?Qu¨¦ pasar¨ªa si no hubiera Luna?
Una de las b¨²squedas recurrentes de 2015 se pregunta qu¨¦ habr¨ªa pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna. Pero tambi¨¦n nos preguntamos qu¨¦ ocurrir¨ªa si nuestro sat¨¦lite desapareciera s¨²bitamente
¡°Divide y vencer¨¢s¡±, dec¨ªa Julio C¨¦sar, as¨ª que antes de analizar qu¨¦ pasar¨ªa en el caso de que no hubiera Luna (una de las b¨²squedas m¨¢s recurrentes de Google en 2015), vamos a dividir la pregunta en dos: ?qu¨¦ pasar¨ªa si, en el momento actual, desapareciera de pronto y s¨²bitamente la Luna? y ?qu¨¦ habr¨ªa pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna?
?Qu¨¦ suceder¨ªa si desapareciera de pronto la Luna?
Imaginemos la Tierra en la actualidad: ?qu¨¦ suceder¨ªa si hici¨¦ramos desaparecer repentinamente la Luna? ?C¨®mo se ver¨ªa afectada la vida en la Tierra? El efecto m¨¢s inmediato del que nos percatar¨ªamos es que las noches ser¨ªan totalmente oscuras, habr¨ªan desaparecido las fases lunares, y todas las noches ser¨ªan noches de ¡°luna nueva¡±, noches sin luna. Ser¨ªa el sue?o de todo astr¨®nomo, ya que podr¨ªamos disfrutar, sin ser deslumbrados por la luz lunar, de las estrellas, la V¨ªa L¨¢ctea y de otras maravillas del cosmos. Dejar¨ªan tambi¨¦n de producirse los eclipses solares y los lunares. Adem¨¢s, desaparecer¨ªa todo el romanticismo y misterio asociado a nuestro sat¨¦lite y que ha inspirado tantas canciones, poemas, cuentos, novelas, y a tantos artistas, pero¡ ?s¨®lo suceder¨ªa eso si nuestro sat¨¦lite desapareciera de pronto? ?Por supuesto que no!
1- Adi¨®s a las mareas tal y como las conocemos
Un efecto que apreciar¨ªamos a corto plazo ser¨ªa la desaparici¨®n de las mareas debidas a la gravedad de la Luna. Nuestro planeta tiene un 70% de su superficie cubierta de agua l¨ªquida en forma de mares y oc¨¦anos. La Luna ejerce una fuerza de atracci¨®n gravitatoria sobre dicha corteza l¨ªquida deform¨¢ndola y produciendo oscilaciones c¨ªclicas ligadas a la rotaci¨®n de la Tierra con una frecuencia aproximada de medio d¨ªa. Es cierto que el tir¨®n gravitatorio del Sol produce tambi¨¦n una deformaci¨®n de los oc¨¦anos terrestres, pero su efecto es aproximadamente la mitad de fuerte que el lunar, as¨ª que, sin la presencia de la Luna, seguir¨ªan produci¨¦ndose mareas en la Tierra, pero mucho m¨¢s d¨¦biles, b¨¢sicamente ser¨ªan como un oleaje suave. Como consecuencia de la desaparici¨®n de las mareas lunares, las corrientes oce¨¢nicas se debilitar¨ªan y las aguas tender¨ªan a estancarse, perdiendo las orillas de los mares su sistema de drenaje y limpieza natural debida al avance y retroceso de las aguas. El agua oce¨¢nica tender¨ªa a redistribuirse tomando direcci¨®n hacia los polos y tambi¨¦n aumentar¨ªa el nivel del mar en las costas. La consecuencia de todo esto ser¨ªa un cambio dr¨¢stico del clima de la Tierra.
