medias-altas y altas, e iniciadas y lideradas por consorcios financieros internacionales que buscan en los poderes p¨²blicos un rol puramente facilitador
(*) Por Manu Fern¨¢ndez
La construcci¨®n de nuevas ciudades (cities from scratch) como realizaci¨®n de un nuevo modelo de desarrollo urbano que atienda a la creciente urbanizaci¨®n mundial ha tenido en las smart cities (ciudades inteligente) una de sus principales referencias. Los proyectos de smart city que se han propuesto como ejemplares, ic¨®nicos o referentes han sido, en muchos casos, proyectos de urbanizaci¨®n desde cero de ¨¢reas espaciales que se promueven como nuevas ciudades. Songdo, PlanIT Valley, Masdar o Lavasa se han constituido como referentes de los dos ¨²ltimos a?os en la utilizaci¨®n de las tecnolog¨ªas m¨¢s avanzadas y como demostraci¨®n de la posibilidad de planificar desde cero.
La argumentaci¨®n principal de este tipo de desarrollos, m¨¢s que atender a necesidades de la poblaci¨®n ¨Cque inicialmente no existe- o a dificultades propias de las ciudades ya existentes en el mundo, reside en servir de espacios de experimentaci¨®n a gran escala de manera que sirvan como aprendizaje tecnol¨®gico para entender c¨®mo integrar esas tecnolog¨ªas en el funcionamiento social. Este fen¨®meno refleja una nueva manera de entender los territorios como lugares de experimentaci¨®n de soluciones tecnol¨®gicas y nuevas propuestas urban¨ªsticas. Frente a este inter¨¦s te¨®rico, la construcci¨®n de nuevas ciudades con un alto contenido tecnol¨®gico busca prescindir de la complejidad y dificultad que suponen las ciudades ya existentes- modelos urbanos perfectos.
Esta aspiraci¨®n no es hist¨®ricamente nueva. Se trata de una renovaci¨®n de una tradici¨®n por el master planning de nueva planta, heredera o resucitadora de la tradici¨®n modernista del urbanismo (Le Corbusier y su Radiant City o el Plan Voisin para Par¨ªs, Brasilia, Chandigarh, etc.) basada en principios de control social, de segregaci¨®n espacial y de planificaci¨®n centralizada y de sobre-especificaci¨®n. Se renueva una experiencia que, d¨¦cadas despu¨¦s, ha resultado fracasada respecto a los objetivos que persegu¨ªa, revisitada ahora con una p¨¢tina tecnol¨®gica sobre la que se conf¨ªa poder solventar las graves disfuncionalidades de la ciudad moderna.
La realidad ha demostrado que estas planificaciones racionalistas, a pesar de que en su momento pod¨ªan tener perfecto sentido en base a las nuevas expectativas del conocimiento cient¨ªfico, han resultado desastrosas y muy alejadas de sus propias expectativas, revel¨¢ndose sus efectos m¨¢s perversos con el paso del tiempo. En este sentido, los cuatro proyectos de smart city mencionados anteriormente, reflejan cada uno de ellos y en su conjunto el utopismo contempor¨¢neo, una mezcla de sostenibilidad urbana de laboratorio en medio del desierto (Masdar), una segregaci¨®n espacial en torno a proyectos de alto standing descontextualizados de su realidad cercana (Lavasa) y una promesa de ubiquidad conectada (Songdo, PlanIT Valley). A su vez, estos proyectos contienen unas caracter¨ªsticas comunes: un impulso privado a trav¨¦s de desarrolladores que impulsan el proyecto, la creaci¨®n de ¨¢reas de excepci¨®n a la regulaci¨®n gubernamental (en forma de permisos, rebajas fiscales, etc.) y una arquitectura organizativa formada por una red de empresas y consultoras internacionales. De esta manera, el dise?o, planificaci¨®n y construcci¨®n de ciudades enteras se ha convertido en un negocio global con altas promesas de rendimientos econ¨®micos, un negocio enfocado a las clases medias-altas de pa¨ªses en desarrollo (principalmente). Este modelo de urbanizaci¨®n es la plasmaci¨®n espacial y la ¨²ltima realizaci¨®n de la ciudad liberal como ideolog¨ªa pol¨ªtica de un mundo urbano.
La utop¨ªa urbanista de principios del siglo XXI representa un cambio frente al modelo de las nuevas ciudades y las grandes urbanizaciones de la segunda mitad del siglo XX (especialmente en la d¨¦cada de los 50 y 60). Si en la fase anterior, las nuevas urbanizaciones se dirig¨ªan a ofrecer vivienda asequible a las clases bajas a partir de una acci¨®n planificadora intensa por parte de las autoridades nacionales (y, seg¨²n los pa¨ªses, con m¨¢s o menos capacidad de intervenci¨®n tambi¨¦n por parte de las autoridades locales), hoy nos encontramos con que el modelo de construcci¨®n de nuevas ciudades altamente equipadas con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas digitales y de sostenibilidad se dirige a las clases medias-altas y altas, e iniciadas y lideradas por consorcios financieros internacionales que buscan en los poderes p¨²blicos un rol puramente facilitador.
En relaci¨®n a esta tipolog¨ªa de proyectos, sin duda la m¨¢s espectacular por su despliegue inversor y sus destellos promocionales, lo m¨¢s significativo que podemos afirmar es que, de manera sistem¨¢tica se pueden considerar hoy, en 2015, como un fracaso pr¨¢ctico. En algunos casos como PlanIT Valley, a¨²n sobreviven en forma de presentaciones, cat¨¢logos y tramitaciones municipales paralizadas, pero contin¨²an aliment¨¢ndose como ¡°ejemplos¡± a seguir. En otros casos como Masdar o Songdo, tras a?os de prometer fabulosas transformaciones, a duras penas han conseguido levantar suficiente financiaci¨®n para cubrir su construcci¨®n formal ni han conseguido hacer realidad su objetivo de llenarse de habitantes y actividad y, consecuentemente, de convertirse aunque sea m¨ªnimamente en algo parecido a una ciudad. Por otro lado, y m¨¢s sintom¨¢ticamente, sus futuristas aplicaciones y sobre todo los rendimientos y beneficios que han prometido durante a?os est¨¢n lejos de realizarse seg¨²n los estudios en terrenos que han conseguido ir m¨¢s all¨¢ de la mera repetici¨®n y reproducci¨®n de sus discursos promocionales.
* Manu Fern¨¢ndez. Investigador y consultor de pol¨ªticas urbanas, durante su trayectoria profesional ha estado involucrado en proyectos relacionados con la sostenibilidad local y el an¨¢lisis de las econom¨ªas urbanas. Autor del blog Ciudades a Escala Humana, actualmente est¨¢ realizando su tesis doctoral "La smart city como imaginario socio-tecnol¨®gico: la construcci¨®n de la utop¨ªa urbana digital".
Twitter: @manufernandez
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