En Par¨ªs no estamos solos
Ciudades y empresas se unen a Gobiernos nacionales en la acci¨®n frente al cambio clim¨¢tico
La Conferencia sobre cambio clim¨¢tico de Par¨ªs llega a su ecuador. El mundo debe elegir entre un futuro sostenible impulsado por el desarrollo verde, o una senda que nos conduce a un catastr¨®fico cambio clim¨¢tico, al agotamiento de los recursos y al colapso de los niveles de vida, as¨ª como la destrucci¨®n masiva de los h¨¢bitats naturales del planeta.
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Esta cumbre clim¨¢tica va a ser un gran paso por el camino correcto. Hemos escuchado a m¨¢s de 150 jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en Par¨ªs, dejar clara su voluntad de cambio y su compromiso con una gesti¨®n coordinada de la transici¨®n hacia un futuro sostenible y bajo en carbono.
Estamos en un momento hist¨®rico, pero los Gobiernos nacionales no est¨¢n actuando solos. Ciudadanos de todo el mundo tienen sus ojos puestos en Par¨ªs, movidos desde hace tiempo por una preocupaci¨®n creciente que saben que les afecta.
Junto a ellos, ciudades y empresas, colectivos con una gran capacidad para marcar la diferencia. No est¨¢n sentados en la mesa de negociaci¨®n, pero su peso en una lucha clim¨¢tica amplia no debe ser subestimado.
Hoy, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial vive en zonas urbanas. Para mediados de este siglo se prev¨¦ que la poblaci¨®n urbana supere los 6.000 millones. Las ciudades del mundo producen casi la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, coloc¨¢ndolas en primera l¨ªnea de la lucha contra el cambio clim¨¢tico. La buena noticia es que tenemos las herramientas a nuestra disposici¨®n: repensar el transporte p¨²blico, trabajar para hacer edificios m¨¢s eficientes y mejorar las infraestructuras energ¨¦ticas. Es complejo, pero se puede hacer.
Las ciudades producen casi la mitad de la emisi¨®n de gases de efecto invernadero
Ciudades como Malm? lideran ya el camino. La ciudad sueca ha establecido de manera significativa objetivos m¨¢s ambiciosos de energ¨ªa renovable que las metas fijadas por la Uni¨®n Europea para Suecia (49% en 2020) y la establecida en el plan nacional (50% en 2020), de tal manera que para el a?o 2020, se espera que Malm? alcance la neutralidad clim¨¢tica y que para 2030 tenga todas las operaciones municipales funcionando al 100 % con energ¨ªa renovable.
Tampoco se queda atr¨¢s Curitiba, en Brasil, cuyo sistema de circulaci¨®n r¨¢pida de autobuses ha logrado modificar las pautas de movilidad de sus habitantes, cambiando del veh¨ªculo privado al transporte p¨²blico, reduciendo la congesti¨®n del tr¨¢fico, el consumo de combustible y las emisiones de carbono. Un simple sistema de autob¨²s r¨¢pido es una de las infraestructuras de m¨¢s bajo costo utilizadas con mayor frecuencia en el mundo y de mayor impacto en la mejora de la calidad de vida urbana.
Las ciudades no solo est¨¢n reduciendo las emisiones; tambi¨¦n aumentan la resiliencia ante los efectos del cambio clim¨¢tico. En la ciudad de Da Nang, Vietnam, las personas de bajos recursos que viven en zonas urbanas son altamente vulnerables a las tormentas e inundaciones debido a que sus hogares a menudo est¨¢n construidos de manera deficiente y tienen poco mantenimiento. Gracias a una de las iniciativas premiadas en la edici¨®n 2015 de Momentum For Change han construido cientos de casas que resisten tifones e inundaciones, destinadas a familias con bajos recursos.
Las ciudades no est¨¢n haciendo todo esto a t¨ªtulo individual sino que est¨¢n uniendo fuerzas a trav¨¦s de iniciativas de colaboraci¨®n, creando un movimiento global que facilita y atrae a otras ciudades a embarcarse en estas tendencias.
Un solo dato ayuda a entender la importancia de un sector empresarial movilizado: las 1.000 empresas que producen m¨¢s gases de efecto invernadero son responsables de casi el 20 % del total de las emisiones globales.
Hay herramientas: repensar el transporte p¨²blico, hacer edificios m¨¢s eficientes, mejorar las infraestructuras energ¨¦ticas
No es f¨¢cil conseguir que todas las empresas del mundo alcancen la neutralidad en carbono a corto plazo. Sin embargo, muchas compa?¨ªas est¨¢n trabajando hacia esta meta y algunas de ellas lideran el camino. Microsoft es uno de los ejemplos destacados de esta transformaci¨®n.
En el a?o 2012, Microsoft voluntariamente introdujo una tasa interna al carbono que permite a sus unidades de negocio ser financieramente responsables de sus emisiones de carbono. Es un modelo financiero que coloca una tarifa creciente sobre las emisiones de carbono asociadas a las operaciones globales de la compa?¨ªa para centros de datos, oficinas, laboratorios, f¨¢bricas y transporte a¨¦reo comercial. Con los fondos recogidos, Microsoft ha comprado m¨¢s de 10.000 millones de kilovatios/hora de energ¨ªa verde, reduciendo las emisiones en 7,5 millones de toneladas de di¨®xido de carbono, y adem¨¢s ahorrando diez millones de d¨®lares al a?o.
Tailandia est¨¢ a punto de lograr una transformaci¨®n hacia la energ¨ªa solar. Las empresas privadas se han comprometido a invertir al menos 2.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos cinco a?os en producci¨®n de energ¨ªa solar. Solar Power Company Group, la empresa de generaci¨®n de energ¨ªa solar m¨¢s grande de Tailandia, est¨¢ transformando al pa¨ªs en l¨ªder de energ¨ªa renovable y ha creado 20.000 empleos locales. La compa?¨ªa ha construido hasta ahora 36 parques solares que representan 260 MW de potencia instalada, y espera generar 3.000 MW a finales de 2020. Esto significa un ahorro potencial de 200.000 toneladas de CO2 equivalente al a?o.
Todas estas acciones nos ayudan a avanzar hacia un futuro sostenible, y muestran lo que se puede lograr. Pero m¨¢s empresas y ciudades tendr¨¢n que involucrarse si queremos evitar los peores efectos del cambio clim¨¢tico.
En definitiva, la Conferencia de Par¨ªs muestra el verdadero esfuerzo global de parte de los Gobiernos del mundo para hacer frente al cambio clim¨¢tico. Si queremos ganar esta batalla tendremos que consolidar alianzas como las descritas e impulsar el orgullo de hacer m¨¢s por el clima, beneficiando a las personas y nuestro planeta.
Teresa Ribera es la directora ejecutiva del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de Par¨ªs. Entre 2008 y 2011 ejerci¨® como Secretaria de Estado para el Cambio Clim¨¢tico en el Gobierno de Espa?a.
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