Vida y muerte de Bowie

Millones de fans lo vieron en su lecho de muerte. P¨¢lido, con una venda tap¨¢ndole los ojos, retorci¨¦ndose en la cama de un hospital, tirando de las s¨¢banas con sus manos venosas para cubrirse. ¡°Mirad aqu¨ª arriba¡±, les dijo. ¡°Estoy en el cielo. Tengo cicatrices que no pueden ser vistas¡±. Caminando hacia atr¨¢s, tembloroso, se meti¨® en un oscuro armario. Y cerr¨® la puerta desde dentro.

Bowie titul¨® su canci¨®n Lazarus, como el personaje b¨ªblico que regresa de entre los muertos. Hoy resulta dif¨ªcil no ver el v¨ªdeo como un adi¨®s. Pero hace solo siete d¨ªas nadie lo supo comprender.

La abstracci¨®n en las letras es marca de la casa. Y Blackstar, el disco publicado el d¨ªa 8, en su 69 cumplea?os, dos d¨ªas antes de su muerte, no es una excepci¨®n. Pero hoy, sabiendo que es obra de un enfermo terminal, el trabajo entero adquiere un car¨¢cter eleg¨ªaco. Un artista escribiendo su epitafio. Una despedida cuidadosamente orquestada.

Solo su familia y estrechos colaboradores estaban informados de su enfermedad. Imprimi¨® un ritmo in¨¦dito a su trabajo. Fue su manera de afrontar la muerte

David Bowie cont¨® a muy pocas personas que sufr¨ªa el c¨¢ncer que acab¨® con su vida. Pero al mismo tiempo, en una jugada maestra, se lo estaba contando a todo el mundo a trav¨¦s de su arte. ?Fue capaz de coreografiar su propio final? ?Convirti¨® su muerte en su actuaci¨®n definitiva?

Estamos ante la ¨²ltima transgresi¨®n de un hombre que pasar¨¢ a la historia por derribar barreras art¨ªsticas, est¨¦ticas y sexuales. Bowie siempre exorciz¨® sus demonios ante el p¨²blico ¡ªcon la valiosa ayuda de una serie de alter egos¡ª pero se las arregl¨®, durante medio siglo bajo los focos, para salvaguardar su vida privada.

¡°Siempre hizo lo que quiso, y quiso hacer esto as¨ª¡±, explic¨® Toni Visconti, su colaborador durante m¨¢s de 50 a?os, ¡°su voz en la Tierra¡± desde hace 10, y uno de los pocos a los que Bowie confi¨® su secreto. ¡°Su muerte no ha sido diferente de su vida: una obra de arte. Hizo Blackstarpara nosotros, fue su regalo de despedida. Supe durante un a?o que as¨ª es como iba a ser¡±. Visconti ha contado, adem¨¢s, que ya ten¨ªa cinco canciones in¨¦ditas y quer¨ªa regresar al estudio de grabaci¨®n.

Bowie conoci¨® su diagn¨®stico hace a?o y medio. En los ¨²ltimos meses, sus m¨¢s estrechos colaboradores coinciden en hablar de un ritmo de trabajo in¨¦dito. Se enfrent¨® a la inminencia de la muerte concentr¨¢ndose en su disco y en la obra teatral Lazarus, estrenada en el off Broadway neoyorquino el mes pasado, sobre un extraterrestre atrapado en la Tierra que se aferra a la esperanza de la inmortalidad. Si Visconti describe el disco como ¡°su regalo de despedida¡±, el belga Ivo van Hove, director de Lazarus, define el montaje teatral como ¡°el testamento¡± de Bowie.

El artista le cont¨® su enfermedad a Van Hove en una conversaci¨®n por Skype, en febrero de 2014, y le hizo jurar que mantendr¨ªa el secreto. ¡°David me dijo: ¡®Debemos trabajar juntos muy intensamente durante el pr¨®ximo a?o y quiero que sepas, si no puedo estar ah¨ª, por qu¨¦ es¡±, recuerda el director en el diario londinense The Times. ¡°Fue un tiempo intenso porque a veces estaba muy enfermo y en tratamiento, pero vino todo lo que pudo a los ensayos. Al final estaba muy fr¨¢gil. No mental, sino f¨ªsicamente¡±.

