Rufus Wainwright, el m¨²sico total
Tiene 42 a?os y es m¨²sico, cantante y poeta. Su ¨²ltima locura, tras musicar los sonetos de Shakespeare, es hacer ¨®pera
Elton John dijo de ¨¦l en 2004: ¡°Es el mayor cantautor del planeta¡±. En aquellos tiempos, Rufus Wainwright era un treinta?ero que llevaba dos tercios de su vida en los escenarios. Hijo de los cantantes de folk Loudon Wainwright y Kate McGarrigle, naci¨® en Rhinebeck (Nueva York, 1973), a los 6 a?os tocaba el piano; a los 13 ya sal¨ªa de gira con The McGarrigle Sisters, el grupo de su madre, su hermana Martha y su t¨ªa Ann; a los 14 actuaba, cantaba y compon¨ªa para la pel¨ªcula Tommy Tricker. A los 25, fue artista del a?o para la prestigiosa revista Rolling Stone. En la traves¨ªa de los 30 se cas¨® con J?rn Weisbrodt, tuvo una hija con su amiga Lorca Cohen y ampli¨® su mundo de trovador, de voz, piano y guitarra, a las grandes orquestas y los teatros de ¨®pera, donde da rienda suelta a sus demonios con un lirismo exquisito y un desbocado gusto musical. Hoy, a los 42, Rufus es mucho m¨¢s que un cantautor pop; es el m¨²sico total.
Ha estrenado en la Fundaci¨®n Gulbenkian de Lisboa la pel¨ªcula de Cindy Sherman sobre su ¨®pera Prima Donna (2009), un encargo del Metropolitan de Nueva York, y en marcha tiene otra. Me gustar¨ªa escribir tres. Para ser un verdadero compositor de ¨®pera necesitas como m¨ªnimo haber escrito tres. La pr¨®xima es Adriano, sobre la novela de Marguerite Yourcenar, pero si no es tan buena como Prima Donna, tal vez no escriba ninguna m¨¢s. Se tarda mucho en escribir una ¨®pera. Especialmente porque tengo 42 a?os y no puedo dedicar tanto esfuerzo a algo que no sea bueno.
?No es disparatado dedicarse a escribir ¨®peras en el siglo XXI? S¨ª, es una locura, pero tambi¨¦n tiene su lado fant¨¢stico. En unos tiempos en que el pop es tan comercial, tan predecible, creo que la juventud necesita un entorno musical m¨¢s profundo.
Con la adopci¨®n los gais son tan buenos como los heterosexuales
Un espect¨¢culo imposible de rentabilizar¡ Son retos que se han hecho antes tambi¨¦n. Pienso en El anillo del nibelungo; Wagner lo compuso cuando las orquestas ni siquiera sab¨ªan tocar ese tipo de partituras. Hay una gran tradici¨®n en la ¨®pera de crear lo imposible, de luchar contra los elementos. Yo creo que ahora es una buena ¨¦poca para ir contra el statu quo.
Al estreno de Prima Donna fue vestido de Verdi y su marido de Puccini. ?Es m¨¢s de Verdi que de Wagner? No, no; no tengo preferencias. Desde luego que soy un gran fan de Wagner, pero tradicionalmente en los conservatorios ha habido cierto desprecio por el bel canto, quiz¨¢ porque desde el punto de vista orquestal, Wagner es t¨¦cnicamente superior. El bel canto ha sido menos valorado por los intelectuales, pero no estoy de acuerdo con ese prejuicio. El hecho de que no sea tan dif¨ªcil de interpretar no significa que sea peor.
?C¨®mo se pasa de componer una canci¨®n pop de tres minutos a una ¨®pera de tres horas? Es muy diferente, s¨ª. Es raro. En cualquier caso, tienes que aislarte de la realidad y conseguir que tambi¨¦n se a¨ªsle el p¨²blico. Se trata de enga?arle con los ingredientes que pones para que no se d¨¦ cuenta del tiempo que ha pasado.
