El machismo se ensa?a con Am¨¦rica Latina
El n¨²mero creciente de mujeres asesinadas en la regi¨®n enciende las alarmas sobre la falta de implementaci¨®n de las leyes contra la violencia de g¨¦nero Un encuentro de expertas aborda la cuesti¨®n en Madrid
Edelmira Murillo Guti¨¦rrez ten¨ªa 30 a?os, tres hijos y estaba embarazada del cuarto cuando su marido le clav¨® un hacha en el pecho el pasado agosto. Muri¨® en aquel mismo instante en el suelo de la cocina de su vivienda en El Zapote (Honduras). Su asesino confeso aleg¨® que estaba ¡°cegado por los celos¡±. ¡°Me dijeron que ella me pagaba mal con otro hombre, era solo para m¨ª y no iba a permitir que eso ocurriera, por eso la mat¨¦¡±, dijo tras ser capturado por la polic¨ªa d¨ªas despu¨¦s del crimen, seg¨²n recoge la prensa del pa¨ªs. Este es un cap¨ªtulo m¨¢s de la historia interminable de la violencia machista que en Am¨¦rica Latina escribe sus l¨ªneas m¨¢s sangrientas.
¡°En los ¨²ltimos a?os, el n¨²mero de feminicidios ha aumentado de manera alarmante en muchos pa¨ªses de la regi¨®n. Seg¨²n un informe reciente, de los 25 pa¨ªses que registran una mayor tasa de estos cr¨ªmenes, m¨¢s de la mitad (14) son latinoamericanos ¡ªcuatro en el Caribe, cuatro en Centroam¨¦rica y seis en Sudam¨¦rica¡ª¡±, destaca el informe anual 2015 de ONU Mujeres para Am¨¦rica Latina. Honduras, El Salvador, Guatemala y M¨¦xico no solo encabezan la lista con las m¨¢s elevadas cifras de asesinatos de mujeres por el hecho de serlo, sino que adem¨¢s el n¨²mero no deja de subir a?o tras a?o. Por su parte, Argentina ha protagonizado una de las m¨¢s multitudinarias manifestaciones en el ¨²ltimo a?o contra la violencia bajo el lema #Niunamenos. En Colombia, la fot¨®grafa Lineyl Ib¨¢?ez denunciaba el machismo que impregna el reggeaton en una impactante campa?a en la que los violentos versos eran plasmados literalmente en una instant¨¢nea. Las movilizaciones en las calles de Bogot¨¢ en mayo de 2015 ped¨ªan de nuevo que no haya ¡°ni una Rosa m¨¢s¡±, en referencia a la muerte de?Rosa Elvira Cely, de 35 a?os, que falleci¨® tras ser violada y pedir sin ¨¦xito auxilio telef¨®nicamente en repetidas ocasiones al servicio de emergencias, y que ha dado nombre a la ley contra los feminicidios en el pa¨ªs. En Uruguay, medio mill¨®n de personas se sumaban a las manifestaciones en la regi¨®n al grito de ?Si nos tocan a una, nos tocan a todas!
Para abordar el reto de revertir esta violencia contra las mujeres en la regi¨®n, mejorar la atenci¨®n a las v¨ªctimas y favorecer su acceso a la justicia, el Programa para cohesi¨®n social en Am¨¦rica Latina (EUROsociAL) de la Comisi¨®n Europea, ha reunido en Madrid a expertos (mayoritariamente mujeres) en la materia. ¡°Las sociedades construidas en una cultura patriarcal est¨¢n basadas en la opresi¨®n. Esto hay que transformarlo a trav¨¦s de la igualdad como principio, pues sin ella, no hay cohesi¨®n social¡±, ha abierto el debate Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno espa?ol para la violencia de g¨¦nero (2008-2011).
