Las trampas de Maduro

El pasado 6 de diciembre, los venezolanos expresaron claramente en las urnas que quer¨ªan un cambio radical de rumbo para su pa¨ªs, tras 16 a?os de chavismo, otorgando a la oposici¨®n una m¨¢s que holgada mayor¨ªa absoluta en la Asamblea Nacional. Pero en vez de atender a este mandato soberano y democr¨¢tico, Nicol¨¢s Maduro y sus colaboradores han puesto en marcha una operaci¨®n de m¨¢s que dudosa legitimidad para dejar sin efecto la opini¨®n del pueblo al que se deben.

Primero fue la activaci¨®n de un denominado Parlamento Comunal, que en la pr¨¢ctica solapar¨¢ sus funciones con la Asamblea resultante de las elecciones. Un organismo del que el chavismo no se acord¨® mientras tuvo mayor¨ªa en la Asamblea pero que ahora pretende convertir en la verdadera c¨¢mara legislativa del pa¨ªs, algo posible desde el punto de vista ret¨®rico del n¨²mero dos del r¨¦gimen, Diosdado Cabello, pero no desde el legal.

El siguiente paso ha sido el nombramiento por la Asamblea saliente, de mayor¨ªa chavista, de 13 nuevos jueces del Tribunal Supremo ¡ªy otros 21 suplentes¡ª de inequ¨ªvoca adhesi¨®n a Maduro. El que uno de los ¨²ltimos actos de una Asamblea que ya no goza del mandato popular sea fidelizar pol¨ªticamente al m¨¢ximo ¨®rgano judicial no responde precisamente al buen uso democr¨¢tico de aceptar la derrota electoral. Que el r¨¦gimen adem¨¢s haya presionado a jueces del Supremo para conseguir sus jubilaciones anticipadas ¡ªo tambi¨¦n para que aquellos juristas cuyo mandato venc¨ªa en el futuro inmediato renunciaran¡ª es una ilegalidad y una muestra de que Maduro sigue sin querer entender que los venezolanos han encargado a la oposici¨®n que elabore las leyes y que su deber es respetar este encargo.

En este ambiente, es m¨¢s importante que nunca que la oposici¨®n se mantenga unida, porque necesitar¨¢ de todas sus fuerzas para forzar a Maduro a desbloquear la par¨¢lisis institucional que sufre Venezuela.