Para complicarse m¨¢s la vida ¨Calgo que le gusta¨C, usted no solo ha compuesto la m¨²sica de Prima Donna, sino que ha escrito el libreto, ha pensado en caracteres, en la escenograf¨ªa¡ Cuando compongo ¨®pera tengo que pensar en la vida de los otros, de los personajes. Y es m¨¢s dif¨ªcil. El personaje tiene que sentirse bien dentro de lo que est¨¢s componiendo. En cambio, cuando escribo una canci¨®n lo hago sobre m¨ª, de mi vida. Cuando la gente te dice: ¡°Eso es sobre ti¡±, y t¨² lo niegas, no dices la verdad. Siempre es sobre ti.
?Qu¨¦ tal con los cr¨ªticos de ¨®pera? Je, je, je, je. De hecho, he tenido buenas cr¨ªticas. En el estreno tuve algunas duras, pero tambi¨¦n est¨¢ dentro de la tradici¨®n. Ning¨²n gran compositor ha escapado de las malas cr¨ªticas. Tengo que aprender y experimentar lo que han sentido los grandes compositores. Entr¨¦ en un mundo que era distinto al m¨ªo, que tiene sus reglas, y tengo que vivir con ellas.
La cr¨ªtica fue m¨¢s coincidente en otro de sus retos, la musicalizaci¨®n de 25 sonetos de Shakespeare para la Berliner Ensemble Orchestra. Eso lo hice con el escen¨®grafo Bob Wilson. Era muy distinto, porque se trataba de musicar poes¨ªa y la producci¨®n esc¨¦nica de Wilson ten¨ªa una gran importancia. El mundo de la ¨®pera es m¨¢s fan¨¢tico; o te adoran o te odian, no hay t¨¦rmino medio. Y tiene sentido, porque es un arte muy intenso.
Cuando los otros ni?os jugaban a polis y ladrones, usted y su hermana Martha jugaban a representar Tosca. ?Qu¨¦ les daban de comer en casa? Bueno, hay un cierto parecido: sangre y violencia, amor y odios, buenos y malos. En mi generaci¨®n, la de los ochenta, busc¨¢bamos cosas m¨¢s aut¨¦nticas que el pop; para muchos el ant¨ªdoto fue Kurt Cobain y el grunge; yo encontr¨¦ esa realidad profunda y distinta en la ¨®pera.
Pero sus padres, Laudon y Kate, ?eran cantantes folk? Mi padre odia la ¨®pera, ?as¨ª es la vida!, pero a mi madre le gustaban mucho los tenores, como Pavarotti, y crec¨ª oyendo arias de Puccini. Un d¨ªa trajo una grabaci¨®n del R¨¦quiem de Verdi. Lo escuchamos de principio a fin y, cuando acab¨®, yo era una persona diferente. El R¨¦quiem me convirti¨® en amante de la ¨®pera.
La protagonista de su ¨®pera es Maria Callas, pero otro de sus retos ha sido reproducir exactamente el hist¨®rico concierto de Judy Garland en el Carnegie Hall en 1961. ?No ha pensado en componerle un musical? Me gustar¨ªa, pero en este momento era muy importante para m¨ª escribir ¨®pera. Necesitas tantos a?os, es tan agotador, que no hay ninguna garant¨ªa de poder acabarla, y a los 50 o 60 a?os ser¨ªa demasiado duro. Los musicales me encantan y adem¨¢s puedes ganar mucho dinero. Financieramente tiene m¨¢s sentido escribir un musical que una ¨®pera. A Cyndi Lauper le ha ido muy bien con Kinky Boots.