2- Adi¨®s a un eje de rotaci¨®n estable
El movimiento de la Luna alrededor de la Tierra est¨¢ sincronizado, es decir, esta tarda el mismo tiempo en rotar alrededor de s¨ª misma que en girar alrededor de la Tierra, es por eso que siempre vemos la misma cara de la Luna, y la otra permanece oculta desde nuestro planeta. El movimiento orbital de la Luna alrededor de la Tierra estabiliza el eje de rotaci¨®n de la misma manteniendo su inclinaci¨®n fija en unos 23 grados respecto al plano de su ¨®rbita (esta inclinaci¨®n, es la responsable de que existan las estaciones tal y como las conocemos).
Se podr¨ªan producir veranos con temperaturas que superar¨ªan los 100 grados, e inviernos con temperaturas por debajo de los -80 grados
El eje de rotaci¨®n de la Tierra realiza un movimiento circular estable llamado ¡°precesi¨®n¡± que es el que mantiene dicha inclinaci¨®n fija. El eje terrestre tarda unos 26.000 a?os en completar este movimiento circular. Sin la Luna, la precesi¨®n terrestre se ralentizar¨ªa, con lo que el eje de rotaci¨®n terrestre perder¨ªa su estabilidad, como cuando una peonza comienza a bambolearse a punto de caer, pudiendo variar su eje de forma ca¨®tica entre los 0 y los 90 grados. Esto producir¨ªa de nuevo un cambio clim¨¢tico a escala global, que podr¨ªa producir veranos con temperaturas que superar¨ªan los 100 grados, e inviernos con temperaturas por debajo de los -80 grados. En el caso m¨¢s extremo, el eje de rotaci¨®n terrestre podr¨ªa alinearse directamente hacia el sol, lo que har¨ªa que zonas del planeta estuvieran bajo una permanente insolaci¨®n y otras en permanente oscuridad. Las gigantescas diferencias t¨¦rmicas entre una mitad y la otra de la Tierra producir¨ªan vientos extremos con velocidades de m¨¢s de 300 kil¨®metros por hora y otros fen¨®menos meteorol¨®gicos dram¨¢ticos.
3- Adi¨®s a muchas de las especies y plantas terrestres
La desaparici¨®n de la Luna afectar¨ªa tambi¨¦n a la vida en la Tierra. El efecto m¨¢s inmediato ser¨ªa de nuevo la desaparici¨®n de la propia luz solar reflejada por la Luna, que alterar¨ªa los ritmos biol¨®gicos de muchas especies animales y vegetales que se han adaptado y evolucionado bajo la presencia c¨ªclica de la luz lunar. Muchas especies deber¨ªan adaptarse de forma s¨²bita a la oscuridad total de las noches sin luna.
Las condiciones de flujos y corrientes necesarias para que se desarrollara la vida en los oc¨¦anos primitivos seguramente no se habr¨ªan dado
La desaparici¨®n de las mareas lunares afectar¨ªa sobre todo a las especies adaptadas a los flujos y corrientes marinas, como las que viven en las costas a las que el flujo de las mareas provee de nutrientes, o las que habitan mares y oc¨¦anos, habituadas a las actuales pautas de las corrientes marinas.
Los dr¨¢sticos y globales cambios clim¨¢ticos, debidos a la desaparici¨®n de las mareas y a la desestabilizaci¨®n del eje de rotaci¨®n de la Tierra, ser¨ªan los que producir¨ªan las consecuencias m¨¢s terribles sobre la vida terrestre. Los ritmos vitales de todas las especies animales y vegetales se ver¨ªan alterados por estos cambios clim¨¢ticos: las migraciones, la ¨¦poca del celo, la hibernaci¨®n, etc. El crecimiento de las plantas se ver¨ªa tambi¨¦n afectado por las variaciones t¨¦rmicas extremas. Muchas especies ser¨ªan incapaces de adaptarse, produci¨¦ndose extinciones masivas de plantas y animales. En el caso muy extremo, visto antes, de que el eje de rotaci¨®n terrestre acabara apuntando hacia el sol la vida en la Tierra tal y como la conocemos ser¨ªa imposible en cualquiera de los dos hemisferios, y s¨®lo ser¨ªa quiz¨¢ viable en el ecuador, entre los hemisferios ardiente y helado del planeta.
