La Alianza vac¨ªa
La conexi¨®n entre EE UU y Europa es m¨¢s d¨¦bil y tiene menos peso en el mundo que nunca
Desde el final de la II?Guerra Mundial, la relaci¨®n transatl¨¢ntica ha sido crucial para la seguridad internacional y la estabilidad de la econom¨ªa. Esa alianza, hoy, es m¨¢s d¨¦bil y tiene menos peso en el mundo que nunca. Dado lo que est¨¢ en juego, Eurasia Group considera que este es el principal riesgo pol¨ªtico en 2016.
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En parte, es resultado l¨®gico del ascenso de los otros, la influencia creciente de pa¨ªses emergentes como China, India, Brasil, Rusia, Turqu¨ªa y todos los que representan una gran diversidad de valores pol¨ªticos y econ¨®micos. Unos pa¨ªses que poseen fuerza y confianza m¨¢s que suficientes para despreciar las presiones de los m¨¢s ricos en muchos ¨¢mbitos. Adem¨¢s, tras las largas guerras de Irak y Afganist¨¢n los estadounidenses est¨¢n menos dispuestos a asumir costes y riesgos en el extranjero, por lo que el Gobierno de Obama, como el de George W. Bush, tiene que recurrir a instrumentos unilaterales de pol¨ªtica exterior como sanciones, operaciones de vigilancia y drones. Este giro ha distanciado a Washington de muchos de sus aliados europeos. Y adem¨¢s, Europa tiene una lista cada vez mayor de graves problemas propios: las tensiones pol¨ªticas creadas por la llegada de inmigrantes, las amenazas relacionadas con el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s), las diferencias con Rusia sobre Ucrania y Siria y el futuro refer¨¦ndum brit¨¢nico sobre la UE. Europa est¨¢ dividida, vulnerable e insegura.
Como consecuencia, varios Gobiernos europeos est¨¢n pidiendo ayuda no a su socio americano de siempre, sino a otros Gobiernos que les ofrecen cosas que EE?UU no puede o no quiere dar. Reino Unido tiene razones para querer llevarse bien con China, mientras se pregunta c¨®mo seguir siendo una potencia econ¨®mica y sobre todo ahora que su futuro en la UE est¨¢ en duda. Con el fin de ampliar sus oportunidades, y pese a las objeciones norteamericanas, se ha integrado en el Banco Asi¨¢tico de Inversiones en Infraestructuras, controlado por China. A cambio de ser un centro mundial de internacionalizaci¨®n del renminbi, Gran Breta?a se preocupar¨¢ menos por el intercambio de tecnolog¨ªas, los derechos humanos en China, problemas para la seguridad como Taiw¨¢n y el Mar del Sur de China e incluso la democracia en Hong-Kong. Los brit¨¢nicos necesitan las inversiones.
Francia tiene motivos de seguridad para acercarse a Rusia. El Gobierno franc¨¦s ha emprendido acciones militares mucho m¨¢s en¨¦rgicas contra el ISIS. EE?UU ha arrojado bombas y Alemania se dedica a la diplomacia, la ayuda humanitaria y las infraestructuras, pero Rusia apoya al presidente sirio, Bachar el Asad, y Francia espera que eso contribuya a erradicar el ISIS y cortar la marea de refugiados hacia Europa. Tras los atentados de Par¨ªs, Hollande record¨® un cap¨ªtulo del Tratado de Lisboa para apelar a la seguridad colectiva europea ¡ªpor primera vez en la historia¡ª- en lugar de la OTAN, porque eso le impedir¨ªa una cooperaci¨®n con Rusia.
Tras las guerras de Irak y Afganist¨¢n Obama est¨¢ menos dispuesto a asumir riesgos en el extranjero
Alemania tiene un motivo pol¨ªtico para cooperar con Turqu¨ªa. La canciller Angela Merkel comprende que su pol¨ªtica de puertas abiertas para los refugiados s¨®lo funcionar¨¢ mientras la marea no se convierta en una avalancha. Para ello, Alemania debe pactar con el Gobierno de Erdogan en Turqu¨ªa, que alberga a m¨¢s de dos millones de refugiados sirios. Merkel se ha ofrecido a reimpulsar su candidatura a la UE y estudiar la exenci¨®n de visados para los turcos en toda Europa, a pesar del acoso de Erdogan contra adversarios pol¨ªticos y periodistas. Ninguna de estas pol¨ªticas representan los valores transatl¨¢nticos tradicionales.
Las divisiones entre EE?UU y Europa se ver¨¢n este a?o en Ucrania y Siria. Los estadounidenses defender¨¢n sus principios: insistir¨¢n en mantener las sanciones a Rusia hasta que Ucrania se libere de Putin y en que El Asad debe marcharse. Los europeos, que sufren las consecuencias directas de las dos situaciones, preferir¨¢n el pragmatismo. La UE seguramente relajar¨¢ las sanciones a Rusia y escoger¨¢ a sus enemigos en Siria de uno en uno.
La p¨¦rdida de contenido de la relaci¨®n transatl¨¢ntica significa tambi¨¦n que, en el futuro, dar¨¢ igual que EE?UU y Europa tengan muchas m¨¢s cosas en com¨²n entre s¨ª que con China; las realidades econ¨®micas pesar¨¢n m¨¢s que los valores. Ser¨¢ una desgracia para una alianza que, con todos sus defectos, ha contribuido m¨¢s que ninguna otra en la historia a promover la democracia, la libertad de expresi¨®n y el Estado de derecho.
Ian Bremmer es presidente del Eurasia Group, y autor de Superpower: Three Choices for America¡¯s Role in the World.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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