Ha grabado siete discos en estudio, todos ellos diferentes, ambiciosos musicalmente, con buenas cr¨ªticas y p¨¦simas ventas. Parece como si rehuyera el ¨¦xito popular, aunque conoce el camino. Muchas veces desear¨ªa tener la capacidad y convertirme en un m¨²sico m¨¢s aceptable, m¨¢s comercial, y concentrarme en canciones de pop y ser m¨¢s famoso y todo eso, pero no puedo de repente borrarlo todo. Para m¨ª la m¨²sica tiene que tener sentido, ser un desaf¨ªo. No puedo enga?arme y convertirme en lo que no soy. Aunque me encanta la m¨²sica electr¨®nica y voy a conciertos, no puedo empezar a utilizar sintetizadores. Me gusta el punk, el trash y los conciertos de gente joven; es chulo, lo aprecio mucho; pero en cuanto pienso en utilizar un sintetizador lo que deseo es un chelo.
Est¨¢ claro que el dinero no es su prioridad. Bueno, hace un tiempo estuve renovando mi casa de Montauk y me obsesion¨¦ con los gastos de la obra y me fui a ver a mi psic¨®logo. Durante 15 minutos le estuve machacando sobre el dinero, lo caro que era el arquitecto, lo mucho que costaba todo¡, hasta que el psic¨®logo no pudo m¨¢s; me par¨® y me dijo: ¡°Rufus, escucha. Tienes que saber que no eres rico¡±. Y ya est¨¢. No soy rico, gano suficiente dinero, especialmente si ves el mundo de la ¨®pera y los m¨²sicos de las orquestas, que ganan muy poco. Por tanto, me va bien, pero no soy rico.
Ir¨®nicamente, su gran ¨¦xito comercial [tres millones de copias vendidas] es con la pel¨ªcula de Disney Shrek, que incorpora su versi¨®n del Hallelujah de Leonard Cohen. Es una canci¨®n que puede cubrir varias carreras de int¨¦rpretes. Le ha dado ¨¦xito a mucha gente, a todos los que la cantaron, como John Cale o Jeff Buckley¡, y tambi¨¦n a m¨ª.
El lirismo de su canci¨®n The Maker Makes emociona en la pel¨ªcula Brokeback Mountain, as¨ª como su versi¨®n de Across of Universe en I am Sam. En su amplio registro como compositor le falta una banda sonora. Si solo fuera por dinero estar¨ªa bien, pero en el mundo del cine la m¨²sica est¨¢ al final de las exigencias, te conviertes en el chico de la m¨²sica, y en Hollywood todo suena igual. No me parece un trabajo atractivo.
El mundo de la ¨®pera es m¨¢s fan¨¢tico; o te adoran o te odian
En esta d¨¦cada se ha casado (con el alem¨¢n J?rn Weisbrodt), ha sido padre y ha creado una ¨®pera, ?d¨®nde quedaron sus locos d¨ªas de sexo, drogas y rock and roll? Bueno, bueno, cuando te casas a¨²n puedes tener sexo, ?no? Es cierto que cuando te haces mayor tienes todas esas cosas en la vida, un marido, hijos y buscas una seguridad. En el momento que aceptas todo eso, puede haber alguna ocasi¨®n en que todo se vuelva loco otra vez, pero desde que se muri¨® mi madre (2010), me tomo la vida de otra forma. Empiezas a pensar en que no tienes tanto tiempo y aprecias la vida m¨¢s. De todas formas, una fiesta de vez en cuando apetece.
Por si su obra no fuera suficiente, parece que asegur¨® el futuro de la m¨²sica al cruzar los genes Wainwright y Cohen, y producir a su hija Viva¡ Tiene apenas cinco a?os y ya quiere ser una estrella de ballet. Creo que todos los padres sienten lo mismo hacia sus ni?os. Varios a?os antes de que naciera Viva, estaba hablando con Leonard. Lleg¨® su hija Lorca, que acababa de visitar a una amiga y a su hijo. Estaba asombrada: ¡°Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªa al ni?o¡±, dijo, ¡°y es incre¨ªble porque el beb¨¦ ya es una personita¡±. Y Leonard dijo: ¡°Es la cosa m¨¢s fascinante que sucede en el mundo: que un beb¨¦ se convierta en persona. Nada hay m¨¢s profundo que eso, ni la pintura ni la arquitectura. Cuando un beb¨¦ se convierte en un ser humano¡±. O sea, que estoy muy feliz con Viva. Desde luego, es mi mayor creaci¨®n.
