El ocaso de los dioses de la Factory
Adi¨®s a Holly Woodlawn, la musa transg¨¦nero y una de las ¨²ltimas criaturas prodigiosas del universo de Andy
Warhol se hizo rico y famoso con sus cuadros, pero su obra abarc¨® mucho m¨¢s. Durante su ¨¦poca m¨¢s innovadora, la que va de 1963 a 1970, se vali¨® en buena medida del s¨¦quito que congreg¨® a su alrededor en ese entorno llamado Factory, el loft en Manhattan que fue su estudio. Atra¨ªdos por la posibilidad de salir en sus pel¨ªculas experimentales, all¨ª coincidieron ricas herederas como Edie Sedgwick, poetas como Gerard Malanga, adictos al speed como Ondine y Billy Name y, ya en la ¨²ltima etapa, actrices transg¨¦nero como Holly Woodlawn. La muerte de esta ¨²ltima, el pasado d¨ªa 6, ha devuelto a la actualidad aquel escenario al que muchos tacharon de depravado por su desinhibida mezcla de sexo, drogas y hedonismo.
Lo cierto es que Woodlawn muri¨® de un c¨¢ncer, lo mismo que su compa?era Candy Darling, v¨ªctima de la leucemia en 1974. De labia brillante, la tambi¨¦n transg¨¦nero Darling fue portada en Cosmopolitan y contaba con admiradores como los actores Jane Fonda y Dennis Hopper, lo cual no estaba nada mal teniendo en cuenta que jam¨¢s abandon¨® el underground. No obstante, el mundo sabe mucho m¨¢s de lo que cree acerca de Candy, Holly y otras criaturas warholianas gracias a Walk on the Wild Side, la canci¨®n que en 1972 encumbr¨® a Lou Reed. Los personajes citados en aquellos versos eran habituales del Max¡¯s Kansas City, el club neoyorquino m¨¢s chic de los sesenta donde el cine, el arte, la m¨²sica y la calle se fund¨ªan. Despu¨¦s de recorrer las fiestas a las que hab¨ªa sido invitado, Warhol acud¨ªa all¨ª con su gente, haciendo del local otro patio de juegos. Peter O¡¯Toole, Jim Morrison, Marisa Berenson, Oliviero Toscani no pudieron resistir la tentaci¨®n de conocer el lugar.
El glamour de la Factory tambi¨¦n cuenta con supervivientes. Otro de los protagonistas de Walk on the Wild Side, Joe Dallesandro, ha logrado superar baches a causa de las drogas y la pobreza. Sex symbol gracias a la trilog¨ªa de cintas Flesh, Trash y Heat, Dallesandro vive ahora en Los ?ngeles. Kim, su esposa, se encarga de administrar su prestigio. En su web vende camisetas con im¨¢genes suyas creadas por artistas espa?olas como Roberta Marrero y Mavi Escamilla. Tampoco fue pasto de la perdici¨®n Jane Holzer, primera superstar de la Factory y telonera de The Rolling Stones. Ha sido productora de pel¨ªculas como El beso de la mujer ara?a y, m¨¢s recientemente, Spring Breakers. Holly Woodlawn no tuvo tanta suerte. Solo consigui¨® peque?os papeles en el cine, pero pudo publicar sus memorias, A Low Life in High Heels (1991). Su ¨²ltima y fugaz aparici¨®n en pantalla fue en la serie Transparent. Con ella se va otro pedazo de aquel enloquecido universo llamado Factory, donde el arte mostraba el lado salvaje de la vida.
La versi¨®n 'drag' de Lucille Ball
¡°Nunca me sent¨ª un hombre atrapado en un cuerpo de mujer, me sent¨ª un hombre atrapado en unos zapatos de tac¨®n¡±. As¨ª explicaba Holly Woodlawn ¡ªnacida Haroldo Danhakl en Puerto Rico en 1946¡ª en su autobiograf¨ªa el motivo por el cual nunca se oper¨® para ser completamente una mujer. Considerada la versi¨®n underground de Lucille Ball, su humor hizo brillar sus di¨¢logos en las pel¨ªculas Flesh (1968) y Trash (1979), y dot¨® a sus memorias A Low Life in High Heels de momentos hilarantes, como cuando recordaba que, al llegar al funeral de Andy Warhol en 1987, se encontr¨® con ¡°reliquias del pasado¡± a las que no deseaba ver, y se fue a una tienda cercana a comprarse maquillaje ¡°como para pintar a la estatua de la Libertad entera¡±.
Hablando en un documental sobre Walk on the Wild Side y sus d¨ªas con Warhol, dijo: ¡°Yo entonces era una ni?a, ten¨ªa 15 a?os [en realidad ten¨ªa 23] y todos deseaban mi cuerpo, pero yo lo ¨²nico que deseaba era aprender. ?C¨®mo pudo saber Lou que me afeit¨¦ las piernas y me depil¨¦ las cejas? Solamente nos vimos una vez en una fiesta de la Factory. Y por supuesto, jam¨¢s tuve relaciones ¨ªntimas con ¨¦l¡±. La famosa canci¨®n de Reed comenzaba: ¡°Holly vino de Miami, Florida / atraves¨® los USA haciendo autostop / se depil¨® las cejas de camino / se afeit¨® las piernas y entonces ¨¦l era ella¡±.
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