Reflexionando

Voy a salir del armario. A los cuarenta y todos, s¨ª, ?qu¨¦ pasa? Nunca es tarde para mostrarse al mundo tal y como tu madre te trajo al ¨ªdem y no como el personaje que te construyes cada d¨ªa para salir a com¨¦rtelo a besos antes de que te devore ¨¦l a hostias. Pues eso. Que tengo un secreto, un vicio, un placer culpable. Veo tele, mucha tele, todo tipo de tele. A veces con fines de esparcimiento, otras de estudio y, la mayor¨ªa, estupefacientes. Me meto entre retina y retina desde El objetivo a El cascabel al gato. Desde El rinc¨®n de pensar a En tu casa o en la m¨ªa. De Salvados a S¨¢lvame Deluxe. Y no precisamente zapeando, esa excusa barata de quienes van de intelectuales sin m¨¢s pantalla que la de su iPhone 6S. No. Yo zapear, zapeo poco. No cambio de canal ni cuando meten diez minutos de publicidad dici¨¦ndote cada veinte segundos que vuelven ahora mismito. ?Para qu¨¦? Casi me gustan m¨¢s los anuncios que los programas propiamente dichos. Aprecio m¨¢s la paja que la viga. La ganga que la mena. Las hojas que el r¨¢bano.

Los publicistas conocen la sociedad mejor que todos los tod¨®logos que salen de debajo de las moquetas. Les va la bolsa en ello. No solo nos venden algo, sino que hemos de compr¨¢rselo para que cobren. Por eso, hay m¨¢s verdad en un spot que en todos los estudios del CIS y del INE juntos. Estos d¨ªas, hay un comercial en antena en el que una chica inicia un viaje en tren y se relame de tener tiempo para reflexionar sobre la vida. A los 15 segundos, ya ha reflexionado y se enchufa una serie en el m¨®vil. As¨ª, mismamente, voy a reflexionar yo la Jornada de ?dem. Valorar¨¦ un rato ¡ªentre compra y compra de turrones y amigos invisibles¡ª que si Pedro que si Pablo que si Albert que si Mariano que si Los Otros que hemos enterrado en vida, y el domingo votar¨¦ la papeleta que me salga de las tripas. Sin d¨¢rmelas de prescriptora ni de influencer ni de falsa modesta, no ser¨¦ la ¨²nica.