?A qui¨¦n se le ocurri¨® el nombre de Viva? Lo escogi¨® Lorca, claro. Yo quer¨ªa ponerle el nombre de alg¨²n personaje oper¨ªstico, Florian, Violeta, Electra o algo as¨ª. Lorca decidi¨® que se llamar¨ªa Viva; ahora tengo que escribir una ¨®pera que se llame as¨ª. En realidad, su nombre completo es Viva Katherine Wainwright Cohen. Mi madre acababa de morir cuando naci¨® Viva y por eso la llamamos tambi¨¦n Katherine. Quise unir a mi madre con la ni?a. Creo que de alguna manera est¨¢n conectadas.
La madre de Viva, Lorca Cohen, y usted son amigos desde la adolescencia. ?C¨®mo se conocieron? Las dos familias somos de Montreal. Es una ciudad peque?a, sobre todo si eres anglosaj¨®n. En la d¨¦cada de los setenta, debido a las disputas de las lenguas, muchos anglosajones dejaron la ciudad. Los Wainwright y los Cohen se quedaron, coincid¨ªamos mucho y nos hicimos amigos.
Rufus, desde Lisboa con pasi¨®n
En cierta ocasi¨®n, The New York Times clasific¨® a Rufus Wainwright (22 de julio de 1973) de "inclasificable". Su carrera, realmente, no se puede resumir en una palabra. No hay estilo que no toque, que no cante, de nanas infantiles a arias puccinescas. Y sus ?espect¨¢culos son igual de inclasificables, para todos los p¨²blicos o para ninguno. En las butacas de sus recientes recitales en la Fundaci¨®n Gulbenkian de Lisboa se sentaban veintea?eros y octogenarios, amantes de las orquestaciones, duros rockeros y sensibleras parejas preparadas para escucharle. Para satisfacer a todos ellos, Wainwright no ahorra en elementos. Sobre el escenario pr¨¢cticamente no caben sopranos, tenores, la orquesta completa de la Gulbenkian, con sus timbales y platillos, tubas, oboes y arpa, mientras por detr¨¢s discurre el v¨ªdeo de Francesco Vezzoli con la actriz Cindy Sherman.
El norteamericano aprovecha su voz de tenor para cantar ¨®pera, a capela, con la soprano Sarah Fox, para luego saltar a su locura orquestal de April Fools, descender con su piano de cola al intimista Woman's Face, el soneto 20 de Shakespeare, juguetear con Little Sister, dedicada a su hermana Martha; no olvida sus d¨ªas de drogadicci¨®n, en Cigarettes and Chocolate Milk, ni los desamores en una sentida This Love Affair, para acabar disfrutando como una cabaretera con Oh What a World, que envuelve, para que no sea tan sencillo ni predecible, en una orquestaci¨®n del bolero de Ravel.
En dos horas, Rufus ha arrastrado al p¨²blico por siglos de m¨²sica con el ¨²nico nexo de una voz impagable y de un gusto est¨¦tico que prima sobre cualquier concesi¨®n comercial en un espect¨¢culo singular, ¨²nico, inclasificable.
?Qu¨¦ m¨²sica le pone a Viva, Montserrat Caball¨¦ o Pocahontas? De todo, pero recuerdo que cuando empezaba a hablar puse en el coche Madama Butterfly y Viva pregunt¨®: ¡°?Papi, qu¨¦ es eso?¡±. Y yo le contaba qu¨¦ era Madama Butterfly, que acababa de tener a su beb¨¦ y que le estaba cambi¨¢ndole el pa?al, y le segu¨ª explicando la historia a la vez que pensaba c¨®mo le narraba lo que iba a pasar al final. Total, un desastre, despu¨¦s cada vez que se sub¨ªa al coche me dec¨ªa: ¡°Papi, ponme la m¨²sica de esa mujer que se mata a cuchilladas¡±.