?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna?
Para poder analizar bien este supuesto veamos primero c¨®mo creemos que se form¨® la Luna alrededor de la Tierra primitiva.
1- La formaci¨®n de la Luna
La Tierra se form¨® hace unos 4.600 millones de a?os a partir del disco de gas y polvo que dio lugar al Sol y al resto de cuerpos del Sistema Solar. Creemos que la Luna se form¨® unos 100 millones de a?os despu¨¦s tras un violento impacto contra la Tierra de un cuerpo, del tama?o de Marte, conocido como Theia. El enorme impacto arranc¨® parte de la Tierra primigenia, que por entonces era una esfera de magma, y lo coloc¨® en ¨®rbita terrestre.
la Luna se form¨® unos 100 millones de a?os despu¨¦s que la Tierra, tras un violento impacto de un cuerpo, del tama?o de Marte, conocido como Theia
El reci¨¦n creado sistema Tierra-Luna comenz¨® a ejercer una atracci¨®n gravitatoria mutua. Dicha atracci¨®n produjo (y sigue produciendo) la disipaci¨®n de una enorme cantidad de energ¨ªa debida a la fricci¨®n de los oc¨¦anos con los fondos marinos durante las idas y venidas de las mareas. Como consecuencia de dicha disipaci¨®n la velocidad de rotaci¨®n de la Tierra se ha frenado desde unas 6 horas que duraba el primitivo d¨ªa terrestre sin Luna hasta las 24 horas actuales (en la actualidad la Luna sigue frenando la rotaci¨®n de la Tierra a una tasa de unas 1.5 mil¨¦simas de segundo cada siglo). Para compensar esta disminuci¨®n en la velocidad de rotaci¨®n de la Tierra, la energ¨ªa de rotaci¨®n lunar debe aumentar, lo que produce un paulatino alejamiento de la misma de la Tierra a una velocidad de unos 3,82 cent¨ªmetros cada a?o.
No sabemos la distancia exacta a la que estaba la Luna de la Tierra cuando se form¨®, pero sabemos que estaba a una distancia mucho menor que la actual (384.400 kil¨®metros) con lo que podr¨ªa verse en el cielo con un tama?o unas 10 o 20 veces mayor que la Luna actual. Esta cercan¨ªa producir¨ªa unas mareas mucho m¨¢s intensas que las actuales, que podr¨ªan incluso afectar al magma terrestre y proporcionar una energ¨ªa extra para calentar los elementos radiactivos presentes en la primitiva Tierra. Estas intensas mareas fueron posiblemente muy importantes para mezclar y remover las aguas de mares y oc¨¦anos, lo que habr¨ªa acelerado y posibilitado el origen y evoluci¨®n de la vida hace unos 3.800 millones de a?os.
2- Una Tierra sin Luna
Ahora que ya sabemos c¨®mo se form¨® la Luna y qu¨¦ efectos tuvo sobre la primitiva Tierra podemos preguntarnos qu¨¦ habr¨ªa pasado si el cuerpo conocido como Theia nunca hubiera chocado contra la Tierra en formaci¨®n desgajando un trozo de la misma. ?Qu¨¦ ser¨ªa entonces de una Tierra sin Luna? Ya hemos visto que los efectos de marea gravitatoria entre la Luna y la Tierra han frenado la velocidad de rotaci¨®n terrestre desde las 6 horas originales hasta las 24 horas actuales. Si la Luna nunca se hubiera formado, los ¨²nicos efectos de marea existentes habr¨ªan sido los debidos al Sol, mucho m¨¢s d¨¦biles que los lunares, por lo que la rotaci¨®n terrestre ser¨ªa de 8 horas actualmente.
