Netflix, o c¨®mo el ej¨¦rcito alban¨¦s conquist¨® el mundo
Reed Hastings es el fundador de la plataforma donde ves tus series favoritas. Nadie cre¨ªa en su ¨¦xito. Ahora, es ¨¦l quien dicta las normas
Jeff Bewkes, presidente y consejero delegado de la potente Time Warner y por tanto responsable ¨²ltimo de varios canales de televisi¨®n como HBO o CNN, declar¨® a The New York Times en 2010: ¡°Preocuparse por si Netflix nos roba audiencia es un poco como preocuparse por si el ej¨¦rcito alban¨¦s va a conquistar el mundo. Lo dudo mucho¡±. Tras leer ese comentario, Reed Hastings (Boston, 55 a?os), el fundador y consejero delegado de Netflix, un servicio de televisi¨®n a la carta por Internet, se colg¨® del cuello unas chapas identificatorias del ej¨¦rcito alban¨¦s y las luci¨® todo un a?o. ¡°Son las cuentas de mi rosario, mi motivaci¨®n¡±, aleg¨® en su d¨ªa.
Cuando le preguntaron al consejero delegado de la potente Time Warner si le preocupaba la competencia de Netflix, ironiz¨® con el ej¨¦rcito alban¨¦s. Hoy, Netflix tiene 70 millones de suscriptores en 190 pa¨ªses
El mes pasado, Netflix tiene casi 70 millones de suscriptores en 26 pa¨ªses (en Espa?a opera desde octubre pasado); ahora, tras un espectacular despliegue de recursos, llega a 190 pa¨ªses. Fue la firma con m¨¢s nominaciones a los ¨²ltimos Globos de Oro por referentes como Orange is the new black, Narcos, Jessica Jones, Master of none o la pel¨ªcula Beasts of no nation. Es la productora con tres de las series m¨¢s valoradas en el agregador de cr¨ªticas Rotten Tomatoes (Making a murderer, Jessica Jones y Master of none). Su valoraci¨®n en Wall Street es de 45.000 millones de d¨®lares. Netflix es, en fin, uno de los motores del entretenimiento mundial. Hastings ya ni lleva las chapas del ej¨¦rcito alban¨¦s. ¡°Ya no pensamos en HBO¡±, cuenta en un hotel madrile?o, sacudiendo la cabeza. ¡°Estamos haciendo cosas que ellos nunca han hecho: estrenamos pel¨ªculas en cine, nos estamos expandiendo por el mundo¡ HBO ya no es competencia nuestra¡±.
Siempre que triunfa un modelo revolucionario, a su art¨ªfice se le llama visionario y se tiende a preguntarle por el futuro. Y el modelo de Netflix ha roto muchas normas. Ha hecho que el consumo de televisi¨®n se parezca m¨¢s al de un libro: uno lo abandona y retoma cuando quiere, en dispositivo o en televisor (¡°eso va por edades: los j¨®venes prefieren el m¨®vil y los adultos, la pantalla grande y compartida de un televisor¡±). Y al consumirse por Internet, un canal de ida y vuelta, la compa?¨ªa es capaz de extraer datos incre¨ªblemente concretos de c¨®mo la gente ve sus series y qu¨¦ le gusta de ellas.
Por ejemplo, cuando notaron que sus suscriptores consum¨ªan pel¨ªculas de David Fincher en las que sal¨ªa Kevin Spacey y que se enganchaban a los dramas pol¨ªticos, encargaron una temporada entera de House of cards. ¡°Lo llamamos intuici¨®n informada¡±, matiza Hastings. ¡°Hay inteligencia humana detr¨¢s de esas decisiones. Eso s¨ª, los datos los usamos¡±. Aunque toda esta revoluci¨®n se haya consumado, ¨¦l se revuelve ante el t¨ªtulo de visionario. ?l, oriundo de Massachusetts (est¨¢ casado y tiene dos hijos) y antiguo profesor de matem¨¢ticas que termin¨® enamor¨¢ndose del software, es un hombre de ideas.
"Ya no pensamos en HBO. Estamos haciendo cosas que ellos nunca han hecho. HBO ya no es competencia nuestra"
¡°Me encantan las ideas frescas¡±, se relame. ¡°Cuando llegu¨¦ a la Universidad de Stanford, aprend¨ª a llevarlas a cabo. Fue as¨ª como descubr¨ª que la mayor¨ªa de mis ideas eran muy malas. Por ejemplo, me fij¨¦ en que, usando un ordenador, la gente hac¨ªa un gesto inc¨®modo al pasar del teclado al rat¨®n. As¨ª que me puse a dise?ar un rat¨®n que se controlase con los pies. Lecciones aprendidas: un rat¨®n de pie siempre acaba cubierto de porquer¨ªa y la postura te acaba dando calambres. Pero estaba tan convencido de que era buena idea como lo estaba con Netflix. Supongo que eso, probar muchas cosas y esperar a que fracasen para saber que son malas, es el secreto del futuro¡±.
Hastings ha hecho carrera gracias al otro gran secreto sobre el futuro: que no existe. La tecnolog¨ªa cambia un poco con los a?os, pero la raza humana, con sus necesidades de evadirse con ficci¨®n de calidad adaptada a la ¨²ltima tecnolog¨ªa, no. ¡°El a?o que viene perfeccionaremos la tarea que hemos empezado en los ¨²ltimos tiempos: aprender a usar el m¨®vil como mando a distancia de nuestras vidas. En 2015, la gente se acostumbr¨® a abrir puertas con el m¨®vil. En 2016 har¨¢ mucho m¨¢s. Y dentro de poco, en unos cinco o 10 a?os, todos llevaremos gafas. Imag¨ªnate, en 10 o 20 a?os la gente se reir¨¢ de nosotros por cargar con un m¨®vil a todas partes. Pero a¨²n entonces, aun cuando estemos con las Google Glass 5.0, la gente querr¨¢ ver series¡±. Conquistado el presente y el futuro, Hastings s¨®lo tiene un rival: el mundo entero. ¡°Una revista, el f¨²tbol, un libro¡ Todo lo que te impida consumir series por las noches, en fin. Esa es mi competencia¡±. En retrospectiva, el ej¨¦rcito alban¨¦s lo tiene m¨¢s f¨¢cil.
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