Anestesia
Los del PP hicieron obra en su sede, pagada supuestamente con dinero negro, y les ha quedado de lujo
Sales de una noticia sobre la corrupci¨®n legal y entras en otra sobre la ilegal como el que llega a la sinraz¨®n ignorante de que ha abandonado la raz¨®n. La l¨ªnea divisoria es tan delgada como la que separa el periodismo de la literatura. Hace un rato, el dentista me preguntaba si yo noto cu¨¢ndo hago una cosa y cu¨¢ndo la otra (no cu¨¢ndo me corrompo de forma legal y cu¨¢ndo de manera ilegal, espero, sino cu¨¢ndo escribo un reportaje y cu¨¢ndo un cuento), pero no le he respondido porque ten¨ªa la boca abierta y la lengua bloqueada, as¨ª que he seguido d¨¢ndole vueltas a la idea de la frontera entre el embajador y el chorizo. ?Distingue el corrupto cu¨¢ndo act¨²a desde fuera o desde dentro del sistema? La mafia tiene negocios legales que act¨²an como tapadera de los ilegales, pero no se encuentran en compartimentos absolutamente estancos: resulta inevitable que los primeros penetren en los segundos como el agua del r¨ªo, en la desembocadura, se mezcla con la del mar y viceversa.
El panorama, observado con frialdad desde el sill¨®n del dentista, es desolador. Gran parte de nuestros pr¨®ceres andan forr¨¢ndose, sea vendiendo informes ilegales o sent¨¢ndose en consejos de administraci¨®n legales. A veces vendiendo dichos informes a dichos consejos. Unos vecinos comenzaron en casa una reforma que pagaron con billetes de curso legal, y el constructor se ha dado a la fuga, como en el programa de la tele, dej¨¢ndolo todo empantanado. Los del PP hicieron obra en su sede, pagada supuestamente con dinero negro, y les ha quedado de lujo. Desanima que la reforma de la cocina del corrupto quede mejor que la del incorrupto. Tambi¨¦n que cuando escribes en el peri¨®dico los lectores piensen que no haces literatura. Se me est¨¢ pasando la anestesia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.