Leyendas urbanas sobre drogas: ?qu¨¦ hay de cierto en ellas?
Mucho cuidado con las an¨¦cdotas no contrastadas: adem¨¢s de miedo y desinformaci¨®n, generan curiosidad malsana hacia sustancias peligrosas
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¡°?Drogadicto de mierda! Que te comiste diez pastillas en una noche. Diez pastillones¡ y no me diste ni media¡±. El Chucky de Cieza, personaje cuya fama naci¨® y muri¨® en un v¨ªdeo de YouTube, se dirig¨ªa a un tal Christian para verter tales acusaciones. Suponemos que hac¨ªa referencia a las t¨ªpicas pastillas de MDMA. Pero, de haber sido as¨ª¡ ?seguir¨ªa Christian vivo? Lo ¨²nico que espero ¨Cpor su bien¨C es que no se las hubiera metido todas de golpe.
Las drogas¡ ese mundo tan turbio, oscuro, da?ino y a la vez tan presente en cualquier cultura. La informaci¨®n sobre ella pasa por todo el mundo y por todos los filtros: todo eso se une al af¨¢n de protagonismo del que cuenta las historias y de los que las propagan (como probablemente le pas¨® a Chucky). Pero es as¨ª como crean un monstruo, que viene muy bien para entretenerse pero muy mal por la desinformaci¨®n y confusi¨®n que reparten: en el caldo de cultivo perfecto para la aparici¨®n de leyendas urbanas.
Aqu¨ª se juntan muchos factores: la falta de informaci¨®n, el misterio y la curiosidad, ali?ados en muchos casos con un poquito de estrategia de marketing por parte de los proveedores de las sustancias. Adem¨¢s, cada uno cuenta su experiencia a su manera, como la ha vivido¡ y la droga para eso ¨Cy para muchas otras m¨¢s cosas¨C es una loter¨ªa.
Nos encanta escucharlas; nos encanta contarlas. Las leyendas urbanas son as¨ª: historias tan extraordinarias que es casi imposible que sean ciertas. Y, en torno a un mundo tan confuso y cambiante como es el de las drogas, muchas de ellas merecen ser contadas y desmentidas.
Jenkem, la repulsiva droga de los ni?os africanos
En 1999, a ra¨ªz de un art¨ªculo publicado en la BBC sobre la vida de los ni?os de Zambia, sali¨® a la luz una supuesta droga que se consume en algunos reductos de ?frica y que se genera a partir de la fermentaci¨®n de heces y orina en una botella... repugnante es poco.
El gas es recogido con un globo para despu¨¦s inhalarlo, lo que provoca alteraciones en el sistema nervioso hasta el punto de ¡°generar visiones¡±. A¨²n por su sencilla elaboraci¨®n y por su elaborad¨ªsima entrada en Wikipedia ¨Cque da por ciertos demostrados bulos como el del bolet¨ªn del Sheriff de Collier, Florida¨C, lo cierto es que no hay ni una sola prueba gr¨¢fica de alguien que haya consumido Jenkem, y nadie en su sano juicio, por muy desesperado que est¨¦, se atrever¨ªa a probar tan nauseabunda experiencia.
Inhalar pegamento es la droga t¨ªpica de ni?os en situaciones de extrema pobreza: es barato y accesible. Es pr¨¢cticamente imposible que alguien vaya a consumir semejante mezcla teniendo, adem¨¢s, que esperar a su fermentaci¨®n teniendo al alcance otras sustancias con efectos similares.
Beberse tres latas de Red Bull da positivo en coca¨ªna
Esta historia viene derivada de un bulo que se corri¨® en 2009 sobre que el Red Bull conten¨ªa coca¨ªna¡ pero mezclado en parte con una historia verdadera.
Lo ¨²nico cierto es que esta bebida puede dar positivo en el control de dopaje de deportistas, pero por su alto contenido de cafe¨ªna, que equivaldr¨ªa a tomarse una taza de caf¨¦ por cada lata.
Las zapatillas colgadas del tendido el¨¦ctrico indican venta de drogas
Aunque en la actualidad en s¨®lo una expresi¨®n art¨ªstica urbana llamada ¡®Shoefiti¡¯ ¨Cdel acr¨®nimo entre ¡®shoe¡¯ (zapato) y ¡®grafiti¡¯¨C, s¨ª que en su origen signific¨® la marcaci¨®n de un territorio por varios motivos, entre ellos el de venta de drogas.
De hecho, en 2003, el Ayuntamiento de Los ?ngeles (Estados Unidos) public¨® una circular en la que advert¨ªa de la situaci¨®n y c¨®mo los polic¨ªas estaban retirando los calzados con gr¨²as el¨¦ctricas. Hoy eso s¨®lo es leyenda.
Una sola pastilla de MDMA da para estar de fiesta todo un fin de semana
Por muy poco adulterada que est¨¦, los efectos de las ¡®pastis¡¯ no suelen durar m¨¢s de seis horas. En el mundo de la noche, donde la apariencia y el alarde de los delitos y maldades otorga m¨¢s puntos de notoriedad, es normal que algunas personas cuenten estar m¨¢s colocadas s¨®lo por hacerse los duros y malotes.
Fumar hebras de pl¨¢tano disecadas tiene los mismos efectos que la marihuana
Durante mucho tiempo ¨Cy todav¨ªa en la actualidad¨C muchas personas se han cre¨ªdo que quitar los hilillos del pl¨¢tano y dejarlos secar serv¨ªan para fumarlos y sentir lo mismo que cuando se fuma un porro. Todos los que lo probaron supieron al instante que, efectivamente, s¨®lo se trataba de una falsedad.
