Cuando la rival vive en casa

Es un hecho indiscutible que la fama, las redes sociales y la cultura actual premia la juventud. Ya se quejaba hace unos meses la actriz Anne Hathaway de que, a sus 33 a?os, perd¨ªa papeles contra actrices que est¨¢n en sus 20. Y aunque las cosas parezcan cambiar poco a poco y los est¨¢ndares de belleza alargarse en el tiempo, con actrices como Cate Blanchett o Naomi Watts; la realidad es que a¨²n domina la juventud y las celebridades no pueden escapar de estas imposiciones. ¡°Despu¨¦s de todo, estamos en un momento cultural en el que las mujeres han sido animadas a invertir en su apariencia a lo largo de su vida y se las ha premiado por parecer j¨®venes mientras cumpl¨ªan a?os¡±, dice Audrey D. Brashich, autora del libro All Made Up: A Girl's Guide to Seeing Through Celebrity Hype to Celebrate Real Beauty (Todo inventado: Una gu¨ªa de chicas para ver a trav¨¦s de la fama y celebrar la belleza real).

Estas mismas mujeres se ven ahora eclipsadas por sus hijas, copias de ellas a esa edad. Es el caso de Vanessa Paradis, y la nueva it girl, su hija Lily-Rose Depp. O el de Reese Witherspoon y su primog¨¦nita, Ava Elizabeth Phillippe, a quien cada vez se ve m¨¢s en eventos p¨²blicos y alfombras rojas. O el de Julianne Moore y su hija Liv Helen Freundlich. Para algunas, hacerse camino en su belleza actual a los 40 o los 50 a?os puede ser especialmente complicado, viendo c¨®mo los ideales de belleza y expectativas pasan por delante de ellas. ¡°En Hollywood la imagen es fundamental. Nos imponen que solo podamos identificarnos o aspirar a ser actrices de veintitantos. Eso es lo que tenemos que cambiar¡±, dijo la actriz canadiense Charlotte Le Bon, que abandon¨® su carrera de modelo, precisamente para huir de la tiran¨ªa de la juventud.

Otro claro ejemplo de madre e hija que son como dos gotas de agua pero en d¨¦cadas diferentes, es el caso de Cindy Crawford y su hija, Kaia Gerber. La top model lo confesaba en su reciente libro de memorias y manual de estilo de vida, Becoming. ¡°Me gustar¨ªa decir que fue f¨¢cil para m¨ª cumplir a?os¡±, escribe. ¡°Siempre bromeo con mi hija ¨Ctodo el mundo est¨¢ de acuerdo que es un mini yo¨C y le digo: ¡®Tienes el pelo que yo ten¨ªa: lo quiero de vuelta¡¯. O ¡®Tienes las piernas que yo ten¨ªa: las quiero de vuelta¡±.

Brashich opina que la llamada age compression, o c¨®mo las empresas dirigen sus productos para adultos a ni?as cada vez m¨¢s peque?as lleva aparejado una infantilizaci¨®n de las mujeres adultas. Y, por lo tanto, una competitividad entre mujeres de distintas edades. Para intentar encontrarse en un punto valorado por todos, las madres pasan por el quir¨®fano para parecerse a sus hijas, y las hijas refuerzan su aspecto adulto para no parecer ni?as. El clan Kardashian y su matriarca Kris Jenner o las modelos del momento Bella y Gigi Hadid y su madre la exmodelo y estrella del reality show Real Housewives of Beverly Hills ser¨ªan ejemplos claros de este fen¨®meno.