Hong Kong apaga sus neones

Nathan Road, una de las arterias del densamente poblado distrito de Kowloon en Hong Kong, sigue brillando cada noche pero con menor intensidad. Los miles de neones que durante d¨¦cadas han decorado, y pr¨¢cticamente se com¨ªan, las calles de la ciudad paulatinamente van siendo reemplazados por nuevos carteles hechos con luces led, una tecnolog¨ªa m¨¢s barata y eficiente. Con este cambio, cada vez son menos los maestros que fabrican neones manualmente y los nost¨¢lgicos denuncian que la ciudad se est¨¢ quedando sin uno de sus rasgos m¨¢s emblem¨¢ticos.

¡°Como los vinilos o las c¨¢maras anal¨®gicas, parece que los neones tambi¨¦n son ya parte del pasado¡±, reflexiona Lau Wan, de 76 a?os, uno de los pocos fabricantes de este tipo de letreros que quedan en Hong Kong. Su compa?¨ªa Nam Wah Neonlight & Electrical se fund¨® en 1953 y explica que a d¨ªa de hoy no solamente casi nadie le encarga nuevos proyectos, sino que ir¨®nicamente se gana ya m¨¢s la vida desmantelando las viejas estructuras.

En los a?os sesenta hab¨ªa tal demanda de neones que los fabricantes dorm¨ªan en el taller durante semanas

En los a?os sesenta y setenta del siglo pasado, recuerda Lau, ¡°hab¨ªa tantos pedidos que ten¨ªamos que dormir en el taller durante semanas¡±. Con las grandes urbes americanas como referencia, las marcas empezaron a competir en Hong Kong para tener el cartel m¨¢s grande, m¨¢s luminoso y, en ocasiones, estramb¨®tico de la ciudad. La empresa de Lau confeccion¨® el que entonces fue declarado como el m¨¢s grande del mundo, el National Panasonic (ahora ya retirado).

Pero la aparici¨®n de nuevas tecnolog¨ªas, como los ledes, y el endurecimiento de la normativa por parte de las autoridades hong?konesas firmaron su certificado de defunci¨®n a partir de los noventa. Muchos fabricantes se desplazaron hasta China continental ¨Cdonde producir era m¨¢s barato¨C y los que se quedaron abrazaron estas nuevas formas de luces. Entre 2006 y 2012, el Gobierno exigi¨® retirar unos 3.000 carteles cada a?o por distintas razones: por problemas de seguridad debido a su envergadura o su mal estado o por superar los l¨ªmites de contaminaci¨®n lum¨ªnica. Desde entonces muy pocos comerciantes apuestan por los neones: ¡°Ni nos lo planteamos cuando abrimos la tienda. Es m¨¢s caro y seguramente nos habr¨ªa tra¨ªdo inconvenientes¡±, explica Siu Wong, propietaria de una farmacia en Jordan Road.

Un nuevo museo de cultura visual, M+, ha organizado una exposici¨®n virtual e interactiva sobre estos s¨ªmbolos para evitar que caigan en el olvido. ¡°Son elementos clave de la cultura visual de Hong Kong y del tipo de arte que queremos mostrar. La tipograf¨ªa, el dise?o gr¨¢fico¡­ Quer¨ªamos explorar esta cultura audiovisual del ne¨®n y, al mismo tiempo, identificar aquellos modelos m¨¢s arcaicos porque est¨¢n desapareciendo muy r¨¢pidamente¡±, asegura Aric Chen, el ide¨®logo del proyecto. Para ello pidieron la colaboraci¨®n de los ciudadanos de Hong Kong, que enviaron m¨¢s de 4.400 fotograf¨ªas, con las que se elabor¨® un mapa online de estos particulares s¨ªmbolos.

¡°No se trata de un homenaje, sino de una mirada objetiva que busca fomentar la apreciaci¨®n de estas obras. La gente piensa que se trata de tecnolog¨ªa industrial y no se dan cuenta de que detr¨¢s hay una artesan¨ªa real. Aceptamos que las cosas y los tiempos cambian, pero queremos que la gente reflexione y valore un poco m¨¢s estos artefactos¡±, sostiene Chen. Su pr¨®ximo proyecto pasa por una nueva exposici¨®n, esta vez f¨ªsica y ¡°mucho m¨¢s amplia¡±. Todo para que Hong Kong, a pesar de ya no ser la ciudad de los neones en Asia, no se olvide de que un d¨ªa s¨ª lo fue.

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