Miami cambia el ritmo
El mercado de la m¨²sica latina en EE UU, con 54 millones de hispanos, pierde fuelle. Aunque las ventas son a¨²n millonarias, las nuevas generaciones hablan y cantan en ingl¨¦s y espa?ol
Cuando se entra en alguna de las muchas tiendas latinas de Miami es habitual que suene Bailando, de Enrique Iglesias; Vivir mi vida, de Marc Anthony, o Volv¨ª a nacer, de Carlos Vives. M¨²sica pegadiza que sube el ¨¢nimo e invita a bailar. M¨²sica en espa?ol que funciona en el imperio del ingl¨¦s. Una m¨²sica que ha tenido recientemente su gran cita anual, la entrega de los Grammy Latinos, que acab¨®, una vez m¨¢s, con un rotundo ¨¦xito. La ceremonia de la Academia Latina de Grabaci¨®n, organizadora de un evento que aglutina a todo el mundo latinoamericano, hizo una nueva demostraci¨®n de poder¨ªo y de sentido del espect¨¢culo, en un momento en el que la industria musical, como tantas otras, experimenta una vertiginosa transformaci¨®n por el imparable avance tecnol¨®gico.
En esta ocasi¨®n, la m¨¢xima distinci¨®n, el premio a la mejor grabaci¨®n del a?o, le correspondi¨® a la mexicana Natalia Lafourcade, en una elecci¨®n en la que qued¨® por delante de artistas consagrados y veteranos en estas lides como Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra, Ricky Martin o Julieta Venegas. Lafourcade, sonriente y feliz, abrumada por el reconocimiento que recibieron sus canciones de desamor y a¨²n nerviosa, se dirigi¨® al auditorio: ¡°Dedico esto a M¨¦xico, a los latinoamericanos. Cuidemos nuestras ra¨ªces, nuestro origen, es muy importante llevarlo con nosotros¡±.
Queri¨¦ndolo o no, lo que dijo la cantante mexicana en Las Vegas, la ciudad que desde hace a?os alberga la principal cita de la m¨²sica latinoamericana, apunta al coraz¨®n de un debate controvertido: la salud y la influencia de la m¨²sica en espa?ol en Estados Unidos, un pa¨ªs en el que residen 54 millones de hispanos (casi el 18% de la poblaci¨®n). Un incre¨ªble mercado en potencia (M¨¦xico tiene m¨¢s 125 millones de habitantes), pero que no termina de responder a las expectativas creadas.
En los d¨ªas previos a la entrega de los Grammy, Las Vegas acogi¨® el estreno de un documental de HBO producido por el magnate musical Tommy Mottola titulado La explosi¨®n latina: Una nueva Am¨¦rica, en el que se hace un repaso hist¨®rico de la influencia de los artistas latinos en Estados Unidos. Por el documental desfilan cantantes como Gloria Estefan, Marc Anthony, Jennifer Lopez, Pitbull, Ricky Martin o Romeo Santos, el nuevo rey de la bachata, pero tambi¨¦n se recuerda el papel pionero que tuvieron Xavier Cugat, Ritchie Valens o Jos¨¦ Feliciano. Todos ellos, en el pasado o en el presente, se hicieron un hueco en el panorama musical de Estados Unidos, muy competitivo y siempre atento a los cambios y a fusionar estilos de cualquier parte del planeta.
En la actualidad, la m¨²sica hispana en Estados Unidos est¨¢ a la expectativa, tras el momento ¨¢lgido que vivi¨®, al ritmo de la salsa, a finales de los a?os noventa del siglo pasado. Era la ¨¦poca en la que casi todo (artistas, contratos, discos, actuaciones¡) pasaba por las manos de Emilio Estefan, una de las personas m¨¢s importantes de la historia de la m¨²sica hispana. Su influencia, sin ser la de hace tiempo, sigue siendo notable hoy. De hecho, hace unos d¨ªas el presidente estadounidense, Barack Obama, entreg¨® al matrimonio formado por Emilio y Gloria Estefan la Medalla de la Libertad, la principal distinci¨®n a civiles que otorga Estados Unidos. En este acto, Emilio Estefan se pronunci¨® sobre la m¨²sica latina y relacion¨® la crisis actual con las nuevas tecnolog¨ªas y algunas de sus consecuencias negativas, como las descargas ilegales. ¡°La tecnolog¨ªa ha cambiado mucho las cosas, pero creo que en el futuro ayudar¨¢ a que los autores puedan cobrar por su obra. Hay que hacer cosas para que los m¨²sicos puedan vivir porque estamos pasando momentos dif¨ªciles y ya no se venden discos como antes¡±, afirm¨® el antiguo miembro de la m¨ªtica Miami Sound Machine.
El hoy productor musical se refer¨ªa as¨ª a la ¨¦poca en la que los discos salseros de Gloria Estefan se vend¨ªan por millones y nac¨ªa una hornada de artistas (Alejandro Sanz, Enrique Iglesias, Shakira, Ricky Martin¡) que ha marcado una ¨¦poca con un estilo pop con ritmos latinos. Era tambi¨¦n cuando proliferaban las cadenas de radio que emit¨ªan solo m¨²sica en espa?ol en Estados Unidos y que hoy son una excepci¨®n. En la actualidad, la m¨²sica regional mexicana (con grupos como Los Tigres del Norte o Los Tucanes de Tijuana) barre entre la comunidad latina, acaparando m¨¢s de la mitad del mercado, seguida del pop y la m¨²sica tropical. Tambi¨¦n est¨¢ entrando con fuerza la m¨²sica colombiana, con J Balvin y sus sonidos urbanos como bandera. En este nuevo escenario en el que vive la m¨²sica hispana en Estados Unidos, ha jugado un papel destacado el reggaeton, que inicialmente cont¨® con enormes audiencias y eclips¨® otros estilos. ¡°A la larga, el reggaeton ha tenido un efecto negativo¡±, asegura John Echevarr¨ªa, vicepresidente de Universal Music Publishing Group para Am¨¦rica Latina.
