Las palabras cruzadas de Diamil MC
Diamil Ciss durante el Festival de Poes¨ªa Spier en Sud¨¢frica en 2014. / RETHA FERGUSON
Culpables. As¨ª se llama su primer poema. Lo escribi¨® una ma?ana de 2007 nada m¨¢s despertar. ¡°Estaba sorprendido, nunca hubiera imaginado que yo pod¨ªa ser capaz de algo as¨ª¡±, asegura. A partir de ese momento ya no pudo parar, las frases se le atropellaban por dentro mientras com¨ªa, cuando estaba en la ducha, en el trabajo. ¡°Ten¨ªa la cabeza llena de palabras, escrib¨ªa en las cajas de az¨²car, en las servilletas, en el reverso de un cartel electoral. El problema es que no pod¨ªa saber si era bueno o si era malo, si hab¨ªa algo de valor en lo que hac¨ªa, no ten¨ªa la capacidad de juzgarlo¡±. Con el tiempo, Diamil MC se convirti¨® en uno de los referentes del bullicioso slam de Dakar y ahora acaba de publicar su primer libro de poes¨ªa, ADM, Arte de Declamaci¨®n Masiva, en el que muestra su propia y personal visi¨®n del mundo no siempre amable que le rodea, pero a la vez una mirada ir¨®nica, esperanzada, poli¨¦drica. Y sobre la violencia terrorista que sacude al mundo, lo tiene muy claro: "Religi¨®n no rima con barbarie".
Diamil Moustapha Ciss naci¨® hace 39 a?os en Niari Tally, un humilde barrio de Dakar. Su padre era alba?il y con su magro salario apenas pod¨ªa hacerse cargo de su mujer y sus nueve hijos. ¡°Nunca tuvimos una casa, viv¨ªamos en habitaciones que ¨ªbamos alquilando y mi madre ten¨ªa que vender fruta de estaci¨®n en un colegio cercano¡±, recuerda. Hablamos apoyados en un cayuco de pesca en la zona de Soumbedioune. Enfrente el mar est¨¢ como un plato y el sol brilla sobre su superficie, a nuestro alrededor todo est¨¢ lleno de pl¨¢stico y basura. ¡°As¨ª y todo ¨¦ramos felices¡±, prosigue, ¡°ten¨ªamos para comer y est¨¢bamos todos juntos¡±. Sus padres eran analfabetos, pero se empe?aron en que sus hijos fueran a la escuela.
Sin embargo, cuando s¨®lo ten¨ªa 15 a?os tuvo que dejar los cuadernos y ponerse a trabajar. ¡°La situaci¨®n familiar era catastr¨®fica y no quedaba m¨¢s remedio¡±. A partir de entonces el joven Diamil empez¨® a compaginar sus primeros empleos reparando neum¨¢ticos o descargando pescado en el puerto con lo que empezaba a convertirse en una pasi¨®n emergente. ¡°Yo lo llamo el tiempo de la lectura salvaje¡±. Le¨ªa todo lo que pod¨ªa conseguir en los mercadillos, desde c¨®mics de vaqueros e indios hasta novelas de esp¨ªas. ¡°Yo compraba libros baratos, los vend¨ªa y luego los cambiaba por otros. Era un sistema de trueque. As¨ª me inici¨¦ en la lectura¡±. Adem¨¢s, compraba dos peri¨®dicos cada d¨ªa para jugar a las palabras cruzadas, ¡°ampli¨¦ mucho mi vocabulario¡±, y se aficion¨® a los debates de la radio. ¡°No me gustaba la pol¨ªtica, pero s¨ª escuchar a los tertulianos hablando de cosas que para m¨ª eran totalmente nuevas¡±.
