Cumbre del clima: nada est¨¢ cerrado hasta que todo est¨¦ cerrado
Por Sagrario Monedero L¨®pez, (@SagraMonedero), responsable de Incidencia Pol¨ªtica de InspirAction,desde la Cumbre sobre Cambio Clim¨¢tico en Par¨ªs.
"Nada est¨¢ cerrado hasta que todo est¨¦ cerrado". Este es el mantra que repiten una y otra vez los negociadores desde que ayer se conoci¨® el texto con los avances en las mesas de la COP21. La ministra Tejerina no fue una excepci¨®n. Sin embargo, sabemos que es dif¨ªcil que las cuestiones que ya han desaparecido del texto vuelvan a ¨¦l. Aunque la mayor¨ªa de los temas importantes siguen abiertos, en negociaci¨®n y con todas las opciones y respectivos corchetes en el texto, una de las mayores sorpresas que tuvimos el mi¨¦rcoles noche al conocer el texto fue la desaparici¨®n de la parte del articulado -esto es la que tiene m¨¢s peso legal-, de la menci¨®n a la igualdad de g¨¦nero, a los derechos de los pueblos ind¨ªgenas y a la transici¨®n justa para los trabajadores y trabajadoras, principal demanda de los sindicatos de todo el mundo. Todas estas cuestiones han sido trasladas al pre¨¢mbulo donde el contenido tiene much¨ªsima menos relevancia.
Por tanto, nos van ganando, 1-0.
Seguimos: otra de las grandes reivindicaciones de la sociedad civil es el reconocimiento de que hay impactos del cambio clim¨¢tico que son ya imposibles de parar y que est¨¢n teniendo consecuencias devastadoras para las zonas y personas m¨¢s vulnerables y que, adem¨¢s, menos han contribuido en la generaci¨®n del calentamiento global. En la jerga de la convenci¨®n se conoce como ¡°Mecanismo de P¨¦rdidas y Da?os¡±. Pues bien, ¨¦ste est¨¢ siendo uno de los puntos donde m¨¢s polarizada est¨¢ la negociaci¨®n: para los pa¨ªses del sur global representa una cuesti¨®n esencial. Los pa¨ªses llamados industrializados tienen miedo de las posibles demandas econ¨®micas y de otro tipo que se puedan derivar de esta cuesti¨®n; esto es, por ejemplo, que alg¨²n pa¨ªs que sufra un desastre natural provocado como consecuencia del cambio clim¨¢tico pueda exigir alg¨²n tipo de indemnizaci¨®n. La rumorolog¨ªa y el pasilleo apuntan a que Estados Unidos ha puesto encima de la mesa una cl¨¢usula cuya inclusi¨®n en el acuerdo le eximir¨ªa de cualquier tipo de responsabilidad. Y la pregunta es, ?es esto de recibo? ?vamos a abrir la puerta ahora a que cada pa¨ªs, en cada negociaci¨®n internacional pueda decir de lo que es y de lo que no es responsable? Veremos¡ pero pinta mal.
?Y qu¨¦ m¨¢s? Pues seguimos a la espera de ver si se alcanzar compromisos sustanciales, medibles y vinculantes que mantengan el aumento de la temperatura del planeta en un grado y medio o si, por el contrario, podremos fre¨ªr huevos en las aceras de Chiclana.
Las horas que quedan de negociaci¨®n son claves. Las conversaciones se alargaron anoche hasta las cuatro de la ma?ana y hoy promete ser un d¨ªa largo tambi¨¦n. Dec¨ªa hace unos d¨ªas Paul Krugman, en un art¨ªculo sobre la importancia que est¨¢ teniendo el partido republicano y la pol¨ªtica interna estadounidense en esta negociaci¨®n, que ¡°los historiadores futuros ¡ªsi es que hay historiadores en el futuro¡ª casi con seguridad dir¨¢n que el hecho m¨¢s importante sucedido en el mundo en diciembre de 2015 fueron las conversaciones sobre el clima en Par¨ªs¡±. El ser humano tiene serias dificultades para pensar en un horizonte temporal que sobrepase su umbral de sus posibles a?os de vida. Si ese ser humano es un pol¨ªtico, la dificultad aumenta. Ojal¨¢ las personas que est¨¢n ahora mismo en las negociaciones de Par¨ªs de verdad sean conscientes de lo que tienen entre manos y act¨²en en consecuencia. Ojal¨¢, en las pr¨®ximas horas, se produzca el milagro y consigamos que las personas que tienen ahora mismo la supervivencia presente y futura est¨¦n a la altura de lo que el planeta y la ciudadan¨ªa exigen.
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