Las protestas ciudadanas se han transformado en algunos casos en leyes que tipifican la violencia de g¨¦nero como un delito, e incluso en el endurecimiento de las penas para los agresores y homicidas. Los avances son, sin embargo, desiguales; solo ocho de los 32 pa¨ªses firmantes de la Convenci¨®n de Bel¨¦m do Par¨¢ para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer en la regi¨®n tienen leyes integrales con tal fin. Y los datos respecto a los resultados son tozudos: solo con papeles no se acaba, ni tan siquiera reduce, esta lacra. En Honduras, una mujer es asesinada cada 14 horas, revela la investigaci¨®n Acceso a la justicia en caso de muertes violentas y femicidios del Centro de Derechos de la Mujer. En 2014, las v¨ªctimas mortales del machismo sumaron 526 en ese pa¨ªs, seg¨²n sus datos. Tampoco en el cap¨ªtulo del castigo y la reparaci¨®n se han logrado avances significativos. Pese al aumento de denuncias presentadas por mujeres por violencia dom¨¦stica registradas por la Fiscal¨ªa Especial para la Mujer (4.992 entre 2012 y 2014), solo un peque?o n¨²mero acabaron en condenas a los agresores (134).
En este sentido, Thelma Aldana, fiscal general de Guatemala, subraya la importancia de que las afectadas no solo cuenten con el marco jur¨ªdico, sino que adem¨¢s tengan acceso real a una justicia especializada en cuestiones de g¨¦nero. ¡°Recuerdo cuando trabajaba en un juzgado de familia a 200 kil¨®metros de la capital. Llegaban mujeres violentadas y los oficiales les dec¨ªan que se volvieran a casa y no les hicieran perder m¨¢s el tiempo. ¡®Tu marido hace bien en pegarte porque no le tienes bien atendido¡¯, les dec¨ªan¡±, ha rememorado Aldana en el encuentro. ¡°Esa era la respuesta del Estado guatemalteco¡±, ha lamentado.
Fue en 2008, con la aprobaci¨®n de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer cuando se observ¨® la necesidad de establecer juzgados especializados. ¡°Dos a?os despu¨¦s, en 2010, no se hab¨ªa creado ninguno¡±, se ha quejado la fiscal guatemalteca. Por eso, contin¨²a, apostaron por pedir ayuda a la cooperaci¨®n internacional para montar y poner en marcha este tipo de salas con personal experto en los departamentos del pa¨ªs con mayores tasas de este tipo de crimen. Desde entonces, Guatemala ha pasado de ocupar la segunda posici¨®n de la regi¨®n en n¨²mero de asesinatos de mujeres por raz¨®n de g¨¦nero a la cuarta, ha indicado Aldana. En 2013, 758 murieron de manera violenta.
Adem¨¢s, las penas se han endurecido, tal como ha destacado la fiscal: la condena por femicidio se ha elevado a entre 25 y 50 a?os de prisi¨®n, y la violencia contra la mujer se pena con entre cinco y ocho a?os de c¨¢rcel. Tambi¨¦n han subido el n¨²mero de denuncias hasta convertirse, desde 2013, en el delito m¨¢s denunciado en el pa¨ªs.
En Honduras, una mujer es asesinada cada 14 horas
Sin embargo, como ocurre en Honduras, son pocos los casos que se resuelven. "El 98% de los que llegan a los tribunales no se investigan", denunciaba Ang¨¦lica Valenzuela, directora del Centro de Investigaci¨®n, Capacitaci¨®n y Apoyo a la Mujer de Guatemala (Cicam) hace un a?o en un encuentro similar en el mismo lugar para buscar soluciones a la violencia machista en Am¨¦rica Latina. "Solo el 2% acaban con una sentencia. Y de ellos, el 35% son absolutorias¡±, advert¨ªa.
Desde la Comisi¨®n Interamericana de Mujeres de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), han planteado la necesidad de que los pa¨ªses cumplan con los acuerdos internacionales a los que se han comprometido libremente, no solo en lo que a lucha contra la violencia machista se refiere, sino tambi¨¦n en el registro de datos y elaboraci¨®n de estad¨ªsticas. As¨ª lo ha expuesto en su intervenci¨®n en el debate celebrado en Casa Am¨¦rica este mi¨¦rcoles Luz Patricia Mej¨ªa, secretaria t¨¦cnica del mecanismo de seguimiento de la Convenci¨®n Bel¨¦m do Par¨¢ del mencionado organismo.