La noche del estreno, el 7 de diciembre, Van Hove y Bowie salieron al escenario a recibir el aplauso del p¨²blico. ¡°Yo era muy consciente de que aquella posiblemente ser¨ªa la ¨²ltima vez que le iba a ver¡±, asegura. ¡°Estaba realmente d¨¦bil y cuando salimos del escenario tuvo que sentarse. Despu¨¦s dijo: ¡®Salgamos otra vez¡¯. Pod¨ªa ver las l¨¢grimas detr¨¢s de sus ojos, porque ¨¦l no era un hombre que mostrara sus emociones. Realmente ten¨ªa mucho miedo¡±.Adem¨¢s de Visconti y Van Hove, Bowie comparti¨® su secreto con su m¨¢nager, Coco Schwab, y su amigo y retratista Jimmy King. Tambi¨¦n, claro est¨¢, con su familia m¨¢s cercana: su esposa, Iman; la hija de ambos, Lexie, y su primer hijo, el cineasta Duncan Jones. La madre de este, con quien Bowie estuvo casado entre 1970 y 1980, se encontraba recluida en la casa del Gran Hermano VIP brit¨¢nico y ah¨ª ha decidido seguir tras conocer la noticia.

Titul¨® su canci¨®n ¡®Lazarus¡¯, como el personaje b¨ªblico que regresa de entre los muertos. El v¨ªdeo es como un adi¨®s

La ex top model Iman ofreci¨® pistas en las redes sociales. Los d¨ªas previos a su muerte comparti¨® fotos de diferentes ¨¦pocas de su marido acompa?adas de frases que hoy se revelan premonitorias. ¡°No s¨¦ ad¨®nde voy despu¨¦s de aqu¨ª pero prometo que no ser¨¦ aburrido¡± (8 de enero). ¡°A veces no sabes el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en un recuerdo¡± (7 de enero). ¡°Todas las personas con las que te encuentras est¨¢n librando una batalla de la que no sabes nada¡± (19 de diciembre).

Resulta incre¨ªble que en la ¨¦poca de los smartphones y las redes sociales una estrella global pudiera ocultar con tanto ¨¦xito su enfermedad. Un gran reto para alguien que provocaba titulares en todo el mundo ¡ªcomprueben las hemerotecas del 18 de octubre de 2012¡ª solo por salir a pasear en vaqueros por el Soho.

Pero hablamos de un brillante estratega que hace solo dos a?os logr¨® mantener en el m¨¢s absoluto secreto la grabaci¨®n en pleno centro de Manhattan de The Next Day, su regreso despu¨¦s de 10 a?os. Hablamos de alguien que hizo de la exhibici¨®n sexual una bandera, pero cuya sexualidad fuera del escenario sigue a¨²n hoy, despu¨¦s de su muerte, siendo una inc¨®gnita. En 1972 se declar¨® gay en una entrevista; cuatro a?os despu¨¦s dijo que era bisexual, y en 1983 se defini¨® como ¡°un heterosexual en el armario¡±. ¡°Consideraba la privacidad como su mayor lujo¡±, explica un amigo citado por The Guardian. ¡°Y fue primordial para ¨¦l en la manera en que vivi¨® los ¨²ltimos a?os de su vida¡±.

Los rumores de su salud se suceden desde que sufri¨® un ataque al coraz¨®n en 2004 en Alemania. Solo ese trascendi¨®, pero su bi¨®grafa Wendy Leigh ha dicho esta semana que Bowie, alguien que abraz¨® todos los excesos del rock and roll, hab¨ªa sufrido seis ataques al coraz¨®n a lo largo de los a?os. Aquel episodio le llev¨® al quir¨®fano en Hamburgo, donde fue intervenido en una arteria. Se alej¨® de los escenarios. Dej¨® de conceder entrevistas y Visconti se convirti¨® en su portavoz oficioso, encargado de desmentir los recurrentes rumores.

Bowie desapareci¨® de la luz p¨²blica, pero viv¨ªa a plena luz del d¨ªa. Frecuentaba librer¨ªas y galer¨ªas de arte. Asist¨ªa a las funciones de fin de curso en el colegio de su hija. David Bowie hab¨ªa vuelto a ser David Jones, el nombre con el que naci¨® en 1947. Apenas se dejaba ver en eventos sociales como el estreno neoyorquino de Moon, la pel¨ªcula de su hijo. Viv¨ªa como un hombre de familia con su mujer y su hija, que ahora tiene 15 a?os, en un lujoso ¨¢tico en el 285 de la calle Lafayette, diluido entre la multitud moderna y adinerada, acostumbrada a las celebrities, del Soho neoyorquino. All¨ª segu¨ªa comprando flores para su esposa el 14 de cada mes, en el misma tienda, para recordar el d¨ªa que se conocieron en una cena en Los ?ngeles hace 25 a?os.

Cuando le diagnosticaron c¨¢ncer Bowie decidi¨® ocultarlo al mundo. Tuvo tiempo para preparar su propia despedida. La ¨²ltima canci¨®n del nuevo disco, titulada No puedo revelarlo todo, habla sobre esa privacidad que tanto ansiaba. ¡°Estaba pidiendo que le dejaran tener algunos secretos¡±, explica Van Hoven en The Times. ¡°Su enfermedad fue el ¨²ltimo de ellos¡±.