Impulso para crecer

Circunstancias ajenas a la econom¨ªa est¨¢n influyendo ya en el viraje, por el momento leve, de Bruselas hacia posiciones m¨¢s flexibles respecto al d¨¦ficit p¨²blico. Es dif¨ªcil aplicar una pol¨ªtica de austeridad estricta si Francia tiene que elevar los gastos militares y de seguridad para enfrentarse al terrorismo; o si Alemania tiene que acoger a m¨¢s de un mill¨®n de refugiados. Podr¨ªa decirse que los imprevistos obligan a rebajar el rigor de la pol¨ªtica de d¨¦ficit; tambi¨¦n influye el que la actual Comisi¨®n tenga un talante distinto de la anterior y el que Alemania, ocupada con los refugiados, mire hacia otro lado.

Es probable, adem¨¢s, que este cambio de perspectiva sea algo m¨¢s que un episodio coyuntural. Hay que contar, porque as¨ª lo exige la prudencia, con que la crisis de los refugiados ser¨¢ larga y la presi¨®n del terrorismo isl¨¢mico no va a desaparecer en el corto plazo. La tolerancia presupuestaria se convertir¨¢ probablemente en una l¨ªnea de acci¨®n prolongada.

Ahora bien, la flexibilidad es una t¨ªmida compensaci¨®n a la situaci¨®n actual de la econom¨ªa europea y, m¨¢s all¨¢, de la global. En el mejor de los casos proporcionar¨¢ una modesta aportaci¨®n de dos d¨¦cimas al crecimiento europeo; su valor real es mucho menor que el simb¨®lico. Europa se encuentra atascada en una fase de crecimiento m¨ªnimo ¡ªa pesar del hundimiento del precio del petr¨®leo y de la depreciaci¨®n del euro¡ª y con una tasa excesivamente baja de inflaci¨®n que no reacciona a la pol¨ªtica monetaria expansiva del BCE. Si se ampl¨ªa el foco, la situaci¨®n es incluso m¨¢s peligrosa: la crisis china afecta ya gravemente a Am¨¦rica Latina (el crecimiento conjunto esperado para este a?o es cero), deprime a las Bolsas mundiales y contribuye a una ca¨ªda del comercio internacional.

Europa necesita un impulso potente para crecer. El primer paso es abandonar la pol¨ªtica de austeridad a ultranza, aunque los presupuestos nacionales mantengan la prevenci¨®n hacia el d¨¦ficit. Pero no basta con la tolerancia de Bruselas; es corta en recursos y descoordinada. Hace falta inversi¨®n nueva para estimular la demanda y apoyar la pol¨ªtica monetaria expansiva. O se convence a los inversores de que Europa puede crecer o 2016 ser¨¢ otro 2015 (bajo crecimiento, escasa creaci¨®n de empleo) empeorado por la crisis china.