Religiosos

La propuesta del PSOE para eliminar la asignatura de religi¨®n es ingenua. Una medida de izquierdas negar¨ªa a la autoridad religiosa el derecho a elegir profesores. De ese modo crecer¨ªa la oferta de trabajo para desahuciados de la filosof¨ªa o las humanidades, porque en la asignatura de religi¨®n bien considerada no se hablar¨ªa de los viejos mitos religiosos, sino de los mitos presentes.

La asignatura de religi¨®n deber¨ªa ense?ar, explicar y criticar la revelaci¨®n t¨¦cnica de los ¨²ltimos 20 a?os. Confundir la religi¨®n con la red educativa y comercial de una Iglesia (que no es sino otra multinacional) es un error t¨ªpico de esta izquierda que ignora en qu¨¦ mundo vive. La ¨²nica religi¨®n actual es la de la t¨¦cnica, acerca de la que no sabemos nada, pero que dirige nuestra vida como el cristianismo dirigi¨® la de los romanos a partir del emperador Constantino.

Las sectas cristianas, la algarab¨ªa isl¨¢mica, las c¨¢balas jud¨ªas, la modorra budista, las viejas religiones, no tienen la menor influencia moral en Espa?a, s¨®lo la presi¨®n de sus respectivos aparatos econ¨®micos. La verdadera creencia (o la verdadera fe) que dirige moralmente a nuestra sociedad es la de la t¨¦cnica, casi siempre asociada con una promesa siniestra: el progreso. En ese punto s¨ª hay conductas son¨¢mbulas, intereses dirigidos por la fe, reparto de limosnas (tel¨¦fonos, relojes, teles, ordenadores, quincalla t¨¦cnica), santos y m¨¢rtires (fundadores o ¡°inventores¡±, hoy megamillonarios), sectas her¨¦ticas, condenas a muerte, zelotes, guerras inform¨¢ticas y as¨ª sucesivamente.

Si a los estudiantes se les explicara c¨®mo act¨²a sobre ellos su religi¨®n, esa desconocida, a lo mejor podr¨ªan mejorar su soberan¨ªa. En la actual ignorancia somos como los cristianos del siglo V, que ni siquiera sab¨ªan que eran cristianos. No hab¨ªa alternativa.