Fotos contra el olvido en Chibok

Bukky Shonibare vela por el recuerdo de las ni?as de Chibok, aquellas escolares nigerianas secuestradas por Boko Haram que despertaron una de las movilizaciones en la red m¨¢s impresionantes de 2014. Bukky no es la ¨²nica que se preocupa por mantener en la memoria a las alumnas que casi dos a?os despu¨¦s contin¨²an en paradero desconocido, pero ella lo hace precisamente en Twitter, la red que alberg¨® el fen¨®meno del hashtag #BringBackOurGirls. Aquella experiencia demostr¨® lo mejor y lo peor de la movilizaci¨®n en las redes: la capacidad de sensibilizar a escala global y la frivolidad de seguir el dictado de las celebrities sin compromiso ni esfuerzo.

Esta joven nigeriana se queda con lo mejor, con el potencial de impactar y de influir, de traspasar fronteras pero tambi¨¦n de aglutinar a los que est¨¢n m¨¢s cerca. Porque no s¨®lo era necesario que el mundo mirase hacia Nigeria. En un Estado federal con enormes diferencias entre cada uno de los Estados, tambi¨¦n era necesario que los propios nigerianos mirasen hacia Nigeria y abriesen los ojos ante una realidad tan cercana como ajena. Algunos ciberactivistas lo intentaron antes de que #BringBackOurGirls tocase la tecla adecuada. Un fin de semana dram¨¢tico moviliz¨® a algunos usuarios de Twitter. Empezaron a golpear la coraza del silencio, pero era demasiado dura. No se rompi¨® hasta que las ni?as de Chibok desencadenaron la emotividad.

El 12 de noviembre de 2014 hac¨ªa m¨¢s de 200 d¨ªas del secuestro y Bukky Shonibare empez¨® con lo que ella llama Daily Photo Campaign: una fotograf¨ªa y un cartel recordando los d¨ªas de cautiverio de las escolares. Desde aquel d¨ªa y hasta hoy no ha faltado a su cita y aparece cotidianamente en los time-line de miles de usuarios de la red de microblogging recordando que las alumnas nigerianas a¨²n no han vuelto a casa. No era su intenci¨®n que la campa?a fuese tan larga, ni habr¨ªa deseado jam¨¢s tener que mantener esta rutina durante tanto tiempo: ¡°En un primer momento me lo plante¨¦ como una cuenta atr¨¢s de 50 d¨ªas hasta el A?o Nuevo y 43 d¨ªas para la Navidad. Era un intento de llamar la atenci¨®n de Nigeria para que impidiese que las ni?as pasasen la Navidad y el A?o Nuevo fuera de casa. Pero llegaron esas fechas y pasaron y las ni?as segu¨ªan sin ser liberadas. Despu¨¦s ya no pude parar. Y ahora me resulta muy dif¨ªcil pensar en dejarlo¡±.

Esta nigeriana de 34 a?os residente en la capital, Abuja, recuerda que su iniciativa es s¨®lo un complemento de otras actividades que siguen manteniendo viva la campa?a mediante la presencia en las calles de las ciudades del pa¨ªs. ¡°Cuando comenc¨¦ me preocupaba que despu¨¦s de haber tenido tanta repercusi¨®n, el hecho cayese en el olvido, a pesar de los esfuerzos de muchos activistas¡±, confiesa la joven que trabaja como consultora de gesti¨®n y de desarrollo de proyectos.

La tenaz activista se muestra comprensiva con la p¨¦rdida de atenci¨®n del secuestro, aunque no por ello deja de ser cr¨ªtica. ¡°La noticia se difunde m¨¢s r¨¢pido cuando es una novedad y la gente est¨¢ m¨¢s dispuesta a compartirla en caliente. Y creo que el hashtag #BringBackOurGirls era lo mejor que se pod¨ªa hacer en el momento en el que se hizo. Pero era inevitable, en una campa?a as¨ª, que algunos cogiesen el cartel con una preocupaci¨®n sincera y otros lo hiciesen por intereses egoistas¡±. Para ella, lo m¨¢s importante es que las ni?as no est¨¢n todav¨ªa de vuelta, por lo que haber retirado la atenci¨®n del caso del secuestro es simplemente ¡°pura traici¨®n¡±.

Durante todo este tiempo, Bukky Shonibare ha desarrollado una estrategia particular en las redes sociales para que su mensaje de defensa de la memoria llegase lo m¨¢s lejos posible. Cada d¨ªa, cuando comparte su foto con su particular contador de tiempo, interpela directamente a las instituciones nigerianas que pueden jugar alg¨²n papel en la liberaci¨®n de las ni?as y a sus responsables, en todas las esferas de la administraci¨®n. Pero tambi¨¦n dirige sus mensajes directamente a los medios de comunicaci¨®n tanto nigerianos como internacionales, a personas populares e influyentes de la sociedad nigeriana, a organizaciones de la sociedad civil y a cualquiera que haya mostrado inter¨¦s y que pueda colaborar en su causa. As¨ª, mediante esta iniciativa la protagonista interpela a diario, a m¨¢s de 200 personas u organizaciones en Twitter (mediante la menci¨®n directa en sus mensajes) y 50 m¨¢s en Facebook. Todo ello para seguir recordando a estos actores que se deben seguir haciendo esfuerzos "para traer de vuelta a las ni?as lo antes posible¡±.

