El pr¨ªncipe Enrique promociona con los Obama los Juegos Invictus

Los Obama vuelven a recibir a la monarqu¨ªa brit¨¢nica. Despu¨¦s de la visita oficial de los duques de Cambridge a Estados Unidos el pasado mes de diciembre, ahora es el turno de Enrique de Inglaterra. El pr¨ªncipe Enrique se reuni¨® ayer con Barack Obama y visit¨® una base militar para promover una de las iniciativas en las que el nieto de Isabel II est¨¢ m¨¢s involucrado. El pr¨ªncipe charl¨® con el presidente y con la primera dama sobre los juegos Invictus, un evento deportivo para excombatientes heridos en zonas de guerra.

El hijo menor del pr¨ªncipe Carlos y Diana de Gales, quinto en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono brit¨¢nico, brome¨® en el Despacho Oval de la Casa Blanca sobre la similitud entre su iniciativa y los juegos Warrior, que desde 2010 se organizan anualmente en Estados Unidos para veteranos de guerra heridos o discapacitados. "Nos hemos divertido enormemente dise?ando los juegos Invictus al robaros la idea de los juegos Warrior y convertirlos en algo internacional, algo mejor, para ahora devolverlos a este pa¨ªs", dijo Enrique con un tono jocoso en su primera reuni¨®n con Obama.

El mandatario asegur¨® que est¨¢ interesado en promover esa iniciativa, que est¨¢ "uniendo a excombatientes heridos de todo el mundo" y en los que "no solo vemos los sacrificios que hacen, sino sus incre¨ªbles contribuciones, su fuerza y su valent¨ªa". El pr¨ªncipe brit¨¢nico organiz¨® en septiembre de 2014 la primera edici¨®n de estos juegos y tiene previsto celebrar una nueva ronda en mayo de 2016 en Orlando (EE UU), una segunda edici¨®n que reunir¨¢ a 500 soldados de 15 pa¨ªses distintos para jugar a todo tipo de deportes, como v¨®ley o rugby en silla de ruedas.

Obama, adem¨¢s, agradeci¨® tambi¨¦n al pr¨ªncipe brit¨¢nico su servicio en la guerra de Afganist¨¢n y lo consider¨® "una muestra de la relaci¨®n especial" entre Estados Unidos y Reino Unido. A sus 31 a?os, el pr¨ªncipe Enrique dijo adi¨®s al Ej¨¦rcito el pasado junio tras una d¨¦cada de servicio, que le llev¨® en dos ocasiones a combatir en Afganist¨¢n (en 2007 y en 2012), para centrarse en sus deberes mon¨¢rquicos y sus labores m¨¢s humanitarias.

Pero ¨¦l se ha mantenido vinculado a los militares, as¨ª que durante su quinta visita oficial a Estados Unidos ¨Cpa¨ªs que tiene previsto abandonar este jueves¡ª tambi¨¦n visit¨® ayer la base de Fort Belvoir en Virginia junto a la primera dama de EE UU, Michelle Obama, y la esposa del vicepresidente estadounidense, Jill Biden. Los tres se sentaron entre el p¨²blico para ver un partido de baloncesto en silla de ruedas de los Wounded Warriors. Antes, Michelle Obama, en tono jocoso, se disculp¨® con el pr¨ªncipe "por todas las medallas de oro que los americanos ganar¨¢n en los pr¨®ximos juegos Invictus".

"Sin duda, mis dos misiones en Afganist¨¢n cambiaron la direcci¨®n de mi vida. Hay muy pocas cosas que pueden prepararte verdaderamente para la realidad de la guerra. Las experiencias pueden ser duras y duraderas", afirm¨® el nieto de Isabel II en un discurso en la base militar, quien a?os atr¨¢s caus¨® un gran revuelo al recordar los horrores de la guerra vividos durante sus misiones.

Enrique argument¨® que uno de los mayores retos que afrontan los veteranos es el "miedo a pedir ayuda debido al estigma que rodea la salud mental", y record¨® que el estr¨¦s postraum¨¢tico "no solo afecta a los excombatientes", sino a todo tipo de personas, por lo que anim¨® a que se vaya rompiendo este tab¨².