Kiko Rivera, ?el renovador del videoclip?

El ambicioso joven no conoce fronteras en lo que a expresi¨®n de su talento se refiere, y adem¨¢s de protagonizar el v¨ªdeo, se ha animado a dirigirlo. Nuestro peque?o del alma, este Chris Cunningham latino, adem¨¢s, ha contado con la actuaci¨®n estelar de sus hermanos por parte de padre, los no menos carism¨¢ticos Francisco y Cayetano Rivera.

Para esta particular revisitaci¨®n de True Blood, seg¨²n cuenta la revista ?Hola!, los matadores de toros y hermanos mayores de Kiko, se han vestido de esmoquin y han portado unos aterradores colmillos de vampiro. En la grabaci¨®n, tambi¨¦n han estado Lourdes Montes, la it se?ora de Fran Rivera, la transgresora dise?adora Chabelita, (hermana del cantante y director); y su medi¨¢tica prima Anabel Pantoja. Esta fuga de cerebros promete un videoclip arriesgado, conmovedor y desbordante de generoso y alucinante talento. Y si no te lo crees dale al play.

El list¨®n estaba demasiado alto, pero? Kiko Rivera se crece ante su propia pretensi¨®n art¨ªstica. Se exige, trabaja, y modela las ideas hasta dar con la pincelada exquisita que defina su trabajo. Repasemos sus anteriores v¨ªdeos:

Chica Loca (2013) con Dr Bellido

En este primer trabajo, salvaje y rotundo, Rivera muestra todo el talento que lleva acumulando durante a?os, tal y como suele suceder con los grandes de la m¨²sica. Rivera y su socio Bellido, lo dan todo ataviados para la ocasi¨®n con camisa de narcotraticante que no pueden abrocharse hasta arriba por carecer de las dimensiones m¨ªnimas de cuello. (De hecho son como dos roll on bailando). Portan adem¨¢s, gafas de sol de neto estilo rumano y bailan acompasadamente a la voz de ¡°chica loca, me vuelve loco¡±. Al rededor, unas gog¨®s distinguidas y refinadas, dan un toque magistralmente sibarita y concupiscente a la vez. Lo m¨¢s logrado, sin duda, son las acertadas localizaciones s¨®rdidas y poligoneras que dan un aire crudo y eficiente a la altura del cine m¨¢s descarnado de Tarantino.

As¨ª soy yo (2014)

Aqu¨ª encontramos un Kiko intimista, en formato balada, que se confiesa con una sudadera naranja y ante unas azoteas de Madrid. Con una evidente madurez compositiva, aclara nada m¨¢s empezar el tema en una majestuosa tercera persona: ¡°Kiko Rivera cant¨¢ndole al amor (¡­) Dedicado a ti, princesa de mis sue?os¡±. Y en efecto, el artista se desnuda emocionalmente, para recitar los versos que le florecen de lo m¨¢s rec¨®ndito de su coraz¨®n.

Este es un v¨ªdeo urbano y cosmopolita donde vemos actuaciones de Rivera ante un p¨²blico entregado, su ajetreada vida de aeropuertos, hoteles y terrazas con vistas a la Gran V¨ªa. Pero tambi¨¦n el tierno y joven so?ador que nunca ha dejado de ser, enamorado y juguet¨®n.

Dale (2015) con Dasoul

Cuando parec¨ªa que Kiko Rivera ya lo hab¨ªa dicho todo en lo que al audiovisual se refiere, sorprendi¨® con una magistral e inesperada vuelta de tuerca. Un giro que roza la genialidad m¨¢s absoluta. En Dale, ¨¦l mismo, con su amigo Dasoul, narra una soberbia parodia de la serie intelectual y de culto Los vigilantes de la playa. El protagonista esta vez es un camarero que vive en una espiral autodestructiva, un velado homenaje a Leaving Las Vegas (Mike Figgs 1995)

Rivera, pol¨ªglota y siempre a por todas, aqu¨ª hace gala adem¨¢s de un biling¨¹ismo fuera de toda duda, con un susrrante y acompasado ¡°voulez-vous coucher avec moi¡± que nos deja los vellos como escarpias de tanta intenci¨®n y sensualidad que pone.

La fotograf¨ªa, luminosa e imaginativa, como si de un maduro Wes Anderson se tratara, bascula entre el look prostituta de yate (en este caso de humilde catamar¨¢n) y camellos disimulando sus labores en un ignoto puerto deportivo.

Comprender¨¢n ustedes que con estas credenciales, muchos estemos ya sin u?as, mordi¨¦ndonos rabiosamente hasta las falanges, a la espera del nuevo trabajo de este genio no siempre comprendido.

Kiko, en este viraje intelectual hacia el terror tal vez eche mano de cl¨¢sicos como Thriller, Nosferatu, las sagas de Scream¡­ Cualquier noci¨®n en manos de este genio y sus hermanos Rivera con dentaduras de colmillos, cobrar¨¢ una plasticidad rompedora y ¨²nica.

Sabemos que Kiko Rivera va a estar a la altura con esta Sangre Caliente: Innovaci¨®n, nuevos lenguajes narrativos, exigencia, fantas¨ªa, originalidad, esfuerzo, excelentes interpretaciones, talento, cierta iron¨ªa y el sello personal -de todo genio- de ser un adelantado a su tiempo.