La lista perfecta de canciones para la resaca de A?o Nuevo
La banda sonora ideal, desde que abres un ojo hasta que, ya entrada la tarde, te apetece otra vez movimiento. Con enlace para escucharla
?Concierto de A?o Nuevo? ?A qui¨¦n se le pudo ocurrir que la m¨²sica adecuada para el doloroso primer d¨ªa del a?o es un batall¨®n de violines y una traca de timbales a ritmo de vals? Probablemente, a un abstemio, o todo lo contrario, a alguien que el d¨ªa 1 de enero atraviesa una fase tan avanzada de su desparrame que ya todo le da igual. Un poco de cordura, por favor. El primer d¨ªa del a?o, esa jornada en que hasta la respetable vecina del quinto se levanta con un leve dolor de cabeza, requiere otro tipo de m¨²sica. Igual que esa se?alada fecha exige una iluminaci¨®n espec¨ªfica (lo m¨¢s cercana posible a la oscuridad total), tambi¨¦n precisa de una m¨²sica determinada. Partamos de una base: no tenemos el cuerpo para ruidos. Con esa premisa, y dando por sentado que a lo largo de las pr¨®ximas horas vamos a pasar por una serie de etapas distintas pero todas desagradables, proponemos una ruta alternativa por la mejor m¨²sica terap¨¦utica (en la lista de Spotify que hemos creado encontrar¨¢s una selecci¨®n ampliada de canciones).
12.00. Abrimos los ojos: 'ambient' acuoso
La poca luz que se cuela por las rendijas de la persiana nos hace da?o a los ojos. Entonces los cerramos y enterramos la cabeza en la almohada. Por alguna raz¨®n, esta ya no es un ligero saquito de plum¨®n sino que parece pesar tres toneladas. A la pesadez de cabeza se une la sequedad en la boca. Lo ideal en estas circunstancias ser¨ªa¡ ?volverse a dormir! Algo nos dice que si lo conseguimos y volvemos a despertarnos cuatro horas despu¨¦s, nos sentiremos como una rosa. Necesitamos m¨²sica de inducci¨®n al sue?o, refrescante (o, por lo menos, acuosa) y, por Dios, nada de bater¨ªa.
¡ú Brian Eno: An ending (ascent) (1983)
El alop¨¦cico exteclista de Roxy Music es nuestro hombre. Precursor del ambient, construy¨® toda su carrera en solitario en base a una m¨²sica et¨¦rea que, m¨¢s que escuchar, uno percibe vagamente. Este tema tiene un aire como de luz al final del t¨²nel, de tr¨¢nsito a un limbo ultraterrenal, que se nos antoja apropiado dada la situaci¨®n. Discurre a c¨¢mara lenta y girando en c¨ªrculos: igualito que nuestra cabeza.
¡ú Jo?l Flajerman: Flower's love (1982)
Esta esbelta composici¨®n a tope de sintetizadores fue banda sonora de una serie documental de la TF1 llamada L'Aventure des plantes (¡°La aventura de las plantas¡±). Una flor, pero mustia, es lo que m¨¢s se parece a nosotros en estos momentos, y quiz¨¢ un ba?o relajante en esta bonita melod¨ªa nos haga creer de nuevo en la fotos¨ªntesis.
13.00. Hambre y n¨¢useas: rock psicod¨¦lico
Dado que ni con estos arrullos instrumentales hemos sido capaces de retomar el sue?o, nos removemos inquietos en la cama y advertimos nuevas sensaciones. Nos embarga una especie de empacho, como si todo lo bebido, en vez de bajar, estuviera cada vez m¨¢s arriba, y por un momento sopesamos la idea de ir al ba?o y liberarnos de la carga. Pero se nos ocurre algo mejor: como adem¨¢s tenemos hambre, confiamos en que un desayuno op¨ªparo y grasiento restablecer¨¢ el equilibrio g¨¢strico, saci¨¢ndonos y quit¨¢ndonos las arc¡ las arc¡
¡ú The Velvet Underground: Candy says (1969)
En estos instantes de zozobra, que tienen bastante de psicod¨¦lico, se impone recurrir a la Velvet. Doug Yule, sustituto de John Cale en la banda de Nueva York, canta aqu¨ª como si hubiera entrado de puntillas en nuestra habitaci¨®n y no quisiera molestar, lo cual es de agradecer. La atm¨®sfera narc¨®tica hay que atribu¨ªrsela a Lou Reed, que de estos estados carenciales sab¨ªa un rato.
