Aprender otro idioma

El Gobierno que surja de las elecciones del 20 de diciembre tendr¨¢ que resolverse por medio de un pacto entre minor¨ªas, seg¨²n se deduce del ¨²ltimo bar¨®metro del CIS, que coincide con la apertura oficial de la campa?a. Tan es as¨ª que, de ser correctas las estimaciones facilitadas por el instituto demosc¨®pico oficial, el partido que m¨¢s intenci¨®n de voto registra, que es el PP, se encuentra ahora al nivel del PSOE de hace cuatro a?os, claro perdedor de aquellos comicios.

No es f¨¢cil comprender que con el mismo nivel de voto para el PP (28,6%) del obtenido por el PSOE en 2011, el CIS atribuya ahora al partido de Mariano Rajoy bastantes m¨¢s esca?os de los logrados por los socialistas en 2011; pero tampoco resulta inveros¨ªmil. Lo destacado es que todas las encuestas conocidas presentan al ganador muy alejado de la mayor¨ªa absoluta. La trascendencia del pacto necesario va mucho m¨¢s all¨¢ de apoyos puntuales, porque har¨¢ falta en la investidura del jefe del Gobierno, pero tambi¨¦n para todos los pasos importantes de la siguiente legislatura y para hacer frente a mociones de censura.

Ante ese estado de la cuesti¨®n, no hay duda de que nos encontramos en plena transici¨®n hacia una nueva cultura pol¨ªtica, mucho m¨¢s parecida a la de gran parte de Europa. Lo que ocurre es que en Espa?a no hay costumbre. Las experiencias de coalici¨®n en las autonom¨ªas han resultado lo suficientemente discutibles como para avalar la f¨®rmula. Y sin embargo, esa nueva cultura pol¨ªtica responde a un deseo mayoritario: pr¨¢cticamente seis de cada diez espa?oles no quieren otra mayor¨ªa absoluta. Los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, empujan con fuerza, mientras el PSOE no logra frenar su ca¨ªda.

El ambiente de relativa banalidad en que se ha desarrollado la precampa?a de los partidos contrasta con los graves problemas (independentismo catal¨¢n, terrorismo yihadista) que han pesado sobre los ¨²ltimos meses. A estos serios asuntos hay que sumar la necesidad de tomar decisiones en el terreno econ¨®mico y social: c¨®mo financiar las pensiones y de d¨®nde recortar para cumplir con el objetivo de d¨¦ficit fijado por la Comisi¨®n Europea (salvo que el futuro Ejecutivo sea capaz de alterar el criterio de Bruselas). Y en el terreno pol¨ªtico, ser¨¢ necesario abordar la reforma de la Constituci¨®n.

El porte de estas tareas es muy grande para un partido ganador que, salvo fracaso de los pron¨®sticos, dispondr¨¢ de mucho menor respaldo en votos y esca?os que durante la legislatura reci¨¦n terminada. Si los resultados reales de las elecciones se aproximaran a la estimaci¨®n del CIS, las combinaciones aritm¨¦ticamente posibles ser¨ªan del PP con Ciudadanos o con el PSOE, al margen de las dificultades que implique cada una de ellas. Mariano Rajoy habr¨¢ de gestionar la situaci¨®n resultante.

La ¨²ltima reflexi¨®n es que, tras el tiempo de no campa?a, ser¨ªa deseable que la campa?a oficial, abierta desde anoche, acerque a los ciudadanos m¨¢s claramente a los desaf¨ªos que les esperan. Entre ellos, la necesidad de aprender un nuevo idioma pol¨ªtico para tratar de normalizar la cultura del pacto.