El condicional electoral

Tenemos un l¨ªo en los diarios con el condicional. Se usa cuando no se debe, y no se usa cuando se debe.

Sabida es la tendencia de los periodistas a ampararse en ese tiempo verbal cuando no est¨¢n seguros de algo, situaci¨®n en la cual har¨ªan mejor en confirmar la noticia... o call¨¢rsela; sin olvidar la posibilidad de atribu¨ªrsela a una fuente fiable (¡°la polic¨ªa sospecha que el concejal delinqui¨®¡±, en vez de ¡°el concejal habr¨ªa delinquido¡±). Y ahora observamos, en contraste con ese abuso, la cicater¨ªa con que se administra el condicional cuando corresponde usarlo para informar sobre los deseos de candidatos y partidos. As¨ª, han sido vistos merodeando por p¨¢ginas y ciberp¨¢ginas titulares como ¡°Ciudadanos suprimir¨¢ el Senado¡± o ¡°El PSOE desmontar¨¢ todas las reformas judiciales del PP¡±.

Con ellos se da por cierto que tales proyectos se har¨¢n realidad, o que al menos el periodista conf¨ªa mucho al respecto. Y si ya se ha comprobado lo dif¨ªcil que resulta cumplir las promesas cuando se han ganado las elecciones, m¨¢s deber¨ªamos desconfiar si todav¨ªa ni siquiera se han celebrado.

Ese condicional tan profanado para travestir conjeturas como noticias (por ejemplo, ¡°el alcalde tendr¨ªa una cuenta en Andorra¡±) es precisamente el adecuado para su uso cuando se trata de promesas electorales. Por tanto, disponemos de ¨¦l para escribir bien ¡°Ciudadanos suprimir¨ªa el Senado¡± o ¡°el PSOE desmontar¨ªa todas las reformas judiciales del PP¡±.

En una oraci¨®n como ¡°el alcalde tendr¨ªa una cuenta en Andorra¡± no contamos con muchos datos para imaginar la relaci¨®n entre la condici¨®n y el condicional

En una oraci¨®n como ¡°el alcalde tendr¨ªa una cuenta en Andorra¡± no contamos con muchos datos para imaginar la relaci¨®n entre la condici¨®n y el condicional. ?Tendr¨ªa el alcalde una cuenta si la tuviera? ?Tendr¨ªa una cuenta si todo fuera legal? ?La tendr¨ªa si le hici¨¦ramos entre todos una transferencia? ?Creemos que la tendr¨¢ en el futuro o que quiz¨¢s la tiene en el presente?

En cambio, si escribimos ¡°Ciudadanos suprimir¨ªa el Senado¡± deduciremos con claridad el contexto que nos falta: ¡°¡­ si ganara las elecciones¡±. Porque, como explica la Gram¨¢tica de la Academia (p¨¢gina 1784), en las oraciones condicionales ¡°el contexto hipot¨¦tico del que se habla no siempre est¨¢ verbalizado¡±. En el caso de decir ¡°yo me comprar¨ªa una casa en las Bahamas¡±, ya se entiende que lo har¨ªa si pudiera. Y en ese caso, alguien que me haya o¨ªdo puede a su vez asegurar que yo tendr¨ªa una casa en las Bahamas, significado verbal que no equivale al que se pretende con ¡°el alcalde tendr¨ªa una cuenta en Andorra¡±.

Con ese ¡°tendr¨ªa¡± sobre la supuesta cuenta se nos quiere decir que el alcalde la tiene¡­ o que quiz¨¢s no, porque no se sabe con certeza. Mientras que con mi casa en las Bahamas queda claro que no la tengo. De hecho, ahora mismo ni siquiera s¨¦ muy bien d¨®nde est¨¢n realmente las Bahamas.