Falta la expansi¨®n fiscal

La pol¨ªtica monetaria aplicada por el Banco Central Europeo (BCE) es la que corresponde a una fase de pr¨¢ctico estancamiento de la econom¨ªa de la eurozona y a una amenaza persistente de deflaci¨®n. Mario Draghi anunci¨® el jueves una intensificaci¨®n de los est¨ªmulos (la facilidad de dep¨®sito se encarece hasta el -0,3%, para que los bancos hagan circular el dinero en lugar de mantenerlo inmovilizado) y una ampliaci¨®n del programa de deuda en 360.000 millones adicionales. Es verdad que el BCE puede hacer a¨²n m¨¢s para reforzar el escu¨¢lido crecimiento de la eurozona; pero lo que empieza a percibirse es que una pol¨ªtica monetaria expansiva no resuelve por s¨ª sola los problemas de crecimiento y tampoco es una p¨®cima irresistible para elevar la inflaci¨®n.

Draghi cree ¡ªy con frecuencia lo dice¡ª que la expansi¨®n monetaria es una condici¨®n b¨¢sica para atajar el riesgo deflacionista y estimular la econom¨ªa; sin ella no es posible acelerar el crecimiento. Pero para que la facilidad monetaria se concrete en inversi¨®n y empleo es necesario que aparezca la decisi¨®n de invertir. Aunque se den facilidades monetarias extremas en la eurozona, aunque el euro se haya depreciado frente al d¨®lar, aunque no existan obst¨¢culos al flujo del cr¨¦dito, la decisi¨®n ¨²ltima corresponde al inversor o empresario.

El mensaje de Draghi recuerda que es el turno de las pol¨ªticas de est¨ªmulo de la demanda, que se corresponden con decisiones nacionales de gasto. Quien pretenda invertir en estos momentos y, por tanto, crecer y crear empleo, tiene que percibir expectativas de demanda que justifiquen su inversi¨®n y una rentabilidad marginal del capital que en estos momentos es discutible. En otras palabras, las decisiones del BCE, aunque frenadas por las presiones del Bundesbank, est¨¢n a punto de agotar su recorrido; y m¨¢s cuando EE UU se apresta a liquidar su programa de est¨ªmulos. Sin expansi¨®n fiscal, la expansi¨®n monetaria equivale a acelerar en punto muerto.