?Tiene pesadillas con que un d¨ªa acueste a su hija como Hannah Montana y se levante como Miley Cyrus? Las cosas son como son. Yo he tenido que tratar con primas donnas, con productoras musicales, con muchas cantantes con hijos. S¨¦ que va a ser dif¨ªcil tratar con una adolescente, pero tambi¨¦n tengo la sensaci¨®n de que he trabajado duro, que he estado siempre para ella cuando me ha necesitado, y creo que se convertir¨¢ en una buena persona. Yo estoy muy presente en su vida, y eso es todo lo que puedes hacer.
D¨ªgame que el abuelo Cohen va gateando detr¨¢s de su nieta Viva. Nunca le he visto, la verdad; Leonard vive en el piso de arriba de Lorca, aunque me imagino que s¨ª, que lo habr¨¢ hecho.
Su canci¨®n Montauk est¨¢ dedicada a Viva. Contin¨²a con la tradici¨®n familiar de exponer sus relaciones en notas musicales. Crec¨ª oyendo canciones sobre m¨ª y lo mismo le pas¨® a mi hermana Martha. En mi casa se hac¨ªan canciones sobre todo el mundo de la familia.
A veces, m¨¢s que canciones eran ca?onazos¡ Empez¨® mi padre con eso. Las de mi madre eran m¨¢s rom¨¢nticas. Ambos tuvieron un periodo dulce y los temas hablaban de su relaci¨®n; y de repente, muy r¨¢pidamente, aquello se convirti¨® en un tipo de canciones muy agrias. Se convirti¨® en una batalla entre ambos, y eso lo experimentamos Martha y yo a una edad muy temprana. Yo no lo recomendar¨ªa. Martha es la campeona en canciones ¨¢cidas, pero es lo que hay que hacer con la m¨²sica. La m¨²sica necesita violencia y sangre; nada bueno es f¨¢cil, pero era una necesidad que ten¨ªamos y hay que pagar un precio por componer.
En 30 a?os sobre los escenarios ha cantado con casi todos, Lou Reed, Sting, Paul Simon, Emmylou Harris, Robbie Williams¡ Solo le falta cantar con el suegro. Leonard Cohen no canta con nadie. Es un cantante solitario.
Usted es un gran activista para obtener la igualdad de derechos de los homosexuales. Hace unas semanas, Portugal ha reconocido el derecho de adopci¨®n a las parejas del mismo sexo. Es una de las grandes rectificaciones que la sociedad ten¨ªa que hacer; especialmente con la adopci¨®n los gais son tan buenos como los heterosexuales, incluso un poco mejores, porque no dan por hecho que pueden ser padres y por tanto acaban siendo mejores. Imagino que cuando pasen a?os esto cambiar¨¢, pero ahora es as¨ª. Es importante que se haya acabado el sucio mito de que los hombres homosexuales eran una amenaza para los ni?os. Eso se ha acabado.
Usted declar¨® su homosexualidad siendo un adolescente, cuando no era f¨¢cil. Entonces era muy diferente. No hab¨ªa matrimonio homosexual, hab¨ªa sida, era realmente horrible. Por tanto, ahora que tengo 40 a?os, es bueno ver que estoy casado, que tengo una ni?a¡ Me emociona personalmente, pero veo hombres mayores gais que es gente verdaderamente triste, que no ha podido tener nada de todo esto. Ven a la gente joven y se alegran por nosotros, pero dicen que les hubiera gustado casarse y tener hijos. Ni siquiera pensaron nunca que pudieran tener esa posibilidad. Es realmente triste. Pero el mundo est¨¢ cambiando.
elpaissemanal@elpais.es
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