No sabemos la distancia exacta a la que estaba la Luna de la Tierra cuando se form¨®, pero sabemos que estaba a una distancia mucho menor que la actual
Cuanto mayor es la velocidad de rotaci¨®n de un planeta mayores son los vientos que se producen en ¨¦l. As¨ª, si el d¨ªa terrestre durara s¨®lo 8 horas, los vientos t¨ªpicos en la Tierra alcanzar¨ªan los 160-200 kil¨®metros por hora. Las mareas, adem¨¢s, al ser s¨®lo debidas al Sol ser¨ªan mucho m¨¢s suaves, por lo que las condiciones de flujos y corrientes necesarias para que se desarrollara la vida en los oc¨¦anos primitivos seguramente no se habr¨ªan dado, o se habr¨ªan dado unos cientos de millones de a?os m¨¢s tarde, retrasando el origen y posterior evoluci¨®n de la vida terrestre. Sabemos ya que, sin la Luna, la inclinaci¨®n del eje de rotaci¨®n terrestre no ser¨ªa estable, lo que producir¨ªa variaciones extremas de temperatura y cambios clim¨¢ticos, por todo ello, en una Tierra sin Luna seguramente no existir¨ªan formas de vida compleja en la actualidad y, cuando finalmente surgieran, tendr¨ªan con toda probabilidad una biolog¨ªa muy diferente a la que conocemos.
Si, a pesar de todo, se llegara a desarrollar vida compleja e inteligente en una hipot¨¦tica Tierra sin Luna todo ser¨ªa muy diferente. No existir¨ªan, por ejemplo, los calendarios basados en las fases lunares, que ayudaron a nuestra especie a entender y dominar la agricultura, la caza, y los ciclos biol¨®gicos y a construir, en suma, nuestra civilizaci¨®n. La tecnolog¨ªa y la ciencia en esta Tierra sin sat¨¦lite ser¨ªan tambi¨¦n muy distintas. Mediante el estudio de las fases lunares se logr¨® determinar la distancia Tierra-Luna, sus tama?os, la distancia de la Tierra al Sol, los tama?os y distancias de otros cuerpos del Sistema Solar, y otras distancias del universo que nos han colocado en nuestro verdadero lugar en el cosmos: una mota de polvo alrededor de una estrella del mont¨®n en los suburbios de una de las miles de millones de galaxias del universo. Este conocimiento no habr¨ªa sido posible en una Tierra sin Luna.
Sin la presencia de la Luna seguir¨ªan produci¨¦ndose mareas en la Tierra, pero mucho m¨¢s d¨¦biles, b¨¢sicamente ser¨ªan como un oleaje suave
Afortunadamente para nosotros Theia s¨ª choc¨® contra la Tierra y form¨® nuestro sat¨¦lite y, es muy poco probable que este desaparezca de repente. Sabemos, sin embargo, que existen muchos planetas girando alrededor de otras estrellas desprovistos de luna, con condiciones, y quiz¨¢ vida, que nos parecer¨¢n extra?as y ex¨®ticas. Los terrestres podemos respirar tranquilos, tenemos Luna para mucho tiempo pues no conseguir¨¢ escapar jam¨¢s a la atracci¨®n gravitatoria terrestre, a pesar de estar alej¨¢ndose poco a poco de nosotros. Es m¨¢s, creemos que dentro de unos 5.000 millones de a?os, cuando el Sol est¨¦ en su fase final de vida y se convierta en una estrella gigante roja, la Luna se frenar¨¢ y volver¨¢ a acercarse a la Tierra. Ser¨¢ la fricci¨®n de nuestro sat¨¦lite con la atm¨®sfera m¨¢s externa del gigantesco Sol rojo, dentro de la que se encontrara inmersa la Luna, la que la frene. El tama?o de la Luna crecer¨¢ de nuevo en los cielos de la Tierra hasta que la fuerza gravitatoria terrestre la fragmente en un ¨²ltimo y mortal abrazo. Dejaremos entonces de disfrutar de las hermosas fases lunares para siempre, pero un anillo compuesto por millones de fragmentos de lo que fue nuestro sat¨¦lite brillar¨¢ en las noches y d¨ªas terrestres¡si para entonces queda alg¨²n ser vivo para contemplarlo.
Pablo Santos Sanz es investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa-CSIC
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.