85 frente a 3.500 millones
No llegan al centenar los m¨¢s ricos que acumulan tanto como la mitad del planeta restante Son cifras que prueban el fracaso de nuestro mundo
Los ni?os tienen la mal¨ªsima costumbre de crecer. Por ejemplo, los pies se les agrandan con fastidiosa constancia y es necesario comprarles otros zapatos. Pues bien, en Espa?a, una sociedad comparativamente tan rica, hay ni?os que no pueden ir al colegio ni salir a la calle en invierno, porque los zapatos se les han quedado chicos y su familia no tiene dinero para reemplazarlos. Cuando me enter¨¦ de que esto suced¨ªa, me pareci¨® un ejemplo perfecto de lo que es la exclusi¨®n. Consiste en sufrir carencias en las que ni siquiera pensamos, porque no nos caben en la cabeza. Y, para peor, no s¨®lo son inhabilitantes (arruinan la vida de esos ni?os) sino que, adem¨¢s, muestran de qu¨¦ perversa manera se cierra la desgracia sobre s¨ª misma: porque los que de verdad no tienen nada, ni siquiera pueden salir a la calle para protestar, para mostrarse. Quedan presos dentro de su pobreza. La verdadera miseria es invisible. Pero sucede que en esta Espa?a europea e industrializada, que supuestamente se est¨¢ recuperando econ¨®micamente, hay tres millones de personas en situaci¨®n de privaci¨®n material extrema, lo cual nos sit¨²a a la cabeza de la desigualdad en la UE. Qu¨¦ vergonzoso r¨¦cord.
En esta Espa?a que supuestamente se est¨¢ recuperando, hay tres millones de personas en situaci¨®n de privaci¨®n material extrema, lo cual nos sit¨²a a la cabeza de la desigualdad en la UE. Qu¨¦ vergonzoso r¨¦cord
Y estos son los que han sido escupidos del sistema, los que est¨¢n en la parte m¨¢s baja, verdaderamente abismal, de la escala. Pero luego hay muchos millones m¨¢s que no llegan a fin de mes. Porque la nueva miseria que se est¨¢ creando en Espa?a tiene un componente de especial humillaci¨®n: la nuevas condiciones de trabajo y los nuevos sueldos son tan miserables, que a menudo el hecho de tener un empleo no te salva de la pobreza: sigues sin poder comprar comida a partir del d¨ªa 20, o te siguen cortado la luz por impago, o el agua, o el gas. La tan cacareada salida de la crisis se est¨¢ pagando con esclavitud.
Es una tendencia global, por otra parte. La desigualdad extrema ha alcanzado niveles hist¨®ricos en varios pa¨ªses y contin¨²a empeorando en todo el mundo. Adem¨¢s el cambio clim¨¢tico est¨¢ incidiendo en el aumento de la violencia, en el empobrecimiento de grandes masas de poblaci¨®n y en el n¨²mero de desplazados, como han demostrado diversos estudios cient¨ªficos. Quiero decir que la terrible tragedia de los refugiados sirios no es m¨¢s que el comienzo de una cat¨¢strofe social monumental. D¨¦jenme que mencione un dato escalofriante: las 85 personas m¨¢s ricas del mundo poseen la misma riqueza que la mitad m¨¢s pobre de los habitantes de este planeta. Visualicemos los n¨²meros: 85 frente a 3.500 millones de individuos. ?Podemos seguir permiti¨¦ndonos esta matem¨¢tica de la abyecci¨®n? Son cifras que prueban el fracaso de nuestro mundo. Si no tomamos medidas radicales y urgentes, la Humanidad se encamina hacia el suicidio.
Este art¨ªculo contribuye al proyecto Futuro en Com¨²n -una iniciativa de organizaciones y redes de la sociedad civil que trabajan por un mundo sostenible sin pobreza ni desigualdad enmarcado en el A?o Europeo del Desarrollo.
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