Shia LaBeouf, el artista accidental
Fue uno de los actores m¨¢s comerciales de su generaci¨®n, pero ahora brilla m¨¢s por sus esc¨¢ndalos. Cuando no son circos en la Red, son encontronazos con la ley o sus seguidores
No hace tanto, a Shia Labeouf se le describ¨ªa de un plumazo: actor infantil al que la multimillonaria saga Transformers y una pel¨ªcula como hijo de Indiana Jones hab¨ªan convertido, a partir de 2007, en uno de los m¨¢s j¨®venes m¨¢s comerciales de su generaci¨®n. Esa respuesta se ha venido complicando en los ¨²ltimos tiempos, seg¨²n el comportamiento del actor se ha ido volviendo m¨¢s err¨¢tico. Cuando no son circos en redes sociales, son encontronazos con la ley o sus seguidores. Tanto, que ahora que el actor cierra 2015 como uno de los personajes m¨¢s pol¨¦micos del a?o, pr¨¢cticamente todo lo que queda de la cuesti¨®n es la pregunta: ?qu¨¦ demonios hace Shia LaBeouf?
Por ejemplo, el 10 de noviembre, LaBeouf se puso ante una c¨¢mara en las butacas del Angelika Film Center de Manhattan, y anunci¨® que pensaba ver todas sus pel¨ªculas. Quien quisiera pod¨ªa mirarle mirarse a s¨ª mismo: este viaje al centro de su ego se retransmit¨ªa en una p¨¢gina web durante sus tres d¨ªas y medio de duraci¨®n. LaBeouf bostez¨®, llor¨®, se fue de la sala durante la tercera de Transformers, pidi¨® pizza, durmi¨®. Todo delante de miles de personas. #All my movies, el hashtag de la experiencia, se convirti¨® en trending topic. Fue uno de los momentos m¨¢s comentados de 2015.
Antes, en junio, hab¨ªa publicado un v¨ªdeo de dos minutos en el que ¨¦l gritaba, con la intensidad de una bestia, varias frases motivacionales: ¡°?Hazlo! ?Ayer dijiste que empezar¨ªas hoy!¡±. Tambi¨¦n aquello se hizo moderadamente viral. En diciembre, public¨® su n¨²mero de tel¨¦fono para que le llamara quien quisiera. El reto: ¡°Llegadme al alma¡±, como escribi¨® el actor varias veces en redes. Una vez m¨¢s, el p¨²blico reaccion¨® medio ri¨¦ndose de ¨¦l, medio obedeci¨¦ndole.
La explicaci¨®n m¨¢s simple es que LaBeouf es un artista que usa su propia popularidad como materia prima. Hace dos a?os empez¨® a colaborar con dos performers ¨Cel brit¨¢nico Luke Turner y la finlandesa Nastja Sade R?nkk?¨C en esta serie de proyectos que tanto estudian como rechazan el concepto de la fama. ¡°El estrellato resulta tan barato que ya ni te cobra por mirarle¡±, sopesa Wesley Morris, cr¨ªtico de arte para The New York Times. ¡°A lo mejor necesita atenci¨®n. A lo mejor cree que somos idiotas por prest¨¢rsela. En todo caso, la idea es que o bien le miramos o bien dedicamos 140 caracteres a criticarlo¡±.
Puede uno re¨ªrse o aplaudir a LaBeouf. Todo entra en el plan. El problema es que el objetivo depende de su imagen p¨²blica y ¨¦l no parece tener un control muy firme sobre ¨¦sta. Aunque tiene repuntes de popularidad, como cuando estren¨® el julio el aplaudido videoclip Elastic heart que rod¨® con Sia, parece alejado del cine. Tambi¨¦n ha sido detenido en repetidas ocasiones, generalmente por ir bajo la influencia del alcohol, ya sea al volante o en lugares p¨²blicos. La ¨²ltima vez, en octubre, en un festival en Austin (Texas). Esos titulares no son arte, pero si la obra de LaBeouf es su vida, tambi¨¦n juega un papel importante.
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