La falta de datos comparables y estad¨ªsticas fiables se?alada por Mej¨ªa ha centrado buena parte de la conversaci¨®n, al ser considerada a la vez s¨ªntoma de la invisibilidad del problema y freno para la elaboraci¨®n de pol¨ªticas precisas y a la altura de la magnitud del problema. ¡°No solo se trata de tener la debida diligencia para actuar, sino tambi¨¦n evaluar si se est¨¢ haciendo bien o no¡±, ha a?adido la experta. Ir¨®nica, Sonia Monta?o, soci¨®loga, activista e intelectual boliviana que capitane¨® durante quince a?os la Divisi¨®n de Asuntos de G¨¦nero de la Cepal, ha dicho: ¡°No entiendo c¨®mo los pa¨ªses son capaces de calcular su PIB de manera armonizada en todo el mundo, y no se hace lo mismo con la violencia de g¨¦nero¡±.
¡°Ahora contamos cu¨¢ntas mujeres mueren a manos de sus parejas o sus exparejas. Y los pa¨ªses de la regi¨®n han iniciado una especie de carrera por tipificar cada cual m¨¢s tipos de violencia contra la mujer, pero luego en la pr¨¢ctica los jueces no admiten las argumentaciones. Hay altas tasas de no implementaci¨®n¡±, ha alertado Monta?o.
Otras masculinidades; en busca del hombre pac¨ªfico
La mayor¨ªa de homicidios en Costa Rica tienen por agresor y v¨ªctima a un var¨®n respectivamente. Ocho de cada 10 asesinados son hombres, la mayor¨ªa j¨®venes relacionados con el narcotr¨¢fico o las bandas. El 20% restante son mujeres, de las que la mitad ten¨ªan alg¨²n tipo de relaci¨®n con su agresor. Teniendo en cuenta estos datos, el pa¨ªs trata de prevenir la creciente violencia centr¨¢ndose en los dos grupos de poblaci¨®n protagonistas: juventud y mujeres.
En ambos casos, ha se?alado Victor Barrantes, viceministro de Paz del pa¨ªs, parte de la soluci¨®n pasa por formar a los hombres en ¡°nuevas masculinidades¡±. ¡°Tenemos una sociedad machista y basada en estereotipos de una masculinidad hegem¨®nica que impide a los hombres resolver los problemas de una forma pac¨ªfica y optan cada vez m¨¢s por medios violentos¡±, detalla. Por eso, el Gobierno costarricense cree que si se fortalecen las capacidades de di¨¢logo para la resoluci¨®n de conflictos de los varones, no elegir¨¢n las v¨ªas del machete y las balas, a?ade.
¡°Tenemos una sociedad machista y basada en estereotipos de una masculinidad que impide a los hombres resolver los problemas de forma pac¨ªfica Victor Barrantes, viceministro de Paz de Costa Rica
Esa idea de formar en una nueva masculinidad de los hombres tambi¨¦n tendr¨¢ otros efectos positivos, adem¨¢s de la reducci¨®n de la violencia en general en el pa¨ªs, por ejemplo en la mayor participaci¨®n de los hombres en la crianza de los hijos. ¡°Que todav¨ªa es una tarea que recae principalmente sobre las mujeres¡±, ha recordado el mandatario. ¡°Corresponde a los hombres sensibilizados trabajar sobre ese abordaje. Existe un mayor impacto cuando hombres hablan a hombres para abordar el problema de la violencia¡±, ha zanjado.
En este sentido, Monta?o ha a?adido que la batalla contra la violencia no es algo distinto de la lucha por la igualdad. ¡°El empoderamiento acaba repercutiendo en una menor violencia. Los femicidios son solo la punta del iceberg de las relaciones de desigualdad. Por eso, cualquier pol¨ªtica de igualdad es antiviolencia porque busca virar las relaciones de poder¡±.
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