La venta de las pertenencias de Thatcher enfrenta a sus hijos
Mark ha entrado en c¨®lera al enterarse de que su hermana, Carol, vende regalos de su padre
La venta de las pertenencias de Margaret Thatcher, que tendr¨¢ lugar en Christie¡¯s este martes, ha terminado de enemistar a sus hijos Mark y Carol. Los mellizos manten¨ªan una relaci¨®n distante, pero la decisi¨®n de Carol de subastar 350 objetos personales de su madre ha intensificado su enfrentamiento. Seg¨²n el diario Mail on Sunday, hoy los hermanos "no pueden estar en la misma habitaci¨®n".
Se calcula que la puja, tanto online como f¨ªsica, puede recaudar un mill¨®n de libras (alrededor de 1,4 millones de euros). Entre las posesiones de la dama de hierro est¨¢ su vestido de novia de terciopelo azul, joyas, bolsos y recuerdos. La pol¨¦mica sobre la venta empez¨® semanas atr¨¢s, cuando se debati¨® p¨²blicamente si las prendas de la fallecida primera ministra brit¨¢nica ten¨ªan la calidad suficiente para ser adquiridas por el museo de arte y dise?o Victoria and Albert.?
La prensa brit¨¢nica mantiene que Mark, que se neg¨® a deshacerse de lo que le correspondi¨® en el testamento, entr¨® en c¨®lera al enterarse de que Carol vende al mejor postor regalos entregados a su padre Denis y documentos que podr¨ªan haber sido legados al archivo de Thatcher en la Universidad de Cambridge. Un portavoz de la casa de subastas ha confirmado que Carol es la consignante (que legalmente entrega los objetos), aunque puntualiza que las ganancias se repartir¨¢n entre hijos y nietos.?
Carol es periodista, pero actualmente no ejerce como tal y vive con su pareja, un monitor de esqu¨ª, en la estaci¨®n suiza de Klosters. La ¨²nica hija de la dama de hierro nunca se sinti¨® cercana a su madre. En su autobiograf¨ªa afirm¨® que Thatcher no ten¨ªa tiempo para sus hijos y que dedic¨® las dos semanas de baja que pas¨® en el hospital tras dar a luz a dise?ar su pr¨®xima maniobra pol¨ªtica. Ella siempre cre¨ªa que p¨²blicamente se le ve¨ªa como "un ap¨¦ndice" de su progenitora y ha lamentado que nunca vivieron momentos tranquilos como familia.
Tras la muerte de Thatcher en 2013, se ofreci¨® a los hijos la posibilidad de comprar los regalos obsequiados por mandatarios en visita oficial. Cuando un primer ministro brit¨¢nico recibe un regalo valorado en m¨¢s de 250 libras Downing Street los almacena durante 30 a?os y luego los ofrece a la familia. Sir Mark declin¨® la oferta, pero Carol la acept¨®, una decision que ha avergonzado y enfurecido al resto de la familia.
Aunque el comportamiento del hijo tampoco ha sido precisamente ejemplar. ?l fue el ojo derecho de su madre, hasta el punto que se le exili¨® fuera de territorio brit¨¢nico por miedo a que la predilecci¨®n de Thatcher por Mark terminara da?ando la imagen de la pol¨ªtica conservadora. Sir Mark ha sido acusado de usar la influencia de su madre para conseguir contratos y acapar¨® titulares por su temeridad y negocios turbios. Se perdi¨® durante el rally Paris-Dakar (y fue rescatado por el gobierno brit¨¢nico ) y en 2004 fue condenado en Sud¨¢frica por su implicaci¨®n en un intento de golpe contra el presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema Mbasogo . Hoy vive entre Marbella y la isla caribe?a de Barbados.
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