El armario de Margaret Thatcher divide a los brit¨¢nicos

Era una buena historia. Los medios brit¨¢nicos informaron de que el Victoria and Albert, museo londinense de arte y dise?o, hab¨ªa declinado la compra del armario de Margaret Thatcher, alegando que solo adquieren piezas de destacado valor est¨¦tico o calidad t¨¦cnica. Una manera educada de decir ¡ªesto es Inglaterra¡ª que la ropa de la dama de hierro no ten¨ªa la categor¨ªa suficiente para ser exhibida en su museo. Las opiniones a favor y en contra no tardaron en llegar. Cr¨ªticos de moda, como Alexander Fury, del diario The Independent, aplaudieron la decisi¨®n. En cambio, figuras del partido conservador como el alcalde de Londres Boris Johnson y el secretario de cultura, John Whittingdale, la lamentaron. La irreverente dise?adora Vivienne Westwood, muy cr¨ªtica con la pol¨ªtica conservadora, tambi¨¦n tom¨® parte en el debate y afirm¨® que, aunque no es fan suya, es innegable que la pol¨ªtica vest¨ªa bien y ten¨ªa un gusto "fant¨¢stico". Dos a?os y medio despu¨¦s de su muerte, la ex primera ministra sigue dividiendo a los brit¨¢nicos.

El debate fue calde¨¢ndose hasta que Nicholas Coleridge, presidente de la instituci¨®n, neg¨® la noticia durante una entrevista en la radio de la BBC . Era imposible que hubiesen dejado pasar la oportunidad, dijo, porque nunca recibieron una oferta formal de los hijos de Thatcher, Carol y Mark. Coleridge, que a su vez preside el grupo editorial Cond¨¦ Nast, se mostr¨® "sorprendido y estupefacto" por la informaci¨®n difundida en primer lugar por el Daily Telegraph. Confirm¨® que se mantuvieron conversaciones informales con la familia Thatcher har¨¢ unos tres o cuatro a?os, pero que nunca se recibi¨® una oferta firme, algo que Carol Thatcher corrobor¨® en una conversaci¨®n personal con Coleridge.

Es posible que el jaleo haya llevado al Victoria and Albert a cambiar de postura, y ahora resulta probable que el museo termine adquiriendo alguna prenda de la ¨²nica primer ministro mujer que ha tenido Reino Unido. Coleridge declar¨® que su equipo est¨¢ interesado y considera comprar alguna prenda. "Lady Thatcher utiliz¨® la moda como arma pol¨ªtica y conoc¨ªa el poder de la ropa", anunci¨®. "Ser¨ªa apropiado que uno o dos de sus vestidos y bolsos se mostrasen junto a la ropa de Isabel I y la camisa que Carlos I llev¨® en su ejecuci¨®n".?

Los efectos personales de la ex primera ministra saldr¨¢n a la venta en diciembre en la casa? Christie?s, divididos entre una subasta online y una en directo. Entre los 350 lotes est¨¢ uno sus bolsos Launer de cuero azul marino, similar al que en 2011 se vendi¨® con fines ben¨¦ficos por 25.000 libras (unos 35.000 euros). La dirigente ten¨ªa tanto apego a sus bolsos que durante la d¨¦cada de los ochenta se acu?¨® el verbo "bolsear" para definir un ataque implacable, en alusi¨®n a la actitud despiadada y en¨¦rgica de Thatcher en las reuniones de gobierno.

Como hija de costurera, Thatcher era consciente de la importancia de su atuendo. A medida en la que fue haci¨¦ndose m¨¢s poderosa, fue depurando su estilo; apart¨® los sombreros, las blusas de lazada y los adornos y se decant¨® por trajes de chaqueta sobrios que ejerc¨ªan de armadura pol¨ªtica. El collar de perlas fue de lo ¨²nico que no se desprendi¨®. Sus asesores de imagen le aconsejaron que lo guardase en el joyero, pero ella se neg¨® al tratarse de un regalo de su marido Denis cuando nacieron sus gemelos. No todo el vestuario de la gobernante se compon¨ªa de funcionales trajes de chaqueta. La venta de Christie?s incluye su vestido de novia de terciopelo azul (precisamente el color del partido tory) que combin¨® con un tocado de plumas de avestruz, as¨ª como un collar art dec¨® de esmeraldas y diamantes de Chaumet con un precio estimado de 250.000 euros.

Las subasta seguir¨¢ avivando el debate en torno a una figura que levanta unas pasiones poco comunes en una sociedad tan atemperada como la brit¨¢nica.