Mezclar coca¨ªna y alcohol evita dar positivo en el control de alcoholemia
Esta historia puede tener cierta coherencia para quien conozca los efectos de estas drogas: el alcohol, al ser una sustancia depresora del sistema nervioso central, puede compensar en el organismo los efectos de la coca¨ªna, que por el contrario estimula el sistema nervioso.
A pesar de ello, lo que mide el control de alcoholemia (y de drogas) no son los efectos o consecuencias de su consumo, sino su presencia en nuestro cuerpo tras ser consumidas a partir de muestras biol¨®gicas (aliento, sudor o sangre). De hecho, muy lejos de conseguir pasar el control, los que mezclen ambas drogas se pueden enfrentar hasta a una pena de c¨¢rcel por un delito contra la seguridad vial.
Meter droga en paquetes de caf¨¦ usados funciona para pasar los controles aeroportuarios
Un truco que se le ocurri¨® a algunos narcos hace algunos a?os fue el de esconder la coca¨ªna dentro de los paquetes de caf¨¦ para que los perros polic¨ªa de los aeropuertos no detectaran el olor, disfrazado por el aroma de las semillas.
Aunque durante alg¨²n tiempo result¨® ser una t¨¦cnica efectiva, hoy en d¨ªa los perros est¨¢n adiestrados para que tambi¨¦n alerten si detectan el olor a caf¨¦ en los equipajes, por si acaso alguno quiere pegarse un subid¨®n m¨¢s all¨¢ del de la cafe¨ªna.
El LSD hace ver dragones volando
¡°¨CAbuela, ?has visto mis pastillas encima de la mesa? ¨CNo. Y t¨², ?has visto unos dragones volando por la cocina?¡±. Este chiste pone de manifiesto una creencia muy arraigada que es la de que el LSD (conocido como tripi, ¨¢cido, sello, ajo, micropunto, etc.) permite transportarte a un nuevo mundo imaginario como el de El Mago de Oz o El Se?or de los Anillos.
No es del todo cierto: en la inmensa mayor¨ªa de las ocasiones, el LSD tan s¨®lo ofrece al consumidor distorsiones de la realidad, con lo que no ver¨ªas dragones volando sino, como mucho, a un amigo con la boca tan grande como la de un drag¨®n.
Pero cuidado: aunque esas distorsiones visuales suelen ser simplemente ilusiones, puede que en ocasiones pasen a ser alucinaciones indistinguibles de la realidad ¨Ccon el peligro que eso puede conllevar¨C dependiendo de la cantidad ingerida, el estado de ¨¢nimo del usuario y el entorno en el que se use la sustancia. Esas alucinaciones, a pesar de todo, tambi¨¦n har¨ªan referencia a elementos de nuestra vida real, tal como sucede en nuestros sue?os¡ y pesadillas.
El guru-guru: la droga afrodis¨ªaca que venden los manteros
Algunos ¡®manteros¡¯ (vendedores callejeros de material falsificado y/o pirateado) distribuyen el ¡®Guru-guru¡¯, la droga ¡®que pone cachondas a las t¨ªas¡¯. No la ofrecen de forma abierta; s¨®lo la venden si el usuario les pregunta por ella. Quien compra un bolso o un dvd pirata no suele ser el mismo p¨²blico que para la ¡®viagra africana¡¯ y por ello se muestra con discreci¨®n.
Pero¡ ?qu¨¦ hay detr¨¢s de tan enigm¨¢tico nombre y placenteros efectos? La supuesta droga m¨¢gica no es tal. Se trata, simplemente, de la nuez de cola: un fruto con alto contenido en cafe¨ªna y poco m¨¢s. De hecho, la Coca-Cola la tuvo como ingrediente principal en el siglo XIX, aunque despu¨¦s fue sustituido por otros productos que simulan su sabor.
La droga que te hace can¨ªbal
En 2010, los medios se hicieron eco de que una nueva droga que se camuflaba como sales de ba?o y a la que se le llamaba la ¡®droga can¨ªbal¡¯. Como su nombre indica, se afirmaba que volv¨ªa can¨ªbales a aquellos que la consum¨ªan. Todo esto viene porque, en 2012, una persona que supuestamente hab¨ªa consumido esta sustancia agredi¨® mordi¨¦ndole en la cara a un indigente en Miami. M¨¢s tarde, la autopsia demostr¨® que no hab¨ªa consumido esta sustancia, pero ya se hab¨ªa creado el mito.
Nada m¨¢s lejos de la realidad: la droga en cuesti¨®n (metilendioxipirovalerona) es una sustancia que provoca efectos estimulantes como euforia, taquicardia, hipertensi¨®n y vasoconstricci¨®n, entre otras. Pero ninguna sustancia puede volver a alguien can¨ªbal por s¨ª misma: no se conoce ninguna droga de uso recreativo que genere unos efectos tan espec¨ªficos como puede ser un comportamiento can¨ªbal.
Desinformaci¨®n o el peligro de sentirse importante
Contar este tipo de historias es una forma estupenda de llamar la atenci¨®n y de parecer interesante. Cuanto m¨¢s raro e histri¨®nico sea el relato, m¨¢s atento estar¨¢ el receptor. Quedar¨ªa en un simple anecdotario si no fuera porque esta informaci¨®n, asociada a la droga y magnificando o falsificando algunas de sus consecuencias, s¨®lo generan miedo o malsana curiosidad.
El Chucky finaliza el v¨ªdeo insinuando que tiene una pistola en el coche. Al que sostiene la c¨¢mara le reta: ¡°?Quieres sentirla en el pecho?¡±. En el v¨ªdeo no se ve ning¨²n arma. Tampoco los ¡°diez pastillones¡± que se tom¨® el tal Christian. Lo que s¨ª se percibe, a kil¨®metros, son muchas ganas de ser escuchado.
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