Enrique de Dinamarca deja de ser pr¨ªncipe consorte

Enrique de Dinamarca deja su trabajo como pr¨ªncipe consorte. A los 81 a?os ha decidido no volver a participar en la vida oficial del pa¨ªs como marido de la reina Margarita. Su adi¨®s fue anunciado por la soberana en el discurso de bienvenida al a?o 2016.

Era un secreto a voces en Dinamarca que al pr¨ªncipe Enrique no le gustaba el papel de segund¨®n al que fue relegado tras su matrimonio con la reina Margarita. El consorte real pas¨® a primera p¨¢gina hace siete a?os, cuando dio plant¨®n a las monarqu¨ªas europeas en la boda de Guillermo y M¨¢xima de Holanda. Ese mismo d¨ªa, el diario dan¨¦s BT publicaba una entrevista con el pr¨ªncipe en la que aseguraba sentirse ¡°in¨²til y relegado¡±. Por ello hab¨ªa decidido mudarse a su castillo de Caix, en el sur de Francia, para ¡°reflexionar sobre su vida¡±. ¡°Hoy, a la mujer de un rey se le da el t¨ªtulo de reina, pero el marido de una reina no se convierte en rey al casarse¡±, se quejaba. ¡°En estas condiciones la relaci¨®n de pareja queda desequilibrada, no en privado, pero s¨ª a ojos de la opini¨®n p¨²blica. Eso es traum¨¢tico¡±.

Las ausencias de Enrique han sido tan sonadas como los enfados de la reina Margarita, que ha tenido que afrontar en solitario compromisos oficiales en los que era dif¨ªcil justificar la incomparecencia de su esposo. Pero en privado y tras medio siglo de matrimonio, son a¨²n una pareja enamorada, quiz¨¢ por ello la reina ha soportado los portazos de su consorte. Como cuando Enrique se ausent¨® de los actos del 75 aniversario de la reina alegando gripe, aunque se le vio de vacaciones en Venecia con amigos.

El pr¨ªncipe es famoso por sus excentricidades. Grab¨® un tema al piano con un grupo de rock, se le ha visto pasear por Christiania, un asentamiento de Copenhague donde se vende hach¨ªs y se disfraz¨® de oso panda en una gala del Fondo Mundial para la Naturaleza. Ahora, Enrique se dedicar¨¢ a sus dos grandes pasiones, el arte y el vino, que cultiva en su castillo franc¨¦s.