Ir¨¢n est¨¢ cumpliendo

El hist¨®rico acuerdo alcanzado entre la comunidad internacional e Ir¨¢n el pasado julio sobre el programa nuclear de Teher¨¢n ha dado uno de los frutos m¨¢s esperados con el anuncio solemne por parte de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (AIEA) de que Ir¨¢n est¨¢ cumpliendo su palabra; por tanto, hay un consecuente levantamiento gradual de sanciones al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s. En una regi¨®n arrasada por las atrocidades del Estado Isl¨¢mico y la guerra ¡ªe inmersa en un lenguaje repleto de amenazas¡ª, la evoluci¨®n del acuerdo es una noticia que pone de manifiesto la eficacia de la diplomacia para resolver los conflictos internacionales.

Al igual que cuando se alcanz¨® el acuerdo, no se trata de lanzar las campanas al vuelo en un ejercicio de optimismo gratuito, pero lo cierto es que antes de su firma y puesta en marcha, Ir¨¢n estaba desarrollando a gran la velocidad la tecnolog¨ªa que le permitir¨ªa ¡ªaunque el Gobierno de Teher¨¢n lo negara¡ª poseer un arma nuclear. Hoy esa posibilidad est¨¢ m¨¢s lejos que hace siete meses: solo eso ya es un ¨¦xito. Con el peligroso panorama de violencia en la regi¨®n, algunos podr¨¢n acusar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de ingenuidad al declarar que hoy Estados Unidos, Oriente Pr¨®ximo y el mundo son ¡°lugares m¨¢s seguros¡±, pero el dirigente del pa¨ªs al que la ret¨®rica oficial iran¨ª califica de ¡°gran Sat¨¢n¡± est¨¢ en lo cierto.

Y si el cumplimiento del compromiso por parte de Ir¨¢n es positivo, no lo es menos la decisi¨®n, anunciada por el secretario de Estado, John Kerry, de comenzar a levantar las sanciones sobre Ir¨¢n. Y aqu¨ª de nuevo no hay que llamarse a enga?os. No se trata de una decisi¨®n precipitada y total, sino gradual, ligada a la continuaci¨®n del cumplimiento del acuerdo nuclear y que no permitir¨¢ el rearme iran¨ª en tecnolog¨ªa bal¨ªstica. Es, por tanto, un levantamiento de sanciones en el que prima la sensatez y la cautela.

Y a la vez supone el comienzo del fin de una situaci¨®n irregular cuya prolongaci¨®n no era buena para ninguna de las partes. Ir¨¢n, adem¨¢s de ser una potencia hist¨®rica regional, puede convertirse en un actor fundamental en la estrategia de combate contra el yihadismo. Su aislamiento dificultaba esta estrategia y a la vez abr¨ªa una trinchera cada vez m¨¢s profunda con otras potencias ¨¢rabes. Es crucial que en determinados foros de seguridad y cooperaci¨®n est¨¦n sentados todos; la reincorporaci¨®n de Ir¨¢n ayudar¨¢, sin duda, a un mayor entendimiento.

Sin embargo, a pesar de este clima positivo, no es posible olvidar algunos aspectos m¨¢s que siniestros del r¨¦gimen. Ir¨¢n sigue siendo una teocracia con un triste r¨¦cord de violaciones de derechos humanos, ejecuciones sumarias y discriminaci¨®n de personas. El beneficio econ¨®mico que supone el levantamiento de las sanciones deber¨ªa alcanzar a toda la poblaci¨®n y no solo a la ¨¦lite religioso-militar que dirige el pa¨ªs. Ser¨ªa bueno adem¨¢s que sus dirigentes cambiaran ya su agresiva ret¨®rica y la obsesi¨®n recurrente con Israel y Estados Unidos. La naci¨®n persa se encuentra ante una oportunidad hist¨®rica y su pueblo espera casi m¨¢s de sus dirigentes que del exterior.