Marc, el conquistador
Es incre¨ªble hasta d¨®nde ha llegado Marc Gasol. Y todo lo ha conseguido gracias a su esfuerzo y a su val¨ªa
Carta de la semana: Marc, el conquistador
Leyendo el reportaje Marc Gasol, rey de Memphis, del pasado 15 de noviembre, pienso que, cuando hace 30 a?os Fernando Mart¨ªn puso una pica en Portland (Oreg¨®n), no pod¨ªamos imaginarnos que otro espa?ol 30 a?os m¨¢s tarde convertir¨ªa esa pica en un cetro: el de mejor p¨ªvot de la NBA. Es incre¨ªble hasta d¨®nde ha llegado Marc Gasol. Y todo lo ha conseguido gracias a su esfuerzo y a su val¨ªa con la constante y clara referencia de su hermano Pau.
Diego Moraleda Jim¨¦nez. Membrilla (Ciudad Real)
El ¡®trabajo¡¯ m¨¢s antiguo
Tengo un gran respeto a Rosa Montero y por ello debo comunicarle que en sus declaraciones del pasado 8 noviembre en Las prostitutas y el machismo hay errores de razonamiento que caen por su peso.
Basta ya de identificar ¡°el feminismo¡± con la necesidad de la legalizaci¨®n de la prostituci¨®n en virtud del derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo. La prostituci¨®n surge de una sociedad y mentalidad retr¨®gradas y machistas, en la que se cosifica el cuerpo de una mujer. Si se da v¨ªa libre a este trabajo, se est¨¢ perpetuando la misma mentalidad que humilla, veja y minusvalora a cualquier mujer por el hecho de serlo.
Basta ya de ser tan simple y considerar que todas las mujeres no quieren la prostituci¨®n por mojigater¨ªa. Yo, como muchas de ellas, no me considero ni puritana, ni rechazo el sexo cuando quiero. Pero considero que el hecho de que tan solo una mujer quiera ¡°vender su cuerpo¡±, por un tiempo, provoca que se siembre la duda entre la libertad y el sometimiento contra su voluntad. Y eso me preocupa. Seamos conscientes de que no podemos beneficiarnos de nuestro cuerpo comerciando con ¨¦l si esto conlleva la violaci¨®n pagada, el sometimiento consentido, la cosificaci¨®n voluntaria, porque ello provoca lo que el feminismo pretende erradicar: la desigualdad entre una mujer y un hombre, por muy bien pagada que est¨¦.
Eva M? Ben¨¦itez Prieto. Zamora
Pintar personajes
?Grande, muy grande, Almudena! Como aquella estrofa de la canci¨®n de Mach¨ªn Angelitos negros: ¡°Pintor que pintas con amor¡¡±. As¨ª pinta Almudena Grandes a sus personajes. El pasado 15 de noviembre pint¨® una escena cotidiana, de tantas y tantas mujeres que comenzamos nuestros deberes en casa al amanecer, seguimos con los del trabajo, asumiendo en ocasiones tambi¨¦n el del jefe, solucionando inconvenientes, todo el d¨ªa sin parar. Y en esa carrera fren¨¦tica, agobiadas por las obligaciones, las prisas, a veces cogemos los trenes equivocados, olvidamos las llaves, dejamos la bolsa de la compra en el s¨²per¡
La fatiga despu¨¦s de una jornada interminable nos cierra los ojos, quiz¨¢s para ver mejor y dejarnos llevar por las circunstancias, hacer un par¨¦ntesis en la aplastante rutina. Un bocata de calamares y una cerveza, en los aleda?os de Atocha, es un final feliz de una larga y tortuosa jornada laboral P
Rosa M? Moreno. Granada
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