Qu¨¦ divertido trabajar

En 1995, la banda brit¨¢nica Pulp publicaba un tema titulado Common people. La canci¨®n, tal vez el mayor himno generacional de la d¨¦cada de los noventa, narra la historia de una chica pija griega que estudia escultura en la St Martin's londinense y un d¨ªa le pide a Jarvis Cocker que le ense?e c¨®mo vive la gente normal. El tema es el testimonio de una ¨¦poca en la que las ¨¦lites econ¨®micas y sociales a¨²n ten¨ªan cierto inter¨¦s por lo que le pasaba al resto del mundo. Eso s¨ª, miraban mucho y comparaban poco. L¨®gico. Entonces a¨²n hab¨ªa trabajo, por lo que laburar no pose¨ªa este marchamo de exclusividad que tiene desde 2008.

Hace unas semanas fui a un viaje profesional acompa?ado por unos seres humanos que jam¨¢s hab¨ªan pisado una instituci¨®n p¨²blica en su vida. No cuestionaban nada de sus trabajos o de sus vidas, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n comentario despectivo al respecto de cierta ropa excesivamente barata. Probablemente, ganan sueldos de mierda y trabajan mucho. Pero hacen lo que les gusta. Y eso es lo importante: pas¨¢rselo bien. Para todo lo dem¨¢s, pap¨¢. As¨ª, si te quejas de algo referente a tu curro te miran con estupor y hasta miedo. Ellos son turistas laborales y han venido aqu¨ª a sacarse la foto. Por eso, si alg¨²n d¨ªa vuelve a haber trabajo en cantidades alejadas del concepto edici¨®n limitada, este probablemente dejar¨¢ de interesarles. Entonces, abandonar¨¢n sus puestos y se pondr¨¢n a emprender a lo loco. Los que lleguen despu¨¦s, como siempre ha pasado, lo encontrar¨¢n todo hecho unos zorros. Pero esta vez no valdr¨¢ con pasar la fregona. Hay mucho que ya ha quedado inutilizado de por vida.