John Grant: "Mi trabajo es explicar lo que siento por duro que sea"

Con 47 a?os bien podr¨ªa decirse que John Grant est¨¢ viviendo en sus carnes uno de los momentos m¨¢s dulces de su carrera. Repudiado por gran parte del p¨²blico en aquellos a?os que lider¨® The Czars, la suerte del estadounidense cambi¨® radicalmente en 2010 cuando lanz¨® su primer trabajo en solitario, Queen Of Denmark, y de la noche a la ma?ana pas¨® a ser objeto de culto de los simpatizantes de las baladas suntuosas. Aunque puestos a hallar un punto de inflexi¨®n, la publicaci¨®n en 2013 de Pale Green Ghosts fue determinante, ya que en esa colecci¨®n de canciones tan viscerales nuestro interlocutor vislumbr¨® un novedoso enfoque electr¨®nico que ahora, dos a?os m¨¢s tarde, vuelve a repetir en su tercer largo, Grey Tickles, Black Pressure.

¡°Todo ha pasado tan deprisa que la verdad es que a veces me cuesta asimilarlo. Como me dice mi hermano, debo tratar de disfrutar todo lo bueno que me est¨¢ ocurriendo ahora. La presi¨®n est¨¢ ah¨ª y no se puede obviar, claro est¨¢. No obstante, yo solamente me limito a hacer las cosas a mi manera y a grabar los discos que me apetecen. Si a la gente le gusta este disco igual que los dos anteriores siempre podr¨¦ decir que me siento afortunado, otra vez¡±, dice con su profunda voz desde el otro lado del tel¨¦fono.

Por el tono que emplea al hablar, al fin ha vislumbrado parte de su anhelada estabilidad emocional. Tras a?os de excesos en los que el alcohol y las drogas corr¨ªan a sus anchas por sus venas, m¨²ltiples reca¨ªdas en el fantasma de la depresi¨®n y no aceptar su condici¨®n de homosexual, Grant en estos momentos afirma estar no solamente limpio, sino en un gran momento. Y lo que es m¨¢s importante, despu¨¦s de que en 2012 le diagnosticaran que era VIH-positivo, ha acabado conviviendo con su nueva realidad y afrontando su d¨ªa a d¨ªa con un optimismo que a?os ha hubiese sido impensable. Por ello, teniendo en cuenta c¨®mo ha resurgido de sus propias cenizas, le pregunto por qu¨¦ horas antes de entablar esta conversaci¨®n recib¨ª un mail de su discogr¨¢fica que me advert¨ªa de que no iba a aceptar ninguna pregunta personal. La contestaci¨®n no puede ser m¨¢s clara: ¡°Yo no tengo problema alguno en hablar de mis cosas. Desde que vivo en Islandia siento que puedo respirar y llevo una vida la mar de tranquila. Lo que ocurre es que en estos ¨²ltimos a?os siempre que me han entrevistado me he desnudado an¨ªmicamente y he tenido la impresi¨®n de que se han generado m¨¢s titulares acerca de mi vida que sobre mi propia m¨²sica. Todo lo que tengo que decir est¨¢ en mis canciones¡±. Pasemos a ello, pues.

En Grey Tickles, Black Pressure, del mismo modo que en su anterior largo, se vuelve a poner sobre la mesa una interesante dicotom¨ªa entre el Grant baladista y aquel otro que se abraza al hedonismo de los sintetizadores. ¡°Si tuviera que definir el disco dir¨ªa que mezcla los medios tiempos propios de los a?os setenta con el pop electr¨®nico y los sonidos funky de los ochentas. El proceso de composici¨®n no ha variado mucho respecto a lo que hice hace un par de a?os. A veces empiezo una pieza sentado frente a mi ordenador, otras veces frente al piano o, simplemente, a partir de algunas frases que he escrito. Para m¨ª un disco es lo m¨¢s parecido a montar un puzzle. Una vez tienes las piezas en la mano debes unirlas para que acaben formando una idea fidedigna de lo que tienes en la cabeza. Por el momento me siento c¨®modo as¨ª. Quiz¨¢s alg¨²n d¨ªa me anime a publicar un disco cien por cien electr¨®nico, ya que me encuentro muy c¨®modo jugueteando con los sintetizadores. Aunque tambi¨¦n me imagino grabando algo que sea completamente ac¨²stico acompa?ado s¨®lo de una guitarra. Es bueno poder experimentar y me tranquiliza saber que puedo hacer frente a diferentes g¨¦neros¡±, afirma.

Independientemente del camino musical que tome pr¨®ximamente, lo que no cabe duda es que nuestro protagonista jam¨¢s va a renunciar a su honesta bilis l¨ªrica y a valerse del sentido del humor (m¨¢s negro que un tiz¨®n) para contar su propia vida. ?Podr¨ªa considerarse un ejercicio de psicoan¨¢lisis? ¡°Para nada. Lo que hago es m¨¢s una observaci¨®n que un an¨¢lisis de las cosas. La psicolog¨ªa lo analiza todo y yo no lo hago; simplemente me limito a decir todo aquello que siento. Si analizara todo mucho jam¨¢s podr¨ªa escribir algo como You and Him. En otro contexto jam¨¢s narrar¨ªa lo que cuento en una canci¨®n as¨ª, pero en una manifestaci¨®n art¨ªstica como la m¨²sica s¨ª que est¨¢ permitido. No es mi trabajo cantar historias bonitas, sino explicar todo aquello que siento por muy duro que pueda parecer desde fuera. El dolor, la alegr¨ªa o el resentimiento son sentimientos que tienen un porqu¨¦ en cada momento¡±, comenta.

Sin ir m¨¢s lejos, ah¨ª est¨¢ No More Tangles, un tema en el que ironiza sobre el narcisismo imperante en parte de esa comunidad homosexual que sigue viendo con malos ojos la pluma desmedida y los cuerpos que no responden a un arquetipo atl¨¦tico. ¡°Es muy triste esta realidad¡±, remarca Grant, ¡°es la misma mierda que cuando de peque?o te dicen ¡®t¨² no eres un hombre¡¯. Cuando durante toda tu juventud escuchas cosas como esas te destrozan por completo. Yo he sido el primero que he sufrido eso y, por ello, pienso que no podemos discriminarnos los unos a los otros de esta forma. Si miro a un hombre y lo juzgo por ser demasiado femenino estar¨ªa cometiendo un error. Primero interact¨²a con esa persona, con¨®cela y, despu¨¦s, decide si te interesa o no realmente. Antes de juzgar a los dem¨¢s deber¨ªamos mirarnos primero a nosotros mismos. Por cosas as¨ª estoy jodido con el mundo. Por muy mal que te lo hayan hecho pasar, s¨®lo puedes disfrutar de la vida olvidando el pasado y no pensando en el futuro. El presente es el que manda¡±. Y en su caso, atendiendo a lo bien que suena su ¨²ltima criatura, se antoja lleno de ¨¦xitos y a¨²n m¨¢s reconocimiento.