Fue pasando de trabajo en trabajo. De la reparaci¨®n de barcos a la venta de alimentos en una peque?a tienda, de redactor de facturas y pedidos a montar su propio puesto de especias y pan, de obrero en una f¨¢brica de galletas a mezclador de esencias para hacer perfumes y empleado de una sociedad de cableado de telefon¨ªa. Y siempre la lectura y el f¨²tbol, otra de sus pasiones que le llev¨® a jugar seis a?os en la Navet¨¢n, una liga local. ¡°Cuando trabajaba en las f¨¢bricas tuve muchos problemas. El salario era una miseria, era muy duro y encima no ten¨ªas derecho a quejarte. Yo voy a decir siempre lo que pienso, no me callo, as¨ª que acababan ech¨¢ndome, me acusaban de influenciar a los otros¡±. Hasta que lleg¨® aquella ma?ana de 2007 en que se levant¨® de la cama, cogi¨® un bol¨ªgrafo y empez¨® a escribir.
Diamil MC en la playa de Soumbedioune, en Dakar. / J.N.
¡°En la ciudad santa de Touba digo en voz alta aquello que los otros piensan en silencio, en este pa¨ªs donde nada funciona la esperanza se est¨¢ esfumando y cada uno de nosotros es culpable por bajar los brazos¡¡± As¨ª comienza su primer texto en franc¨¦s, Culpables, en el que muestra ya un esp¨ªritu cr¨ªtico que no se atenuar¨¢ con los a?os. ¡°Quand la sant¨¦ tousse / c¡¯est l¡¯education qui se mouche / avec l¡¯economie qui souffre / tous le feux sont au rouge (cuando la Sanidad tose es la Educaci¨®n la que se suena, con la econom¨ªa que sufre todas las luces est¨¢n en rojo)¡±. La escritura se convierte en su v¨¢lvula de escape ante una realidad que no le gusta, pero siempre con un sentido del humor que es como su firma, su marca personal, y con un gusto extraordinario por los juegos de palabras, quiz¨¢s heredado de su pasi¨®n por los encadenados del peri¨®dico.
Durante tres a?os escribe para s¨ª mismo y, como mucho, para su entorno m¨¢s cercano hasta que en 2010 escucha hablar de Vendredi Slam, un colectivo de j¨®venes que se re¨²ne en el restaurante Le Point E para hacer slam y cada viernes abr¨ªan el micr¨®fono a todo aquel que quisiera participar. Este arte, declamaci¨®n de poes¨ªa que puede ir acompa?ado de un fondo musical, encajaba a la perfecci¨®n con Diamil. ¡°Yo pensaba que mis textos pod¨ªan servir para alg¨²n rapero, pero yo no me ve¨ªa cantando, no es lo m¨ªo. As¨ª que fui a ver a los chicos de Vendredi Slam y llev¨¦ un texto preparado, Sous Couvert. Estaba muy asustado, pero al p¨²blico le gust¨®, me ped¨ªan m¨¢s¡±.
Diamil MC recitando ?frica agoniza en Cape Town en 2014.
¡°En ce jour de mon trenti¨¨me hiver / Je vis toujours sous couvert / Pourtant j¡¯en ai vu des vertes et des pas m?res / Mais n¨¦anmoins je cherche toujours ma voie / Dans cette jungle sans foi ni loi / Aide-toi et le ciel t¡¯aidera, m¡¯a-t-on dit / J¡¯ai decid¨¦ alors de prendre les devants / Je me l¨¨ve avant les chants / Pour provoquer la chance / Et forcer le destin / Mais c¡¯est toujours le m¨ºme refrain / Pour les m¨ºmes regrets / Je fis le pari de rallier Paris / Quel qu¡¯en soit le prix / Quitte ¨¢ p¨¨rir, je prends le ferry / Car j¡¯en ai marre de cette parodie / De vie sans embeille / De jour sans lendemain / Ma patience est finie / Et mon plan est d¨¦fini / Je laisse ma famille ainsi que mes amis / Ceux qui n¡¯ont pas compris ont du m¨¦pris / Mais ne voient-ils pas que l¡¯avenir / Est suffisamment compromis / Et l¡¯horizon passablement assombri / Que je ne peux plus rester dans mon taudis / ? attendre le messie¡±.
