Chris Baz: "Lavapi¨¦s va a ser mi Brooklyn"
A la izquierda, Chris Baz, durante el rodaje de Destins Crois¨¦s. / Firstworld Cinema
Llega puntual a la entrevista. Sonriente, relajado, informal. Vaqueros, camiseta, cazadora, rastas que caen sobre su espalda y una barba ¡ªapenas una sombra¡ª que antes, cuenta, era mucho m¨¢s poblada. Por su aspecto, Chris Baz no aparenta m¨¢s de 30 a?os, pero su DNI y su experiencia de vida atestiguan que tiene algunos m¨¢s. Naci¨® en Madrid de 1974, aunque nadie lo dir¨ªa porque su piel es negra, sus rasgos africanos y su sangre, doblemente congole?a. "Mi madre es de Kinshasha y mi padre de Brazzaville. ?l trabaj¨® en una aerol¨ªnea en los a?os sesenta, Air Congo, y por eso vivi¨® en Bruselas, Par¨ªs... luego vino a Madrid y de aqu¨ª somos mis hermanos y yo", relata. Chris estudi¨® en Reino Unido y se gradu¨® en imagen y sonido. Hoy es director y productor de cine por vocaci¨®n y profesor de ingl¨¦s por necesidad. "Es lo que me da de comer por ahora", aclara.
Desde sus inicios, Chris Baz ha realizado con su productora, First World Cinema, varios documentales y v¨ªdeos musicales en Reino Unido y Espa?a. Y tambi¨¦n dos cortometrajes: Querido Baltasar (2013) y Destins Crois¨¦s (2014), el primero de una trilog¨ªa inspirada en el madrile?o Lavapi¨¦s.
Chris Baz sue?a con hacerse grande en el s¨¦ptimo arte, y va paso a paso: su siguiente aventura cinematogr¨¢fica, bautizada Sahbi (amigo en ¨¢rabe), ser¨¢ la segunda parte de su triplete sobre el barrio m¨¢s multi¨¦tnico de Madrid. Su protagonista, un joven saharaui llamado Omar,trata de dar visibilidad a la causa de su pueblo pero esta lucha se convierte en tal obsesi¨®n que acaba meti¨¦ndole en problemas.
La cinta, hoy, es solo una idea plasmada en un guion y una meta en la mente de este realizador. Para que se convierta en realidad, necesita financiaci¨®n. "Nuestro reto es lograr hasta el 15 de enero entre 15.000 y 20.000 euros. Luego proseguiremos con los ensayos y las dos ¨²ltimas semanas de febrero nos pondremos a rodar", explica Chris. Para lograrlo, el equipo ha iniciado una campa?a de recaudaci¨®n de fondos en internet en la que se puede colaborar con aportaciones a partir de cinco euros. "Es importante se?alar que parte de este dinero ser¨¢ para acabar la trilog¨ªa y pero otra va a ir destinada a asociaciones de ayuda a v¨ªctimas de minas en el S¨¢hara", recalca. La destinataria ser¨¢ la Asociaci¨®n Saharaui de las v¨ªctimas de minas antipersona en el S¨¢hara Occidental (Asavim).
Se puede colaborar con esta causa mediante transferencia bancaria con el concepto Crowfunding Sahbi en el n¨²mero de cuenta ING ES84 1465 0340 52 1723238728.
El reparto de Sahbi es el m¨¢s internacional que Chris ha manejado e incluye conocidos artistas profesionales y otros amateur. "Se ha sumado mucha gente al proyecto: Ana Otero, que sera la madre de Omar, el protagonista; Islem, Ben Zahra, que es uno de los actores marroqu¨ªes que m¨¢s ha trabajando en Espa?a; Said el Mouden, tambi¨¦n marroqu¨ª y muy reconocido aqu¨ª, que har¨¢ el papel de Said...", enumera. "Quiero mostrar la diversidad de culturas que viven cada d¨ªa en Lavapi¨¦s y por eso cuento con actores marroqu¨ªes, saharauis, espa?oles, dominicanos, hay un chico de Sierra Leona, un afroamericano de New Jersey¡".
La historia que contaba Destins Crois¨¦es, con dos personajes que no tienen nada que ver y que al final comparten tanto no es violenta; el final sorprende, pero es tierna. Sin embargo, Sahbi es m¨¢s agresiva. Al ser preguntado si un episodio como el que narra con esta cinta representa a Lavapi¨¦s, Chris no tiene dudas: "En Lavapi¨¦s pasan cosas incluso peores a las que yo cuento en Sahbi, yo lo he visto, pero esta pel¨ªcula tiene un final feliz, al final no es tan combativo ni tan agresivo", asevera. "Lo que me gusta del gui¨®n es el crecimiento del personaje: Omar es un chico joven e impulsivo que est¨¢ obsesionado con una causa que puede ser justa, pero no est¨¢ buscando justicia de la manera m¨¢s adecuada. Al final se da cuenta que ¨¦l no tiene esa malicia dentro de s¨ª".
