Hacer frente a las enfermedades no transmisibles
Las cardiopat¨ªas, la diabetes y el c¨¢ncer suman dos tercios de las muertes en el planeta No solo destruyen vidas; tambi¨¦n obstaculizan el crecimiento econ¨®mico
En todo el planeta, uno de los principales factores que destruyen vidas y obstaculizan el crecimiento econ¨®mico es tambi¨¦n uno de los m¨¢s dif¨ªciles de abordar. Hoy las enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiopat¨ªas, la diabetes y el c¨¢ncer, suman dos tercios de las muertes que ocurren en el planeta. Adem¨¢s de acortar vidas, suponen una enorme carga econ¨®mica para quienes las sufren, sus familias y sus comunidades, minando la productividad econ¨®mica y aumentando los costes m¨¦dicos. En las pr¨®ximas dos d¨¦cadas, el total de las p¨¦rdidas econ¨®micas causadas por ellas podr¨ªa superar los 30 mil millones de d¨®lares.
Para abordar el complejo reto que suponen ser¨¢ necesario un esfuerzo internacional coordinado. Afortunadamente, en el ¨²ltimo tiempo se han dado algunos pasos importantes en esa direcci¨®n. En septiembre de 2015 las Naciones Unidas adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un conjunto de 17 metas que servir¨¢n de gu¨ªa para la agenda de desarrollo mundial de los pr¨®ximos 15 a?os. Junto a objetivos como eliminar la pobreza y medidas para proteger el medio ambiente, se incluye el compromiso de reducir la mortalidad que provocan las ENT. Es la primera vez que la agenda oficial de desarrollo de la ONU enfrenta directamente este problema.
Se trata de un hito muy bienvenido, pero es el primero de muchos que deben ocurrir. Las cargas f¨ªsicas y econ¨®micas que conllevan recaen con m¨¢s fuerza en quienes menos las pueden asimilar: los pa¨ªses de ingresos bajos y medios, donde ocurren m¨¢s de un 80% de las muertes relacionadas con las ENT. Como resultado, millones de personas que han logrado salir de la pobreza en los ¨²ltimos a?os podr¨ªan volver a caer en ella.
La atenci¨®n y la presi¨®n de grupo por las estas enfermedades pueden ayudar a generar avances. Pero para ello se necesitar¨¢ un esfuerzo focalizado y sostenido que aproveche los recursos y la experiencia de los gobiernos, las organizaciones internacionales sin fines de lucro y, lo que es crucial, el sector privado.
Mi experiencia en el sector sanitario me ha llevado a concluir que dos factores importantes ser¨¢n fundamentales a la hora de responder a los retos que plantean. Antes de todo, para avanzar ser¨¢ necesario dise?ar enfoques locales y eficaces que se puedan adaptar, reproducir y ampliar. No hay soluciones milagrosas para problemas como la diabetes o las cardiopat¨ªas. Sin embargo, puesto que las ENT afligen a comunidades de todo el mundo, hay mucho terreno en com¨²n que no tiene por qu¨¦ redescubrirse una y otra vez.
El ministerio de salud mexicano est¨¢ utilizando el modelo CASALUD como base para su campa?a nacional de lucha contra la obesidad
Por ejemplo, en 2013 la Fundaci¨®n Carlos Slim llev¨® a cabo una rigurosa evaluaci¨®n de referencia en ocho centros de atenci¨®n m¨¦dica primaria para entender el estado de la prevenci¨®n y el tratamiento de la diabetes. En base a los datos que se pudieron reunir durante el estudio, la Fundaci¨®n encabez¨® lo que se conoce como el modelo CASALUD, con el fin de mejorar la detecci¨®n, el tratamiento y la prevenci¨®n mediante dispositivos de bajo coste y f¨¢cil utilizaci¨®n para medir una gama de signos vitales relevantes, como los niveles de glucosa en la sangre. Se ha dotado a los centros m¨¦dicos participantes de un sistema en l¨ªnea para dar seguimiento a los inventarios de medicamentos y evitar situaciones de desabastecimiento.
Esta forma de abordar el problema funcion¨® tan bien que el ministerio de salud mexicano est¨¢ utilizando el modelo CASALUD como base para su campa?a nacional de lucha contra la obesidad, problema que puede provocar diabetes y otras ENT, en lo que es un excelente ejemplo de ampliaci¨®n basada en la experiencia local.
La segunda clave para el ¨¦xito en la lucha contra las ENT es buscar activamente los recursos del sector privado, lo que incluye no solamente la movilizaci¨®n de su capital, sino tambi¨¦n el desarrollo de la vasta experiencia t¨¦cnica, operacional y local que las empresas han ganado al realizar sus actividades de negocios en todo el mundo. Al colaborar con gobiernos y organizaciones internacionales y locales, las compa?¨ªas pueden ayudar a reducir los devastadores y costosos efectos de estas enfermedades.
Lo s¨¦ porque mi compa?¨ªa participa en una iniciativa de este tipo: Lilly NCD Partnership. Colaboramos con asociados y gobiernos en India, M¨¦xico, Sud¨¢frica y Brasil para hacer frente a las ENT. Por ejemplo, en Brasil trabajamos estrechamente con organizaciones locales clave, como la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, para mejorar la prevenci¨®n con ¨¦nfasis en ayudar a madres que hubiesen sido diagnosticadas con diabetes gestacional durante el embarazo y posteriormente corrieran el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La segunda clave para el ¨¦xito en la lucha contra las ENT es buscar activamente los recursos del sector privado
Programas como el nuestro demuestran lo que se puede lograr a trav¨¦s de colaboraciones sustanciales ente los sectores p¨²blico y privado e impulsadas desde ¨¢mbitos locales. Para poder alcanzar los ODS (incluida la reducci¨®n de la mortalidad a causa de las ENC) ser¨¢ necesario que las compa?¨ªas vayan m¨¢s all¨¢ de la filantrop¨ªa tradicional y desarrollen soluciones creativas a los problemas socioecon¨®micos. Si reconocemos que la innovaci¨®n nace de la comprensi¨®n de las condiciones locales y la optimizaci¨®n de los vastos recursos del sector privado, podremos asegurar mejores condiciones de salud (y un crecimiento econ¨®mico m¨¢s veloz) a largo plazo.
Traducido del ingl¨¦s por David Mel¨¦ndez Tormen
?John C. Lechleiter es Presidente y Director Ejecutivo de Eli Lilly and Company.
?Copyright: Project Syndicate, 2015
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