?Deber¨ªa utilizar mascarilla en la ciudad?
La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica hace necesario protegerse para respirar mejor. ?C¨®mo lo hacemos? ?Qu¨¦ herramientas usamos?
Es posible que hay¨¢is visto a gente llevando mascarillas cuando se desplazan por la ciudad (o que la us¨¦is vosotros mismos). En 2012, los atletas estadounidenses llegados a Pek¨ªn para participar en los Juegos Ol¨ªmpicos llevaban mascarillas de filtraci¨®n del aire (llamadas respiradores) para evitar una esperada y r¨¢pida disminuci¨®n de su rendimiento deportivo causada por la exposici¨®n a los elevados niveles de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica (por una inflamaci¨®n que afecta a la capacidad de las v¨ªas respiratorias y de los pulmones).
Como investigadores en salud ambiental, en CREAL (centro aliado de ISGlobal) se nos pregunta a menudo nuestra opini¨®n sobre si realizar ejercicio en una zona con contaminaci¨®n atmosf¨¦rica supone un riesgo para la salud. Lo que solemos decir es que los beneficios de realizar actividades deportivas al aire libre, como ir al trabajo en bicicleta, superan a los posibles perjuicios de una exposici¨®n potencialmente mayor a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, como la causada por las emisiones del tr¨¢fico circundante. A largo plazo, es recomendable incorporar la pr¨¢ctica de ejercicio en la rutina diaria, como por ejemplo ir al trabajo en bicicleta, no solo desde el punto de vista de los beneficios que conlleva para la salud personal, sino tambi¨¦n desde el punto de vista de los beneficios que aporta a los habitantes de la ciudad, ya que supone que hay un veh¨ªculo menos que causa contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y ruido, riesgo de accidente o atasco.
Si bien se trata de una recomendaci¨®n general, los grupos de poblaci¨®n sensibles (como las personas que padecen asma) pueden optimizar el beneficio mediante la aplicaci¨®n de estrategias de gesti¨®n del riesgo, como evitar el tr¨¢fico en la medida de lo posible o utilizar mascarillas. Estas estrategias deber¨ªan considerarse ¨²nicamente como una respuesta a corto plazo a un gran problema que tiene una dimensi¨®n m¨¢s a largo plazo: demasiada contaminaci¨®n atmosf¨¦rica en las ciudades conlleva un riesgo para todos nosotros, independientemente del modo de transporte utilizado, la profesi¨®n o las actividades sociales. Necesitamos, sobre todo, que las ciudades se conviertan en lugares m¨¢s limpios para respirar, de modo que vivamos m¨¢s tiempo y de manera m¨¢s productiva, ya que es sabido que un elevado nivel de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica reduce la longevidad y el desarrollo infantil.
Es mucho mejor utilizar una mascarilla para ciclistas que un pa?uelo de algod¨®n
A pesar de que las fuentes de emisi¨®n siguen estando presentes, una posible estrategia para reducir la exposici¨®n a los elevados niveles es evitar dichas fuentes, por ejemplo, utilizar las calles secundarias de las ciudades para evitar atascos de camino al trabajo o durante el ejercicio. Otra estrategia es utilizar una mascarilla similar a la utilizada por los atletas estadounidenses en Pek¨ªn.
Existen mascarillas de uso profesional que protegen contra distintas part¨ªculas contaminantes y ofrecen diferentes grados de comodidad (por ejemplo, en cuanto a frecuencia respiratoria). Por ejemplo, un carpintero profesional puede utilizar una mascarilla de uso industrial, que evita la inhalaci¨®n de part¨ªculas de polvo de madera. Hay mascarillas que se venden como productos id¨®neos para una vida urbana ¡°activa¡±, entre ellos mascarillas espec¨ªficas para los desplazamientos al trabajo en bicicleta. Se venden como productos c¨®modos para personas que se desplazan f¨ªsicamente al trabajo, ya que est¨¢n hechas de neopreno (como los trajes para practicar deportes acu¨¢ticos) y llevan ¡ªen lugar de una¡ª dos v¨¢lvulas de filtro, una para el sudor y otra para una frecuencia respiratoria m¨¢s alta, como sucede durante el ejercicio. Sin embargo, estas mascarillas no han sido completamente testadas y su eficacia ante la amplia gama de emisiones procedentes del tr¨¢fico a las que podemos vernos expuestos cuando suben los niveles de contaminaci¨®n en las ciudades no ha sido probada. En general, filtran solo part¨ªculas grandes y algunos gases, pero no las part¨ªculas m¨¢s peque?as (ultrafinas) ni ciertos gases que se sabe son especialmente nocivos para la salud, como el di¨®xido de nitr¨®geno y el mon¨®xido de azufre.
