Vivimos en Silicon Valley
La tecnolog¨ªa es el tel¨®n de fondo de nuestra vida y de las ciudades que habitamos
Durante los ¨²ltimos decenios del siglo XX, Silicon Valley fue el epicentro sin paralelo de la innovaci¨®n en materia de tecnolog¨ªa avanzada. Otras regiones intentaron imitar su ¨¦xito, pero ninguna lo consigui¨®. La Sophia Antipolis, intento del Gobierno de Francia de crear desde arriba un centro de innovaci¨®n cerca de Cannes, no prosper¨® sino que sigui¨® siendo desde sus or¨ªgenes un tranquilo parque tecnol¨®gico, pese a su nombre mitol¨®gico, a un clima parecido al de California y a la insuperable gastronom¨ªa de la zona circundante.
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Sin embargo, en el siglo XXI la competencia que sufre Silicon Valley se ha vuelto m¨¢s feroz, como lo refleja el n¨²mero cada vez mayor de lugares que adjuntan a su nombre el del elemento qu¨ªmico: Silicon Alley (Nueva York), Silicon Wadi (Tel Aviv), Silicon Sentier (Par¨ªs), etc¨¦tera. En Londres, por ejemplo, el surgimiento de Silicon Roundabout a finales del decenio de 2000 tom¨® al Gobierno brit¨¢nico casi por sorpresa. Con la nueva denominaci¨®n de Tech City, el centro de innovaci¨®n situado en el antiguo barrio de Shoreditch ha llegado a ser uno de los motores econ¨®micos de Londres y focos de atracci¨®n de talentos.
Historias similares est¨¢n d¨¢ndose en todo el mundo. En Berl¨ªn cuentan que cada 20 minutos se crea una empresa tecnol¨®gica. En Par¨ªs se est¨¢ construyendo la que ser¨¢ la mayor incubadora de Europa en Halle Freyssinet, y en Tel Aviv la expresi¨®n de lema pol¨ªtico Startup Nation ha pasado a ser una realidad econ¨®mica.
Las unicornios (empresas incipientes que alcanzan una valoraci¨®n de m¨¢s de mil millones de d¨®lares) ya no son un privilegio exclusivo de EE?UU, realidad que habr¨ªa sido inconcebible hace tan s¨®lo unos a?os. Una brillante generaci¨®n de j¨®venes mundiales ¡ªMumbai, Praga, Kenia o Singapur¡ª est¨¢ apostando por la innovaci¨®n y los fondos de capital de riesgo americanos, sostenidos por el acceso a una financiaci¨®n barata, est¨¢n saciando su sed de inversiones en el extranjero.
Las ideas se mueven velozmente, propulsadas, sostenidas y fortalecidas por Internet
Varios factores contribuyen a ese fen¨®meno. En un mundo globalizado, las corrientes de capitales se han acelerado y han adquirido un mayor alcance. Las ideas se mueven velozmente, propulsadas, sostenidas y fortalecidas por Internet, y la capacidad para hacerlas realidad mantiene el mismo ritmo, porque las cadenas mundiales de suministro y las nuevas tecnolog¨ªas, como la impresi¨®n 3D, reducen los tiempos de ejecuci¨®n.
Entretanto, la gran recesi¨®n que sigui¨® a la crisis financiera mundial de 2008 ha perturbado las industrias tradicionales, al tiempo que creaba un gran super¨¢vit de talento creativo y espacios de trabajo asequibles.
El exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, resumi¨® la atracci¨®n que ejerce la vida urbana. En el discurso de la Universidad Stanford de 2013, brome¨® as¨ª: ¡°Creo que cada vez m¨¢s graduados de Stanford acabar¨¢n traslad¨¢ndose a Silicon Alley, no s¨®lo porque somos el escenario tecnol¨®gico con mayor ¨¦xito del pa¨ªs, sino tambi¨¦n porque en ¨¦l hay m¨¢s cosas que hacer los viernes por la noche que ir a Pizza Hut en Sunnyvale y hasta se puede encontrar una chica con la que salir y que no se llame Siri¡± (la agente digital personal instalada en los aparatos manuales de Apple). Bloomberg est¨¢ considerado en general uno de los mayores inspiradores de Silicon Alley.
Pronto el mundo digital y el mundo f¨ªsico ser¨¢n indistinguibles
Como subraya un reciente informe del Foro Econ¨®mico Mundial, las ciudades est¨¢n volvi¨¦ndose r¨¢pidamente no s¨®lo motores de innovaci¨®n, sino tambi¨¦n terrenos de ensayo para las nuevas tecnolog¨ªas, como, por ejemplo, el espacio reprogramable, la movilidad basada en veh¨ªculos aut¨®nomos, la agricultura urbana y la iluminaci¨®n inteligente de las calles. Entretanto, las aplicaciones de transporte compartido como Uber y las plataformas relativas a apartamentos compartidos, como Airbnb, est¨¢n demostrando que las ciudades son algunos de los ¨¢mbitos m¨¢s f¨¦rtiles para el desarrollo tecnol¨®gico.
Lo m¨¢s probable es que esa proliferaci¨®n de innovaciones sea tan s¨®lo el principio. Al continuar Internet penetrando en todos los aspectos de nuestra vida, vamos entrando en lo que el cient¨ªfico inform¨¢tico Mark Weiser ha llamado la era de la ¡°inform¨¢tica ubicua¡±, en la que la tecnolog¨ªa ¡°se sit¨²a en el tel¨®n de fondo de nuestra vida¡±. Pronto el mundo digital y el mundo f¨ªsico ser¨¢n indistinguibles. Ya est¨¢ aqu¨ª Silicon por doquier... y est¨¢ cobrando forma en las ciudades del mundo.
Carlo Ratti preside el Consejo del Programa Mundial sobre las Ciudades del Futuro y da clases en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts. Es asesor especial de la Comisi¨®n Europea.
Traducido por Carlos Manzano.
? Project Syndicate, 2015.
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