Adi¨®s, maestro
En un mundo m¨¢s necesitado que nunca de un pensamiento cr¨ªtico, profundo y sin concesiones, Andr¨¦ Glucksmann se nos va dej¨¢ndonos m¨¢s solos y empobrecidos. ¡°Un intelectual ¡ªdec¨ªa¡ª ha de ser pesimista, un profeta del desastre, alguien capaz de descubrir entre la semilla la flor venenosa¡±. Y nos abandona precisamente ahora que el mundo parece haberse impregnado con el sabor de esa papilla indigerible que representa el optimismo contra viento y marea, donde los pesimistas no caben o son tratados como peligrosa materia t¨®xica.¡ª Emilio Castell¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.