¡ú Procol Harum: A whiter shade of pale (1967)
El sonido de un ¨®rgano Hammond aporta a nuestros o¨ªdos lo que un plato de huevos revueltos a nuestro est¨®mago: consistencia reparadora. Denso, at¨¢vico, grandote, alcanza en esta balada hippy su m¨¢xima expresi¨®n. La letra, que narra un desfase et¨ªlico (¡°Daban volteretas por el suelo, me sent¨ªa un poco mareado, pero la gente quer¨ªa m¨¢s¡± ¡ ¡°Cuando pedimos otra bebida, el camarero trajo una bandeja¡±), parece inspirada en nuestras haza?as de anoche.
14.00. Me duele todo: minimalismo indoloro
El esfuerzo ¨ªmprobo de levantarnos a preparar el desayuno nos ha dejado constancia de otro drama: tenemos la fluidez de movimientos de un hombre de 70 a?os. Nos duelen hasta las pesta?as, as¨ª que, deprimidos, optamos por regresar a la cama y seguir guardando estricto reposo. En sinton¨ªa con dicha quietud, lo m¨¢s indicado es darnos una raci¨®n de minimalismo: m¨²sica indolora, sin estridencias; instrumental, sin una letra que debamos seguir; introspectiva, que nos conecte con nuestro yo m¨¢s sufrido. Una vuelta a la nada, en sinton¨ªa con la posici¨®n fetal en la que nos hallamos.
?¡ú Arvo P?rt: Spiegel mi spiegel (1978)
M¨²sica cl¨¢sica del siglo XX a cargo de este compositor de Estonia que actualmente tiene 80 a?os (y sigue produciendo). Sin el car¨¢cter sacro de otras de sus obras, esta escueta pieza de piano y viol¨ªn (o viola o cello) aporta serenidad y le ayuda a uno a imaginarse que est¨¢ en un spa, recibiendo un masaje entre velas e incienso¡
¡ú Aphex Twin: Avril 14th (2001)
El doble de Pablo Iglesias nos da una de cal y otra de arena. Lo mismo te hace un tema de minimalismo bals¨¢mico que un trayazo de electr¨®nica psicotr¨®pica apto para una rave. Este es de los primeros; un breve pasaje de piano id¨®neo para recapacitar sobre qui¨¦nes somos, de d¨®nde venimos y c¨®mo hemos llegado a este punto.
15.00. Escalofr¨ªos: 'bossa nova' calentita
La comilona no ha terminado de arreglarnos el cuerpo y el ansiado sue?o reparador no llega. Ese c¨²mulo de penurias se completa ahora con r¨¢fagas de escalofr¨ªos, que nos hacen temblar aunque la manta nos cubre hasta el flequillo. ?Qu¨¦ tipo de m¨²sica podr¨ªa ejercer sobre nosotros un efecto calefactor? La bossa nova. Voces aterciopeladas y ese pellizco de guitarra caracter¨ªstico son un billete en primera clase a las t¨®rridas playas de R¨ªo de Janeiro, con todo su ecosistema. Una l¨¢stima que tengamos la libido por los suelos.
¡ú Jo?o Gilberto: Avarandado (1973)
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El tema es de Caetano Veloso, grabado con la voz de Gal Costa en 1967, pero esta desnuda versi¨®n de 1973 de Jo?o Gilberto, que canta susurrando sobre su doliente guitarra, tiene una pureza que es la que nos falta a nosotros en momentos cr¨ªticos como este.
?¡ú Astrud Gilberto: How insentitive (1965)
?Sabe de esas cantantes indies que cantan con poquita voz? Todas se han empapado de Astrud Gilberto, que fue esposa de Joao. Este est¨¢ndar (Insensatez en su idioma original) lleva la firma de Antonio Carlos Jobim, compositor de referencia de la bossa nova.
