En beneficio del consumidor
Hay que defender la libertad de horarios comerciales frente a las imposiciones administrativas
En los ¨²ltimos 10 a?os han cambiado radicalmente los h¨¢bitos de consumo de los espa?oles. Es un hecho que puede comprobarse con s¨®lo salir a la calle, pasearse por el centro de las ciudades, entrar en las tiendas o acudir a los hipermercados. El cambio de h¨¢bitos tiene que ver con la proliferaci¨®n de distintos horarios laborales, la aparici¨®n de nuevos tipos de familia, la b¨²squeda de ofertas (la crisis ha reducido las rentas) y la vinculaci¨®n de las zonas comerciales con las promociones tur¨ªsticas. Ya no es posible tener abierto entre las 9 y las 14 y, por la tarde, entre las 17 y 20 horas. Aparecen horarios comerciales continuados y en muchos casos, nocturnos o de madrugada.
La posici¨®n pol¨ªtica y comercial m¨¢s indefendible es la de imponer por ley las horas de apertura y cierre. Es una pr¨¢ctica todav¨ªa muy extendida en algunas comunidades aut¨®nomas de signo nacionalista. Este proteccionismo se explica por el voto de los peque?os comerciantes que sostiene las opciones nacionalistas. El peque?o comercio se encuentra con m¨¢s dificultades para soportar horarios flexibles y se defiende imponiendo las mismas limitaciones a sus grandes competidores. Pero la fuerza de los cambios sociales es superior a los intereses que defienden las tiendas y los comercios tradicionales.
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La norma correcta es la libertad absoluta de horarios. Y no porque, como en otros tiempos argument¨® Esperanza Aguirre, la liberalizaci¨®n aumente los ingresos del comercio ¡ªs¨®lo en algunos sectores se producen crecimientos significativos de las ventas¡ª sino porque es un servicio al que tiene derecho el consumidor. Con una precisi¨®n: no basta con decretar la libertad de horarios; los municipios tienen que dotarse de las infraestructuras adecuadas, con el fin de evitar los colapsos en los n¨²cleos urbanos. Se trata de evitar, por ejemplo, que la apertura de una tienda en el centro de Madrid provoque atascos de tr¨¢fico y convierta en intransitables las aceras.
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