De la misma manera, la imagen diaria de lo que la activista llama su Daily Photo Campaign llega a superar algunas jornadas el medio millar de retuits, aunque de manera habitual se mantiene en torno al centenar. Sin embargo, la impulsora de esta iniciativa asegura que lo importante ¡°no son los me gusta (en Facebook) o los retuits (en Twitter) sino el hecho de que se mantenga el recordatorio de que las chicas de Chibok todav¨ªa est¨¢n en su cautiverio que y hay personas que est¨¢n esperando a que regresen¡±.

La explosi¨®n del hashtag #BringBackOurGirls fue tan espectacular como su desaparici¨®n. De un d¨ªa para otro (del 7 al 8 de mayo de 2014) el n¨²mero de mensajes con esta etiqueta pas¨® de casi 500.000 a 200.000. Por eso se ha convertido tambi¨¦n en un ejemplo del ¡°activismo de sof¨¢¡± que lleva a una buena parte de usuarios de las redes sociales a reproducir comportamientos de las personas consideradas influyentes, pero sin un verdadero compromiso. La foto de Michelle Obama con el cartel de la campa?a en las dependencias de la Casa Blanca es un muestra perfecta de c¨®mo se desencadenaron tambi¨¦n las adhesiones de un sin fin de personajes populares de todos los ¨¢mbitos y por imitaci¨®n las de cientos de miles de usuarios.

Sin embargo, esta activista que, precisamente, ha demostrado su tes¨®n prefiere evitar este tipo de consideraci¨®n, por respeto a aquellos que se adhirieron a la campa?a con una preocupaci¨®n real. ¡°Creo que la mayor parte de la gente se uni¨® a la campa?a por razones muy genuinas¡±, explica Shonibare, ¡°y por eso creo que no es justo considerar que se trata de una actitud hip¨®crita. A m¨ª me habr¨ªa gustado que se hubiese mantenido la presi¨®n de manera continuada, pero no puedo decidir sobre la implicaci¨®n de la gente. S¨®lo podemos estar agradecidos de que se uniesen a la campa?a, a diferencia de los que a¨²n ponen en duda el secuestro o no han tomado las medidas necesarias para apoyar esta causa¡±.

Bukky Shonibare no se cansa de insistir en la importancia que tiene el mantenimiento de la campa?a #BringBackOurGirls y otras iniciativas en Nigeria. ¡°El mundo sigue adelante. Incluso aunque todo el mundo se olvidase, nosotros tenemos la responsabilidad de seguir recordando, porque somos los due?os de este problema. Es una manera de mantener la cuesti¨®n en el candelero¡±, confiesa. En todo caso, la importancia de esta acci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la dimensi¨®n simb¨®lica, tiene un efecto pr¨¢ctico: ¡°La gente ahora se interesa m¨¢s por lo que est¨¢ sucediendo, el destino de los fondos dedicados a la seguridad y hay mucho m¨¢s apoyo para las intervenciones humanitarias necesarias en los lugares en los que m¨¢s est¨¢n sufriendo los efectos de las acciones de Boko Haram. La campa?a #BringBackOurGirls ha cambiando el clima del activismo en Nigeria y, en mi opini¨®n, en todo el continente¡±. Lo cierto es que la opini¨®n acerca de necesidad de movilizar a la sociedad nigeriana no es exclusiva de Shonibare.

Para Shonibare, una campa?a como la de solidaridad con las ni?as de Chibok ha sido una chispa que ha servido para sensibilizar a los nigerianos en relaci¨®n con los problemas de seguridad y ha conseguido aglutinar a la sociedad en torno a esta cuesti¨®n. ¡°Creo que es m¨¢s f¨¢cil sentir empat¨ªa hacia la lucha de un pueblo que se muestra unido frente a un enemigo com¨²n¡±, reflexiona. Para ella, todos los apoyos son bienvenidos: ¡°La gente en todo el mundo se uni¨® a nosotros y alz¨® la voz con nosotros¡±, recuerda la joven tuitera, ¡°y me gustar¨ªa que continuasen haci¨¦ndolo. Cualquier acto, por peque?o que parezca es importante, tuitear, hablar de ello, cantar, cualquier cosa ayuda en la sensibilizaci¨®n. Todos esos actos pueden ayudar a traer de vuelta a las ni?as de Chibok¡±. Porque, seg¨²n Bukky Shonibare ese es el ¨²nico final posible de la campa?a: ¡°No se cerrar¨¢ hasta que las chicas no est¨¦n de vuelta y a salvo¡±, concluye.