Falta de seriedad

Mientras Fran?ois Hollande, Barack Obama, Vlad¨ªmir Putin y Angela Merkel se mueven en el tablero de la crisis desatada por el terrorismo, Mariano Rajoy se ocupaba ayer de comentar los partidos de la Champions League para la cadena Cope. No hay mucho m¨¢s que decir sobre la falta de seriedad mostrada por el presidente candidato, que ofrece la imagen de aislarse de sus aliados internacionales y poner sordina a la inquietud causada por la amenaza yihadista.

Su ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, se permite decir que EL PA?S no va a fijar la estrategia del Gobierno espa?ol. Nada m¨¢s lejos de nuestra intenci¨®n: lo que hace falta saber es si existe tal estrategia. Por el momento, Espa?a se encuentra al margen de los numerosos contactos que est¨¢n produci¨¦ndose entre los principales socios y aliados de nuestro pa¨ªs.

El anuncio del env¨ªo de 650 militares alemanes a Mal¨ª, para aliviar las tareas de las fuerzas francesas, deja a¨²n m¨¢s en evidencia la ambigua actitud del Gobierno de Rajoy. ?A qu¨¦ espera, exactamente? Seg¨²n las declaraciones del ministro de Defensa, se trata de aguardar a que Fran?ois Hollande pida algo. Los gobernantes espa?oles deber¨ªan tomar nota de que el primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, recalca en voz alta que su pa¨ªs est¨¢ abierto ¡°a cualquier ayuda que alivie nuestras operaciones en el exterior¡±; una postura bastante l¨®gica por parte de un Estado que mantiene movilizados a 20.000 militares en misiones fuera de su territorio, y a otros 10.000 en el refuerzo de la seguridad interior.

Y lo que resulta de todo punto incre¨ªble es que ni el jefe del Gobierno ni el dirigente del PSOE, Pedro S¨¢nchez, asistan hoy a la reuni¨®n del pacto antiterrorista en la que se va a formalizar la incorporaci¨®n de Ciudadanos y de otros partidos. Cuando llega la oportunidad de mostrar un amplio consenso, los l¨ªderes de las dos fuerzas creadoras del pacto transforman lo que podr¨ªa ser un ¨¦xito en sendas ausencias. M¨¢s coherente es la actitud de Albert Rivera, que ha decidido acudir aunque no lo hagan Rajoy ni S¨¢nchez; como tambi¨¦n lo es la de Podemos, que, pese al desacuerdo sobre el pacto en s¨ª, enviar¨¢ un representante para dejar clara su voluntad de participar en todo lo relacionado con la lucha antiterrorista.

Comportarse como don Tancredo es una mala se?al para los ciudadanos. No estamos hablando aqu¨ª de empe?arse en aventuras militares, sino de responder al compromiso activado por la UE de prestar ¡°ayuda y asistencia, con todos los medios a su alcance¡±, al pa¨ªs ¡°objeto de una agresi¨®n armada en su territorio¡± ¡ªen este caso, Francia¡ª como reza el art¨ªculo 42.7 del Tratado de la Uni¨®n Europea. Tampoco se trata de repetir los errores cometidos por el Gobierno de Aznar con el 11-M, para lo cual es positivo el contraste de los planes del Ejecutivo de Rajoy con los de otros partidos. A condici¨®n, claro est¨¢, de que los planes existan.

Lo que no tiene un pase es aplazar la respuesta a un problema de seguridad por causa de elecciones. Lo mismo que pretender que la ciudadan¨ªa vote sin saber cu¨¢l es la posici¨®n de los candidatos respecto a un asunto tan sensible.