Cad¨¢veres en cajas de madera
Asombra lo pronto que se ha olvidado que desde 1958 a 2011 en Espa?a el terrorismo de ETA llenaba cajas de madera con hombres y mujeres que no hab¨ªan ido a ninguna guerra
Noviembre est¨¢ siendo un mes dif¨ªcil para las v¨ªctimas y familiares del terrorismo. Dif¨ªcil por el dolor, la angustia y el sufrimiento que se siente cuando alguien decide, en nombre de Al¨¢, acabar con tu vida de manera tan brutal, como ha ocurrido en Par¨ªs y en otros lugares. Tras estos recientes atentados de los yihadistas en distintas parte del mundo, los ciudadanos esperan que los pol¨ªticos ¡ªlos pol¨ªticos espa?oles, por ejemplo¡ª est¨¦n a la altura de las circunstancias. Muchos de ellos no lo estuvieron cuando se produjo el ataque contra los trenes de Atocha el 11 de marzo de 2004 en Madrid. Que est¨¦n a la altura y que conozcan el terreno en el que se tienen que mover en pol¨ªtica internacional. Y que la demagogia barata no la utilicen en temas que afectan directamente a todos los ciudadanos y que pueden cambiar nuestras vidas de forma radical.
El se?or Pablo Iglesias, candidato de Podemos a las elecciones del 20 de diciembre, declar¨® hace unos d¨ªas que si Espa?a decide mandar soldados a Siria e Irak cabe la posibilidad de que vuelvan en cajas de madera. Asombra lo pronto que se ha olvidado que desde 1958 a 2011 en este pa¨ªs, Espa?a, el terrorismo de ETA llenaba cajas de madera con hombres y mujeres que no hab¨ªan ido a ninguna guerra. Cientos de guardias civiles y polic¨ªas asesinados en Euskadi volv¨ªan a sus pueblos en cajas de madera acompa?ados de unas madres con zapatillas de pa?o negras. Sal¨ªan de sus pueblos para recoger los cad¨¢veres de sus hijos casi a escondidas y durante muchos a?os solo un pol¨ªtico, Gregorio Ord¨®?ez, acompa?aba a esas familias en el duelo. Por cierto, Gregorio Ord¨®?ez muri¨® asesinado por ETA. Impartir clases en la universidad para muchos profesores era un acto diario de valent¨ªa.
Durante los a?os de terrorismo en Espa?a, que fueron muchos, el candidato de Podemos no hubiese podido llevar el lacito rojo y amarillo que portaba en su sudadera porque, cuando menos, le habr¨ªan abucheado o le habr¨ªan hecho la vida imposible. Muchas personas est¨¢n en los cementerios solo por pensar de manera diferente, por ser pol¨ªticos que no comulgaban con la doctrina de una organizaci¨®n terrorista como ETA. Resulta sorprendente que el se?or Iglesias, profesor de Universidad, no se haya enterado de parte de la historia de este pa¨ªs.
Cuando uno asume adentrarse en la pol¨ªtica debe pensar bien lo que dice antes de pronunciar determinadas palabras, sobre todo cuando van dirigidas a millones de ciudadanos. Es lo menos que se espera de alguien que aspira a gobernar este pa¨ªs. No soy partidaria de las guerras, ni creo en la cadena perpetua para los terroristas. Conozco al chivato que pas¨® la informaci¨®n a ETA para que fueran a matarnos con una bomba a mi hijo de a?o y medio, a mi esposo y a m¨ª. Soy incapaz de increparle o insultarle. Medir las palabras nunca est¨¢ de m¨¢s cuando lo que se desea es llegar a Moncloa.
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