16.00. Elocuencia: despu¨¦s de tocar fondo
Pr¨¢cticamente cualquier g¨¦nero musical de nombre compuesto nos puede ser de gran utilidad cuando conseguimos dominar la situaci¨®n. No nos encontramos mejor, pero tampoco peor; tras haber tocado fondo, empezamos a remontar. La luz que entra por la persiana es ahora un rayo de optimismo. Como para probarnos que seguimos vivos, empezamos a darle la brasa a cualquiera que tengamos al lado, y estos son los sonidos de la remontada.
?¡ú Portishead: Roads (1994)
Desde Bristol, Beth Gibbons y compa?¨ªa bordaron ese g¨¦nero oscuro y cinematogr¨¢fico que se dio en llamar trip hop. El piano Rhodes, que planea desde el principio por esta canci¨®n, tiene la cualidad de hundir en la miseria hasta al m¨¢s optimista. Pero no se trata de regodearnos en la tristeza que trasmite, sino de envolver en estos sonidos nuestra desatada verborrea.
¡ú Tortoise: Along the banks of rivers (1996)
Nuestro estado an¨ªmico es tan inclasificable como el rock de esta banda de Chicago, que a veces puede sonar como la banda sonora de un western inquietante (como en este caso), y otras deambular entre el rock progresivo, el jazz y la electr¨®nica. El tema, instrumental, es perfecto para locuaces.
17.00. Asum¨¢moslo cuanto antes: hemos hecho el rid¨ªculo
Las neuronas han empezado a trabajar y se dedican a bombardearnos escenas de la noche anterior. A no ser que no recordemos nada (que puede ocurrir), lo m¨¢s probable es que empiecen a desfilar por nuestra cabeza frases est¨²pidas que salieron de nuestra boca al querer hacernos los graciosos y lamentables aproximaciones a seres humanos que seguramente pensaron que ¨¦ramos idiotas. No nos importar¨ªa si hubi¨¦ramos ligado, pero no pas¨®. Hemos hecho el rid¨ªculo y ya nada puede remediarlo; aunque s¨ª mitigar sus efectos: baladas arrastradas para hombres desastrosos.
¡ú Bon Iver: re:stacks (2007)
Este es el tipo que, para curar una ruptura amorosa, se encerr¨® en una caba?a en la monta?a y grab¨® este disco. Por la atm¨®sfera que cre¨®, ten¨ªa la moral por los suelos. Pero el disco fue un ¨¦xito y se forr¨®, prueba de que hasta de las peores experiencias se puede sacar algo bueno.
¡ú Damien Rice: Elephant (2006)
Las meteduras de pata de anoche nos hacen sentir miserables, como seguramente se siente el irland¨¦s Damien Rice cada vez que compone una canci¨®n. ¡°Soy la almohada de tu funda de almohada¡±, pregona, inspirado, en este tema, en un sentido crescendo.
18.00. Listos para empezar otra vez: himnos pop
Bueno, ya nos hemos flagelado bastante. Hemos cumplido nuestra penitencia, y ya va siendo hora de volver a la superficie. Se ha restablecido la normalidad, esto es, llevamos un rato pegados al m¨®vil, reconfigurando nuestra vida social, despu¨¦s de largas horas de sufrimiento solitario. Hemos quedado para picar algo antes de la cena, y si el mundo va a recibirnos de nuevo, que sea con el humor adecuado. Vamos a por canciones pop alegres y coreables, y a por una cerveza (solo una) para celebrar que a¨²n somos j¨®venes y pasamos una resaca como si nada (m¨¢s o menos).
¡ú Ben Lee: Catch my desease (2005)
¡°Mi cabeza es una caja llena de nada y as¨ª es como me gusta¡±. Es el prometedor comienzo de esta canci¨®n conformista y desenfadada que es casi imposible escuchar sin ponerse de buen humor. Si est¨¢s arregl¨¢ndote para salir, te ver¨¢s dando palmas y desga?it¨¢ndote en los multitudinarios coros.
¡ú Chumbawamba: Tubthumping (1997)
Punks de los ochenta que se vinieron arriba, Chumbawamba facturaron este estribillo inmortal que parece m¨¢s un c¨¢ntico de hooligans que una canci¨®n. Con palabras como ¡°whisky¡± y ¡°vodka¡± en su letra, estamos ante un monumento a la fiesta capaz de borrar siete horas de agon¨ªa y ponernos en funcionamiento otra vez. Eso s¨ª, ma?ana, vuelta a empezar...
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