La tensi¨®n creada en el filme es el gancho para atrapar al espectador pues el trasfondo real de Sahbi es la cuesti¨®n saharaui, la gran olvidada para los sucesivos gobiernos espa?oles desde hace 40 a?os."Creo que el cine es un buen veh¨ªculo para dar visibilidad a este tema porque hay muy pocos cineastas que se hayan mojado en Espa?a con el S¨¢hara Occidental. Se han hecho reportajes y documentales y alg¨²n largometraje en los territorios ocupados, pero me pareci¨® interesante traer el conflicto a un escenario urbano en Espa?a y contarlo de otra manera: con una historia con ese trasfondo pero sin meter el dedo en el ojo a nadie". Y a?ade: "No se trata de decir: 'qu¨¦ malos son estos y qu¨¦ buenos los otros, o viceversa'. Me har¨ªa muy feliz que tanto saharauis como marroqu¨ªes lo vieran y lo entendieran. No es contra nadie, no es contra el pueblo, es contra el mundo que nos han hecho vivir".
Se trata, por tanto, de describir una realidad que se est¨¢ produciendo a diario en Espa?a y para ello se ha elegido como protagonista a un muchacho con sus miedos y rebeld¨ªas, como tantos otros. "?l es un chico joven y en esa edad cada uno se obsesiona con unas cosas. Algunos con el f¨²tbol, otros con grupos de m¨²sica, con ideolog¨ªas¡ Y as¨ª puedes llegar a hacer una cosa de la que luego te arrepientas. Omar est¨¢ confundido, est¨¢ dolido, ha venido a este mundo con un problema ya establecido, no lo ha creado ¨¦l", sostiene el autor.
Chris Baz eligi¨® Lavapi¨¦s porque cree que es un barrio con mucha energ¨ªa. "Me gustan sus vibraciones y las cosas que pasan, es una mezcla muy curiosa: tienes gente espa?ola, mayor, que lleva dos generaciones viviendo all¨ª, y luego est¨¢n todas esas personas que han venido: la comunidad china, caribe?os, dominicanos, cubanos, africanos de Mal¨ª, Camer¨²n, Congo, Senegal¡ Y tambi¨¦n bangladeshies, indios, pakistan¨ªes¡ Me recuerda mucho a East London por la mezcla de razas, de gente, por la oferta cultural¡ Es como el otro madrid. Si andas por Lavapies no es como andar por la Castellana o por Goya o Serrano o Chamber¨ª. Me parece un sitio perfecto para hacer el trabajo. Voy a intentar contar su d¨ªa a d¨ªa; voy mucho por all¨ª, siempre con mi bloc de notas apuntando cosas que veo, que oigo¡ Lavapi¨¦s va a ser mi Brooklyn".
Muy al contrario, m¨¢s que estigmatizar, Sahbi quiere devolver al barrio el respeto que se merece y ponerlo a la altura de otros, ya en todos, recuerda el realizador, pasan cosas buenas y malas. "No s¨®lo en Lavapi¨¦s hay conflictos, en todos los sitios cuecen habas. Sahbi tambi¨¦n cuenta con momentos tiernos y muestra la diversidad del barrio, un barrio al que considero bastante tranquilo, adem¨¢s. Conozco gente mayor que cree que si vas te van a robar y es cierto que hay problemas derivados de una tasa de desempleo alta porque hay muchos extranjeros, muchos africanos que no tienen recursos¡ Pero quienes temen ir no saben que all¨ª tambi¨¦n hay personas con ambiciones, con sue?os... Yo quiero abrir este barrio a todo el mundo".
?Qu¨¦ m¨¢s hay en Lavapi¨¦s? A Chris le maravilla la diversidad de razas y culturas, y recuerda que los inmigrantes del barrio tambi¨¦n vienen de pa¨ªses occidentales. "Estudiantes de Erasmus, por ejemplo. A ellos no se los relaciona con la delincuencia y tambi¨¦n viven ah¨ª. Yo tuve una compa?era norteamericana en mi trabajo que estaba de manera ilegal en Espa?a, pero nunca le par¨® un polic¨ªa, nunca le pidieron la documentaci¨®n ni le preguntaron nada", advierte.
Su amiga estuvo cinco a?os viviendo sin papeles en Lavapi¨¦s donde, recuerda el director, se da una persecuci¨®n racial constantemente por parte de la polic¨ªa, algo que ¨¦l tambi¨¦n sufre pese a ser madrile?o. "S¨ª me paran bastante. He viajado mucho por Europa y a m¨ª nunca me ha pedido la polic¨ªa nada. Si haces algo que no debes me parece bien que te detengan, pero si est¨¢s paseando por la calle no tienen por qu¨¦", denuncia. "Eso debe cambiar, igual que tambi¨¦n debe cambiar la imagen del barrio, que no es tan conflictivo. Tiene problemas, pero como todos. T¨² imagina c¨®mo viven todos esos j¨®venes sin papeles y sin trabajo que viven en permanente tensi¨®n porque no saben si les van a parar, si les van a pedir los papeles, si van a acabar en un CIE [Centro de Internamiento de Extranjeros]¡ Cada d¨ªa es una loter¨ªa, as¨ª que bastante poco est¨¢ pasando con toda esa tensi¨®n acumulada".
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