El futuro es biling¨¹e
La tendencia de las nuevas generaciones de hispanos a escuchar solo temas en ingl¨¦s cuestiona el futuro de la m¨²sica latina que, en cualquier caso, se plantea incierto. Una alternativa que ya han explotado muchos artistas (Shakira, Enrique Iglesias, Marc Anthony¡) es cantar en espa?ol y en ingl¨¦s, lo que garantiza una penetraci¨®n muy superior en el mercado estadounidense. "Si hici¨¦ramos m¨¢s cosas biling¨¹es se vender¨ªa m¨¢s", asegura Eddie Fern¨¢ndez, responsable de la SGAE en EE UU. Coincide con John Echevarr¨ªa, ejecutivo de Universal, quien recuerda: "Eso ya ocurri¨® en el pasado. Ritchie Valens, Xavier Cugat, Julio Iglesias, Jos¨¦ Feliciano o Los Panchos cantaron tambi¨¦n en ingl¨¦s". S¨ª, Los Panchos. Y en la mente de casi todos est¨¢ una canci¨®n de Ricky Martin convertida en un himno: Livin' la vida loca.
Gabriel Abaroa, presidente de la Academia Latina de Grabaci¨®n, destaca que la m¨²sica latina ha tenido una superlativa presencia en EE UU en los siglos XX y XXI ¡°en diversos movimientos, como rock, salsa, folk, regional mexicana, bossa nova o bachata, pop o big band; en diversos lugares, como Texas, California, Nueva York, Miami o Nueva Jersey; o en distintas d¨¦cadas¡±, una huella indeleble, pero dif¨ªcil de medir. ¡°Es algo que se siente y, aunque subjetivo, se cuantifica emocionalmente¡±, afirma Abaroa, que considera que el futuro es ¡°prometedor, siempre y cuando la m¨²sica sea buena, cre¨ªble, ¨ªntegra y aut¨¦ntica¡±.
Echevarr¨ªa, el ejecutivo de Universal, tiene una visi¨®n m¨¢s bien pesimista. Destaca que en 2014, la industria musical en Estados Unidos movi¨® m¨¢s de 7.000 millones de d¨®lares (6.600 millones de euros), de los que apenas cien millones corresponden al mercado latino, un exiguo 1,5%. Un drama si se tiene en cuenta que hace poco m¨¢s de una d¨¦cada la m¨²sica en espa?ol mov¨ªa m¨¢s de 600 millones de d¨®lares (566 millones de euros) en este pa¨ªs. Es cierto que en general ha habido un descenso por la reconversi¨®n digital, las descargas ilegales y la crisis econ¨®mica, pero tambi¨¦n lo es que la m¨²sica en ingl¨¦s ha sufrido las consecuencias en menor medida. Y Echevarr¨ªa lo achaca al fen¨®meno demogr¨¢fico. ¡°Las nuevas generaciones prefieren hablar, escribir y escuchar en ingl¨¦s. La segunda y tercera generaci¨®n ya no oyen m¨²sica latina. El sistema educativo de Estados Unidos integra de verdad y hace gringuitos¡±, asegura Echevarr¨ªa, quien recuerda con nostalgia los tiempos en los que un mal disco de Julio Iglesias vend¨ªa dos millones de copias, cuando ahora la venta de ¡°15.000 est¨¢ bien¡±. ¡°Julio pertenece al grupo de los 10 grandes, con Frank Sinatra, los Beatles, Michael Jackson¡¡±, a?ade.
Coincide en el an¨¢lisis Eddie Fern¨¢ndez, antiguo ejecutivo de Universal y de Sony y ahora responsable de la delegaci¨®n de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en Estados Unidos. ¡°El negocio no es tan grande como la percepci¨®n que existe. Esto es m¨¢s glamour que otra cosa, pese a que somos 54 millones de latinos¡±, afirma Fern¨¢ndez, quien sostiene que las nuevas generaciones latinas no se encuentran ¡°c¨®modas¡± escuchando m¨²sica en espa?ol. ¡°No es cool¡±, dice.
Los cantantes latinos han ejercido todo su poder para influir en la pol¨ªtica estadounidense, a ra¨ªz de los comentarios xen¨®fobos del aspirante republicano Donald Trump. Cuando casi todo el mundo permanec¨ªa en silencio ante las diatribas de Trump, fueron ellos los primeros en plantar cara al magnate, que identific¨® a los mexicanos con ladrones, narcotraficantes y violadores. El colombiano J Balvin se neg¨® a participar en el evento de Miss USA, organizado por uno de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca, una estela que siguieron Ricky Martin o Emilio Estefan, que compuso la canci¨®n Todos somos mexicanos. En los premios Grammy, los grupos Man¨¢ y Los Tigres del Norte, ambos mexicanos, urgieron a los latinos a que en las elecciones del pr¨®ximo a?o hagan notar su voz posando con un cartel en el que se le¨ªa: ¡°Latinos unidos. No voten por los racistas¡±.
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