Nadie se r¨ªe ya del acoso sexual en televisi¨®n
Cualquiera de las versiones del abuso contra una presentadora de Televisa es indignante
Hace algunas d¨¦cadas, en los a?os sesenta y setenta, la ¡°persecuci¨®n de mujeres¡± era una situaci¨®n que se presentaba como divertida en programas de televisi¨®n como El show de Benny Hill. Lo recuerda el escritor ingl¨¦s John Higgs en Historia alternativa del siglo XX (Taurus) para ilustrar c¨®mo ha cambiado la percepci¨®n ciudadana del acoso sexual. Despu¨¦s se ha sabido que precisamente en esos a?os, y en esos plat¨®s, se cometieron abusos tan graves como los que protagoniz¨® el ¨ªdolo infantil de la BBC Jimmy Savile contra cientos de menores.
Hoy el acoso sexual sigue siendo una de las muchas caras de la violencia machista. No es un asesinato, como el que quita la vida a siete mujeres mexicanas cada d¨ªa. No es una violaci¨®n, como la que sufre una mexicana cada cuatro minutos. El acoso parece menos dram¨¢tico porque, aunque tambi¨¦n puede arruinar la vida de la v¨ªctima, goza a¨²n de cierta tolerancia. Porque, dicen, es m¨¢s dif¨ªcil trazar la l¨ªnea roja. Porque, se supone, las mujeres tienen que soportar, sin perder la sonrisa, bromas groseras cuando no manoseos no consentidos. De las muchas caras del machismo, el acoso sexual no es la que m¨¢s alarma a pesar de que es, con diferencia, la m¨¢s generalizada.
El incidente, llam¨¦moslo as¨ª, entre dos presentadores de un programa televisado en directo por Televisa repugna en cualquiera de sus versiones. En ATM!, un espacio local en Ciudad Ju¨¢rez?-uno de los lugares m¨¢s peligrosos del mundo para las mujeres-, Enrique Tovar insist¨ªa una y otra vez en agarrar a su compa?era Tania Reza y, se?alando su collar, en tocarle el pecho. Cuando ella le aparta la mano, ¨¦l reacciona con desprecio: ¡°Mira, a la otra ya no le gust¨®¡±. Y cuando Reza dice que no puede trabajar as¨ª y se marcha, Tovar pide perd¨®n ?por ella!: ¡°Una disculpa, mi gente, creo que mi compa?era anda un poquito hormonal¡±, dijo, agarr¨¢ndose al mito machista de la mujer hist¨¦rica por la menstruaci¨®n.
Despu¨¦s de que la imagen diera la vuelta al mundo y causara esc¨¢ndalo, la sucesi¨®n de acontecimientos ha sido desconcertante. Televisa dio a conocer un v¨ªdeo en que los dos presentadores aparecen juntos y sonrientes diciendo que la ¡°broma¡± era intencionada pero ¡°se les fue de las manos¡±. La cadena anunci¨® el despido de ambos por esa simulaci¨®n. Pero Tania Reza tard¨® poco en afirmar que hab¨ªa sido forzada a dar esa versi¨®n. ¡°Lamentablemente en estas situaciones existen presiones por parte de las empresas y obligaciones de decir (o incluso grabar) que soy culpable¡±, escribi¨® en Facebook.
Quedan demasiadas cosas por aclarar en torno a este suceso. Si lo ocurrido en el plat¨® de Televisa fue planeado por alguien, ha resultado un desastre para la imagen de la cadena. Pero la sola sospecha de que tras un comportamiento imprevisto se presion¨® a la v¨ªctima dar¨ªa m¨¢s motivos para la indignaci¨®n. No ser¨ªa la primera vez que la mujer que sufre abusos es forzada a ¡°disculparse¡±, o se?alada como culpable (como en la c¨¦lebre sentencia espa?ola de la minifalda). La ¨²nica lectura positiva: el p¨²blico ya no se r¨ªe como hac¨ªa en El show de Benny Hill.
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