Juntos hacia una Europa mejor
Existe un espacio claro para que el Reino Unido pueda acomodar su situaci¨®n en una UE reformada
El primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, ha lanzado un proceso de conversaciones con sus socios comunitarios para lograr una Europa ¡°m¨¢s flexible, adaptable y abierta¡±, que concluir¨¢ con un refer¨¦ndum por la permanencia del Reino Unido en la Uni¨®n Europea antes de finales de 2017.
Ni qu¨¦ decir tiene que el ¨¦xito del proceso resulta de un inter¨¦s m¨¢ximo para un pa¨ªs como Espa?a, al que le unen v¨ªnculos muy estrechos con el Reino Unido, empezando por los al menos 300.000 brit¨¢nicos que viven en tierras espa?olas y los decenas de miles de espa?oles (sobre todo j¨®venes) que han optado por ir a vivir al Reino Unido, en su mayor¨ªa a lo largo de los ¨²ltimos a?os.
Como en toda negociaci¨®n, sabemos que no ser¨¢ sencillo llegar a un acuerdo. Si bien no seremos exhaustivos en las medidas que deber¨¢n negociarse (esto se lo dejamos a los Jefes de Estado y de Gobierno), s¨ª que van aqu¨ª algunas l¨ªneas que creemos ofrecen una muestra de que existe un espacio claro para una Mejor Europa en el continente. No obstante, los beneficios de la permanencia en la Uni¨®n Europea est¨¢n claros: adem¨¢s de un espacio de 500 millones de personas con quien negociar libremente, constituimos un bloque de 28 Estados que nos permite enfrentarnos de una forma m¨¢s eficaz a los retos del mundo globalizado. Y aqu¨ª, por supuesto, el Reino Unido tiene que estar.
Una de las cuestiones en las que coincidimos es que el manido eslogan de ¡°m¨¢s Europa¡± (entendido como una mayor cesi¨®n de soberan¨ªa) no es siempre la mejor opci¨®n para los europeos. De hecho, los principios de proporcionalidad y subsidiariedad, imperantes en la Uni¨®n Europea, demuestran que lo importante es que el ciudadano sea servido de la forma m¨¢s ¨²til posible, y eso implica que la Uni¨®n Europea s¨®lo debe actuar cuando las entidades pol¨ªticas m¨¢s cercanas al ciudadano no sean capaces que resolver el problema de un modo satisfactorio. En este mismo sentido, los parlamentos nacionales (¨®rganos donde reside la soberan¨ªa nacional) podr¨ªan, y deber¨ªan, jugar un papel m¨¢s participativo en el proyecto europeo. Hasta la fecha, las f¨®rmulas introducidas en el Tratado de Lisboa no han funcionado del todo, con lo que el margen de mejora es amplio.
El manido eslogan de ¡°m¨¢s Europa¡± no es siempre la mejor opci¨®n para los europeos
El Reino Unido apoya plenamente el proceso de integraci¨®n de la eurozona, un proceso que al mismo tiempo tiene que respetar los derechos de los pa¨ªses que no van a formar parte de la moneda ¨²nica. Al mismo tiempo, todos entendemos que existe un ¨¢mbito en el que claramente la Uni¨®n Europea en su conjunto s¨ª debe actuar con m¨¢s contundencia: el mercado ¨²nico. En especial, en lo relativo al mercado ¨²nico digital y a la uni¨®n energ¨¦tica, elementos ambos a¨²n en construcci¨®n, y donde la Uni¨®n Europea tiene un gran potencial. En un mundo cada vez m¨¢s competitivo, es vital que la Uni¨®n Europea aproveche todos sus recursos para defender los intereses de sus ciudadanos y empresas. Juntos somos m¨¢s fuertes. El mercado ¨²nico es el activo m¨¢s importante que tenemos y nuestra v¨ªa principal para mejorar la posici¨®n de nuestros pa¨ªses y nuestras empresas en el tablero mundial, en particular, de las pymes. Y, sobre todo, no debe ser un escollo a la hora de luchar contra las graves tasas de desempleo a¨²n existentes en demasiados Estados.
Somos plenamente conscientes de que existen temas sobre la mesa que son m¨¢s complicados, como las condiciones para acceder a las prestaciones sociales. No obstante, confiamos en la voluntad del Gobierno del Reino Unido, de sus dem¨¢s socios en la Uni¨®n Europea, incluyendo a Espa?a, y de las instituciones comunitarias de llegar a un acuerdo satisfactorio. Y consideramos que existe un espacio claro para que el Reino Unido pueda acomodar su situaci¨®n en una Uni¨®n Europea reformada, con un resultado que beneficie a los 28 Estados miembros y que consiga alejar el fantasma del Brexit. Sin duda alguna, la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea provocar¨ªa un punto de inflexi¨®n con consecuencias impredecibles tanto para brit¨¢nicos como para el proyecto comunitario en su conjunto.
Simon Manley es embajador del Reino Unido en Espa?a; Paula Lamoso es investigadora especializada en proceso de integraci¨®n e instituciones de la UE y Salvador Llaudes es investigador especializado en Uni¨®n Europa. Firman esta tribuna junto al resto de integrantes del grupo Con Copia a Europa @CCEuropa.
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