El ritmo y el mensaje de Diamil, su manera de interpretar sus propios textos, su capacidad de producir, su iron¨ªa. El p¨²blico estaba entusiasmado y pronto se convirti¨® en un imprescindible de la troupe de recitadores de Vendredi Slam. ¡°Fueron como el espejo que necesitaba para darme cuenta de que aquello que estaba haciendo ten¨ªa un sentido y un valor. Entre ellos hab¨ªa universitarios, gente que hab¨ªa estudiado Literatura y de repente aparezco yo que jam¨¢s hab¨ªa le¨ªdo una novela cl¨¢sica o poes¨ªa y resulta que les gustaban mis textos¡±, asegura Ciss. Gracias a sus nuevos contactos, se empez¨® a interesar por la literatura africana y senegalesa. Sus primeras lecturas fueron Hamadou Hampat¨¦ B?, Aim¨¦ Cesaire e incluso alg¨²n texto del padre fundador L¨¦opold S¨¦dar Senghor, pero si hubo un libro que le marc¨® este fue Une si longue lettre de la senegalesa Mariama B?, traducida al espa?ol como Mi carta m¨¢s larga, y considerada como una de las obras cumbre de la literatura africana.
Durante una actuaci¨®n en el Centro Cultural Franc¨¦s de Dakar en 2013.
Entre slam y slam, en 2012 llegaba el primer libro de Diamil, una peque?a recopilaci¨®n de seis historias cortas titulada 30.000 voltios de sue?os y publicada por la editorial Diaspora Noire, pero es ahora cuando el autodenominado ¡°¨²ltimo poeta serer¡± ha dado el do de pecho con un libro ADM, Arte de Declamaci¨®n Masiva, editado por Ath¨¦na, que recopila lo mejor de su producci¨®n po¨¦tica desde que aquel d¨ªa de 2007 cogi¨® un bol¨ªgrafo y ya no pudo parar. El t¨ªtulo aterriz¨® en su cabeza casi por casualidad. ¡°Estaba mirando el Facebook y me encontr¨¦ con una foto de un tanque que hab¨ªa sido transformado en biblioteca bajo el nombre de Arma de Instrucci¨®n Masiva. Me fascin¨® aquella idea tan bella de transformar algo que sirve para la guerra en algo que sirve para la educaci¨®n. De ah¨ª viene, aunque al final mi editora prefiri¨® que no us¨¢ramos la palabra arma sino arte¡±.
Poeta autodidacta, formado en la escuela de la calle y diplomado de la vida, como a ¨¦l le gusta definirse, es consciente de la importancia de hablar de paz en los tiempos que corren. ¡°No entiendo todo ese mal del terrorismo, los cr¨ªmenes, la barbarie. Hoy en d¨ªa para ser infeliz s¨®lo hay que ponerse delante de la televisi¨®n a ver las noticias. Los pueblos no son conscientes de que quienes fabrican las armas no quieren la paz y que son estos fabricantes quienes controlan el mundo. Porque ning¨²n pretexto es v¨¢lido para matar a otros¡±. Y sin embargo muchos lo hacen en nombre de la religi¨®n isl¨¢mica, la que profesa el propio Diamil. ¡°La gente mata por territorio, por petr¨®leo, por negocio y pretenden que creamos que lo hacen por un dios. Religi¨®n no rima con barbarie, esa gente est¨¢ muy lejos de Dios, Dios es otra cosa¡±.
Diamil MC frente al mar de Dakar. / J.N.
Como conjura frente a este mundo ¡°que se degrada¡±, Diamil MC propone la f¨®rmula de una educaci¨®n desde la base. ¡°Sin educaci¨®n somos peor que corderos y me refiero a la inculcaci¨®n de valores y no tanto a la acumulaci¨®n de conocimientos. Los que construyeron la bomba at¨®mica ten¨ªan conocimientos, pero ?ten¨ªan valores morales?¡±, asegura. Y todo, a poder ser, con una sonrisa en la boca, ¡°si algo te hace reir no lo vas a olvidar nunca¡±. Alto, delgado, con su inseparable sombrero, a Diamil MC le encanta el intercambio, "me gusta compartir, dar de m¨ª mismo, desde el respeto rec¨ªproco y la dignidad, adepto y transmisor de la actitud positiva, enamorado de la Humanidad, me considero universal, con energ¨ªa, amor y humor en mi mochila".
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