Fernanda Montenegro, la estrella m¨¢s longeva de Brasil

La se?ora Eulina, una anciana negra y guerrera, observaba at¨®nita la pantalla del televisor tras el mostrador de su posada en el interior del estado brasile?o de Bah¨ªa. Se emit¨ªa el primer episodio de Babil?nia, telenovela del prime-time de la omnipresente cadena Globo y en la imagen aparec¨ªan dos ancianas ricas demostr¨¢ndose su amor. Fernanda Montenegro, que acaba de celebrar sus 86 a?os con el estreno de un nuevo filme, le daba un beso apretado en la boca a otra veterana int¨¦rprete. Aunque la producci¨®n, emitida de marzo a agosto de este a?o, abordaba adem¨¢s de la homosexualidad la ascensi¨®n social de los negros, Eulina, evang¨¦lica hasta las trancas, apag¨® la televisi¨®n.

Sin esperarlo, fue as¨ª que Fernanda Montenegro, la actriz m¨¢s respetada de Brasil, se sumergi¨® en una enorme pol¨¦mica y se convirti¨® en blanco del boicot de los congresistas evang¨¦licos que pidieron a sus votantes (y fieles) que cambiasen de canal al comenzar el culebr¨®n y no consumiesen los productos anunciados durante sus pausas publicitarias. Babil?nia, a pesar de su prestigioso elenco, fue v¨ªctima del conservadorismo de la audiencia brasile?a y lleg¨® a su fin con los peores records de espectadores de la historia de la cadena. Montenegro, que hace gala de una discreci¨®n propia de jefe de Estado, se sorprendi¨® con la rabia que despert¨® la trama y entr¨® con elegancia en lo que ella llam¨® de ¡°caza de brujas¡± y la radicalizaci¨®n de algunos sectores de la sociedad brasile?a. Refiri¨¦ndose al hurac¨¢n de aquellos meses, la actriz dijo hace poco en una entrevista: ¡°No son solo los homosexuales los que estaban en el armario, es el pa¨ªs entero. Brasil est¨¢ viviendo un periodo revolucionario en el que las personas expresan lo que piensan con libertad. Para quien sobrevivi¨® a la dictadura, eso no tiene precio¡±.

El esc¨¢ndalo acab¨® evapor¨¢ndose y Montenegro ha cumplido 86 a?os en la c¨²spide de su carrera, con m¨¢s de 20 pel¨ªculas, telenovelas y un centenar de obras de teatro a sus espaldas. Tras trabajar en varios proyectos simult¨¢neos, present¨® recientemente su ¨²ltimo filme, Inf?ncia de Domingos Oliveira, antes de autoimponerse unas vacaciones para viajar con su familia, organizar su nueva casa y dedicarse a su salud. Las pausas son breves en el curr¨ªculo de una actriz que sorprende a sus directores por repasar los guiones hasta en el ba?o. ¡°Yo soy de una ¨¦poca en la que se ensayaba 12 horas por d¨ªa¡±, justifica ella.

?La actriz, nieta de inmigrantes portugueses e italianos, naci¨® en R¨ªo de Janeiro como Arlette Pinheiro, una mujer a¨²n m¨¢s discreta y reservada que la famosa Fernandona, ¨²nica actriz brasile?a que opt¨® a un ?scar por su papel, en 1999, en Central do Brasil, del director Walter Salles. Arlette comenz¨® en la radio y en peque?as obras de teatro, empujada por ¡°una vocaci¨®n desesperada por los escenarios¡±, hasta convertirse en Fernanda, la ¡°Dama de la dramaturgia¡± brasile?a. Ella dice que escogi¨® ese ¡°Fernanda¡± por su sonoridad, porque le recordaba a los personajes de Balzac o Proust, y ese ¡°Montenegro¡± en homenaje a un m¨¦dico home¨®pata amigo de la familia. ¡°Arlette nunca se hizo popular, as¨ª que el destino quiso que me convirtiese en esta suerte de esquizofrenia viviente que veis aqu¨ª¡±, dijo en un programa de televisi¨®n. Sus dos nombres, como ella ha reconocido en varias ocasiones, esconden dos personas diferentes, igual de dif¨ªciles de descifrar. ¡°Creo que cada uno es muchas personas. Para cada hijo somos una madre diferente. Si te casas diez veces eres un tipo de mujer para cada marido. El viejo Shakespeare ten¨ªa raz¨®n: ¡®somos todos actores¡±.

Fernanda es una de las pocas actrices de su generaci¨®n viva y en activo. Sus m¨¢s ¨ªntimos compa?eros de escenario y de vida y hasta los cr¨ªticos teatrales que primero la criticaron y luego la idolatraron fallecieron en la ¨²ltima d¨¦cada oblig¨¢ndola a repetir la misma frase continuamente: ¡°Ya no tenemos edad para sufrir¡±. El actor y productor Fernando Torres, el amor de su vida con el que se cas¨® virgen y convivi¨® casi 60 a?os, muri¨® en su casa en 2008 por un enfisema pulmonar. Un v¨ªdeo en el que Torres declaraba, entre llantos, el amor incondicional por su esposa recorri¨® las televisiones tiempo despu¨¦s y arranc¨® l¨¢grimas en directo de la propia Fernanda y de casi todos los que lo vieron. ¡°No sabr¨ªa elegir el mejor momento vivido desde que te conoc¨ª, aunque quiz¨¢ sea el d¨ªa que me dijiste ¡®s¨ª quiero¡¯. Desde entonces no ha cambiado nada. T¨² eres el aire que respiro y espero que sea as¨ª todo el tiempo que quieras. Eres mi amor y siempre lo ser¨¢s¡±. Los dos artistas tuvieron dos hijos, Fernanda y Claudio Torres, que heredaron el ¨¦xito y la pasi¨®n por la interpretaci¨®n, cultivada con total dedicaci¨®n en la casa familiar del barrio carioca de Ipanema.

Tras la muerte de su marido, Montenegro se sumergi¨® en la obra Viver sem tempos mortos, un mon¨®logo inspirado en la correspondencia amorosa entre Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre dirigido por Felipe Hirsch. El director la describe como una de las mejores actrices de Brasil y del mundo, t¨ªtulos que Montenegro nunca aceptar¨ªa. ¡°No es falsa modestia, Fernanda es una trabajadora que piensa en lo que hace 24 horas al d¨ªa. Ella podr¨ªa creerse que es capaz de todo, y probablemente lo es, pero la inseguridad y la curiosidad hacen que busque siempre ser mejor. Es algo que no se ve en todos los actores, y he trabajado con muchos¡±, dice Hirsch.

La influencia de Montenegro hace a?os que traspas¨® la frontera de los palcos y la gran pantalla. Lleg¨® a recibir la invitaci¨®n de dos presidentes del Gobierno, Jos¨¦ Sarney e Itamar Franco, para convertirse en su ministra de Cultura, invitaciones que Montenegro rechaz¨®. Tampoco quiso ser embajadora del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas. La adoraci¨®n de los brasile?os por su int¨¦rprete m¨¢s brillante la ilustr¨® bien Caetano Veloso hace unos a?os: ¡°Si este pa¨ªs se convierte en un pa¨ªs respetable es porque no ha traicionado a Fernanda Montenegro¡±.