Un estudio cient¨ªfico llevado a cabo en Pek¨ªn y que ten¨ªa como fin de analizar la eficacia de una serie de mascarillas contra la inhalaci¨®n de nuevas part¨ªculas de di¨¦sel puso de manifiesto que, aun cuando era mucho mejor utilizar una mascarilla para ciclistas que un pa?uelo de algod¨®n, estas presentaban una eficacia mucho menor que la de las mascarillas utilizadas por carpinteros. Otro estudio m¨¢s reciente revel¨® que los pacientes con afecci¨®n cardiaca experimentaban menos s¨ªntomas cuando utilizaban una mascarilla de uso industrial. En este mismo estudio, las mascarillas para ciclistas fueron descartadas para el an¨¢lisis de su eficacia sobre la salud debido a que no presentaron resultados significativos en cuanto a su capacidad de protecci¨®n. Dado que las personas con afecci¨®n cardiaca o pulmonar pueden ser especialmente sensibles a los altos niveles de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, en su caso, es recomendable la aplicaci¨®n de estrategias encaminadas a reducir su exposici¨®n y el agravamiento de los s¨ªntomas, una indicaci¨®n tambi¨¦n extensible para personas aquejadas de infecciones respiratorias.
Con independencia de la eficacia ¡ªo no¡ª del filtro, una cuesti¨®n que se debe tener en cuenta cuando se utiliza una mascarilla es que tiene que estar bien colocada y ajustada, de manera que todas las part¨ªculas de aire (y de contaminaci¨®n) que se inhalen penetren a trav¨¦s del filtro. A¨²n cuando la responsabilidad de mejorar la calidad del aire debe ser asumida por las correspondientes autoridades municipales y gubernamentales, al final, utilizar algo como una mascarilla es una decisi¨®n personal. Esta decisi¨®n puede estar motivada por factores culturales y de ¨ªndole pr¨¢ctica. El estudio de Pek¨ªn revel¨® que, aunque las mascarillas (de uso industrial) se toleraban bien, se utilizaban sobre todo durante los desplazamientos a pie en lugar de durante el ejercicio m¨¢s vigoroso en bicicleta.
Mis anteriores colegas del Laboratorio Internacional para la Calidad del Aire y la Salud (Brisbane, Australia) y yo quer¨ªamos saber si los ciclistas estaban dispuestos a utilizar mascarilla y cu¨¢les eran las razones para ello. Brisbane, al igual que Barcelona, posee un maravilloso clima soleado y templado que la hace propicia para el uso de la bicicleta; desafortunadamente, el tr¨¢fico y las emisiones se encuentran tambi¨¦n presentes y afectan a sus habitantes. Aunque en nuestro estudio cient¨ªfico identificamos algunas quejas sobre problemas de salud temporales, sobre todo por parte de personas con un historial de enfermedad respiratoria (por ejemplo, asma), la mayor¨ªa de los participantes mostraron su disposici¨®n a evitar el tr¨¢fico o a utilizar mascarilla cuando se mostraba necesario para su salud. Aunque los participantes consideran que variar de ruta para evitar el tr¨¢fico es una estrategia que reduce considerablemente la exposici¨®n a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica asociada al tr¨¢fico, se mostraron m¨¢s proclives a utilizar mascarilla (siempre y cuando fuese c¨®moda). Asimismo, se sugiri¨® que, para que las rutas para ciclistas resulten atractivas, deber¨ªan estar separadas del tr¨¢fico de las v¨ªas principales a fin de que sean m¨¢s r¨¢pidas y m¨¢s seguras de transitar de camino al trabajo.
Necesitamos, sobre todo, que las ciudades se conviertan en lugares m¨¢s limpios para respirar
En el contexto general de la salud p¨²blica, mis colegas de CREAL han se?alado que el nivel est¨¢ndar de las emisiones procedentes del tr¨¢fico, un tema candente ahora que se ha descubierto que un fabricante de coches manipulaba las pruebas sobre las emisiones es irrelevante. Sostienen que, en general, los coches deber¨ªan ser sustituidos por formas de movilidad activa, ya que el ruido y la actividad f¨ªsica deben ser considerados en su conexi¨®n con sus riesgos y sus beneficios, respectivamente. Hasta que nuestras autoridades municipales resuelvan este reto, existen servicios que permiten saber cu¨¢ndo y d¨®nde la calidad del aire puede ser especialmente mala, como durante las horas punta en la confluencia de las v¨ªas principales. Este tipo de servicio se puede utilizar para planificar una ruta, ya que permite que el usuario identifique la ruta al colegio o al trabajo con mejor calidad del aire.
El proyecto CITI-SENSE, financiado por la Comisi¨®n Europea, est¨¢ desarrollando los sistemas que permiten desarrollar este tipo de servicios mediante la creaci¨®n de mapas de calidad del aire actualizados en tiempo real en varias ciudades europeas. Si te est¨¢s planteando cu¨¢l es el nivel de contaminaci¨®n que ves a tu alrededor, haznos llegar tus reflexiones desde donde te encuentres, descarga para ello la aplicaci¨®n CityAir, disponible para Android y para iOS. La informaci¨®n que nos env¨ªes es confidencial, no obstante servir¨¢ para que autoridades y dirigentes municipales conozcan cu¨¢l es la opini¨®n p¨²blica sobre la calidad del aire. Mientras tanto, piensa si realmente prefieres llevar una mascarilla o una radiante sonrisa, muestra a tu ciudad lo feliz que te sientes de ir en bicicleta y s¨¦ un precursor de sus beneficios para la salud.
Tom Cole-Hunter es investigador en CREAL, centro de investigaci¨®n aliado a ISGlobal
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